Rubí
—Gracias, gracias, gracias, eres el mejor amigo del mundo y te amo. —terminé de entrar a su casa y envolví mis brazos en su espalda. —En serio no se que haría sin ti.
—Ya deja de exagerar Rubí, solo te estoy prestando mi habitación de invitados, no te estoy dando un millón de dólares. —los cuales tampoco me vendrían mal, pero en este momento su compañía valía justamente eso.
—Es muy importante para mi. No sabes que susto sufrí, no podría quedarme sola esta noche, en un hotel o donde sea.
Cada vez que me calmaba, volvía a mi cabeza el hecho de que debí defenderme a balazos. ¿Qué habría hecho de estar desarmada?
Lo peor de todo, es que los policías se llevaron a mi bebé, ya que por ahora era una prueba en el caso y la recuperaría una vez que la analizaran.En fin, estaba totalmente desprotegida y no me gustaba, aunque tampoco me sentía muy entusiasmada ante la idea de volver un colador humano a uno de mis atacantes.
Ellos eran los malos, yo solo era una sobreviviente, haciendo lo posible por estar bien. Eso diría mi padre para calmarme si lo supiera, pero no se lo diría, de lo contrario lo tendría aquí listo para la guerra.—No quisiera estar en tu lugar, de estarlo estaría muerto. ¿En serio disparaste?
—Lo hice, no una, sino un par de veces. —no lo decía orgullosa, sino resignada. —Gracias al cielo tenía un arma en casa, no solo eso, estoy agradecida con papá, si no hubiera insistido en darme clases, ahora no estaría contándote esto.
—No lo digas ni en broma, es horrible el solo pensarlo. —Paso sus manos por su cabello, antes de dejarlas detrás de su cuello. —¿Crees que sean los senadores?
—¿La verdad? No tengo idea, pero no creo que sean tan descuidados. Cuando estaba buscando el arma los escuche decirse entre ellos que uno me dejo escapar y por eso era su culpa.
—En la investigación de los senadores escapaste.
—En todas lo hice. Vamos Lorenzo, piensa que ellos serían los primeros señalados, son corruptos, no idiotas.
Esto no tenía nada que ver con ellos, podía saberlo, mi sexto sentido me decía que era algo más. Podría ser un viejo caso olvidado o uno nuevo, pero el único nuevo eran los lobos y nadie sabia de ello.
Tenía que centrarme en mi trabajo y dejar a la policía encargarse de esto. Eso era lo más razonable.—Sigo creyendo que estas loca, pero no me pondré a discutir eso ahora, vamos te llevaré a tu cuarto. —eran las una y media de la madrugada, entendía que estuviera cansado. Se había quedado conmigo desde que lo llamé a las diez, en la estación de policías.
Conocía su casa como la palma de mi mano, esta no era la primera vez que me quedaba, por lo que esta habitación, color rosa palo, ya me pertenecía.
—Enserio Loren, no se como agradecerte esto.
—No volviendo a repetirlo y dejándome dormir. Anda Rubí, mañana hay que madrugar. —bostezó, cansado y apoyo mi pequeño bolso sobre la cama. —Siéntete en casa. Nos vemos mañana, en serio trata de dormir un poco.
—Hasta mañana corazón. —Le lancé un beso, mientras salía por la puerta.
Me senté en la cama, refregando mi ojo izquierdo. No iba a lograr dormir, era inútil incluso pensarlo.
Si esto era una manera de intimidarme, intentando callarme, no les funcionaba. Era Rubí Beck, viaje y me aventuré a un mundo completamente nuevo, me esforcé y me gradué, puede que no con las mejores notas, pero lo hice. Conseguí un trabajo y me centre en cada investigación dándolo todo de mi. Me hice un nombre en el mundo periodístico y nadie me lo echaría a perder.Con mi convicción altísima, abrí mi computadora y comencé nuevamente mi investigación. Esta vez escribí en el buscador “Hombres lobo, características” corroborando si era lo que había visto o no.
“Un hombre lobo es un hombre completamente normal la mayor parte del tiempo, y se comporta de manera natural, aunque un poco velludo, y con los sentidos más desarrollados (especialmente el olfato), además de estar en buen estado de salud y forma física.
No es sino durante la noche de Luna Llena cuando se transforma, pues la luz de este satélite es la que controla sus transformaciones. Aunque varía según las versiones, el aspecto de un Hombre Lobo transformado puede ir desde un lobo auténtico aunque más grande de lo normal, hasta un humanoide peludo y con colmillos que va en busca de carne humana.”Para ser sincera, no recordaba que luna se visualizaba esa noche en el oscuro cielo. Por mi podía ser llena, menguante, creciente o nueva, lo único que me importaba era conseguir la mayor cantidad de información sobre la corrupción detrás del centro de rehabilitación.
Suspiré agotada, cuando mi teléfono sonó. Lo busqué entre la cantidad de basura dentro de mi bolso, hasta que di con él.
Al abrir los mensajes, encontré uno de mi nuevo y sensual guardaespaldas.*Gael: Lo siento por la hora, acabo de desocuparme. Me gustaría saber a que hora debo recogerte mañana.
¿Quién demonios pensaba en eso? Ahora solo pensaba en los tipos de luna. En eso y en que mañana debería contratar a alguien para arreglar mi puerta y probablemente comprar otra arma, una mucho más potente.
Deje mi teléfono a un lado, sin molestarme en responder. Mañana temprano lo haría.Volví a la investigación, sumando poco a poco más información y muchas más dudas.
Me sentía incomoda y la música sonando a todo volumen en mi oído no ayudaba. Maldije en tres idiomas diferentes y abrí los ojos, tanteando sobre el mueble en busca de este aparato de tortura.
Una vez apague el despertador, mire la hora y vi que eran las siete a.m. eso solo significaba que era hora de ponerme en marcha.Le escribí un rápido mensaje a Ángela, informándole que llegaría tarde. Debía ir a casa, eso antes que nada.
También le respondí a Gael, quien había reforzado su pregunta en otros tres mensajes. Al parecer alguien era un poco intenso, pero no pensaría en eso ahora.Le pedí que se dirigiera a mi casa, después de todo estaría allí.
Mientras buscaba ropa para cambiarme, solo una pregunta vino a mi cabeza… ¿Podría Gael conseguirme un arma?
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Pocas pulgas
WerewolfLibertad... Laurie Adams había ansiado llegar a la ciudad desde pequeña. Las cortas escapadas que hacia junto a sus padres para visitar a sus abuelos, no eran suficientes para satisfacerla. Pero ahora con dieciocho años recién cumplidos y lista para...