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Aryeh

Al llegar a mi casa, sabía que debía explicarles el porque de mi repentino viaje. Solo les había dicho a mis padres que tenía asuntos que resolver en la ciudad y ahora debía explicarles a fondo.
No les diría aún que Samara es mi compañera, porque conociendo a mi padre, no le importaría que ella aún no me aceptara, empezaría a planificar una boda.  Podía imaginar esa situación, él extasiado y Samy con una crisis, sin dudas debía impedir eso.

Por otro lado, estaba convencido de que a Gael no le agradaría la idea de que no me fuera con él. Había hablado con varias personas y me iría una semana antes, en lugar de dos meses antes, como habíamos planeado. Pero él ahora debería entender que las cosas habían cambiado, que mis prioridades habían cambiado y aunque él era mi hermano gemelo y lo amaba, ahora debía proteger y ver por Samara.
Ella podía ser madura, no lo negaba, pero también era inocente, incapaz de creer que alguien podría ver la cantidad de cualidades que poseía. Yo las había visto, y ya no podía ignorarlas.

Al entrar, no vi a nadie, pero escuche varias cosas en la cocina. Me encaminé hacía allí, encontrando a mi madre y a mi hermana sentadas con los cuadernos de Jade.

—¡Aryeh! ¿Cómo estas cariño? Es tan bueno verte. —mi madre corrió a abrazarme y besarme ambas mejillas. Cualquiera creería que me fui una eternidad.

—Bien, por suerte pude arreglar todo. ¿Aquí todo esta bien?

—Sí, ya sabes tu hermano aún insiste en averiguar a donde fue Faith, pero Benjamín amenazó con encerrarlo como intente acercarse a ella. Te juró que ya no sé que hacer para que comprenda.

Gael iba a ocasionar que nuestros padres terminaran odiándose. ¿Por qué no podía pasar la hoja como lo había hecho Faith?
Por lo que Samara me contó, la última vez que se vieron, está le informo que ya no sentía nada por Gael. Él debería hacer lo mismo.

—Ya entenderá, déjalo. ¿Y tú enana? ¿Cómo te ha ido en el kínder? —Jade levantó su brillante mirada verde hacia mi.

—Súper bien, mi miss dice que soy muy implacada. —miré a mi madre, conteniendo la risa, no creía que esa fuera la palabra.

—Aplicada amor, no implacada. ¿Tienes hambre cariño? —negué, ya había tenido mi almuerzo.

—No, comí algo en el camino. De hecho, convencí a Samy de acompañarme. —aún no podía olvidar su pequeña escena de celos. Intentó disimularlos, pero era totalmente imposible, ella era demasiado transparente.

—¿Saliste con Samara? Por Dios Aryeh, ya no quiero más problemas, con los de tu hermano tengo suficiente.

—¿Dónde esta Gael?

—Fue con tu padre a comprar algunas cosas. ¿Por qué? —miré a mi hermana y le pedí que llevará mi mochila a mi cuarto.

Cuando Jade corrió alejándose de nosotros me acerque a mi madre, en ella sí podría confiar.

—Tengo que pedirte un favor, voy a contarte algo pero no quiero que papá ni Gael lo sepan, no aún.

—¿Es grave?

—No, pero papá enloquecerá y Gael, bueno creo que también pero de diferente manera. —suspiré y me senté. — Mi viaje se retrasará, no iré dentro de un mes como tenía planeado, sino que esperaré tres meses, viajaré una semana antes. Sé que a Gael no le gustará, que sentirá que lo estoy traicionando o abandonando, pero no quiero irme antes.

—¿Por qué no? Aryeh, querías viajar tanto como él.

—Eso era antes…

—¿Antes de qué? —se sentó frente a mi y me miro directo a los ojos.

—Antes de que empezará a salir con Samara. —o al menos intentar convencerla. —De hecho no estamos saliendo, estoy tratando de conquistarla, pero se aferra a la mierda de cariño de primos. Sé que estas asustada porque crees que tendremos problemas con Logan y Sophie, pero no sucederá, he hablado con ellos.

—¿Ellos están de acuerdo? Lo siento no puedo creerlo, Logan es incluso más sobreprotector que tu padre.

—Me costó, pero logré obtener su permiso. Mamá, no puedo alejarme de Samara, no quiero hacerlo. Sopese la posibilidad de esperar al próximo año y viajar cuando ella lo hiciera, pero Logan y Sophie no estuvieron de acuerdo y sabía que ustedes tampoco lo estarían. Bueno tú, papá estaría feliz. —no bromeaba, papá no soportaba la idea de dejarnos ir, el que me quede un poco más lo alegraría demasiado.

—No sabía que estabas interesado en ella, nunca mostraste ninguna señal, ni trataste de acercarte.

—Ella es mi compañera. —eso la hizo contener el aire unos momentos. —No se lo he dicho aún, solo lo saben sus padres y tú, quiero conquistarla bien y sé que puedo lograrlo. La veo tan delicada, que todo en mi quiere protegerla. No creí que fuera de esta manera, pero tengo la necesidad de buscarla, de estar cerca, no dejo de buscar excusas para pasar tiempo juntos.

—Esto volverá loco a tu padre, más de lo que ya esta. —sonrió, tomando una de mis manos.

—¿Crees que no lo se? Empezará a armar una boda apresurada, a gritarlo y decírselo a todo el mundo y todavía quiero que ella no lo sepa.

—No se lo diré, pero esto me hace muy feliz por ti y por ella también.

El ruido de llaves chocando contra la madera nos asusto a ambos. Era momento de dejar de hablar de compañeras.

—¡Fosforito! Me encontré con Logan, él dijo que mi cachorrito esta en la manada, que estaba almorzando con mi bichito de luz. ¿Qué clase de hijo no viene primero a ver a su padre? Debería avergonzarse. —lo vimos entrar cargado de bolsas.

—¿Acaso querías que muera de hambre papá? Además Samy es más divertida que tú, prefiero pasar tiempo con ella. —bajo las bolsas y me sonrió.

—Ella fue una gran aprendiz, me enorgullece. —dejo las bolsas en la mesa y me abrazó. —La próxima vez también quiero ir.

—Deberá esperar a que volvamos para las vacaciones, porque debemos prepararnos para el viaje. —miré a mi madre cuando Gael entró y sabía que era el momento para hablarlo.

—Yo aún tengo tiempo.

—¿Pero qué dices? Entre los preparativos, las compras y las despedidas, este mes pasará volando.

—Decidí que me quedaré más tiempo aquí. Mi viaje será una semana antes de comenzar. —Gael soltó las bolsas con fuerza y volteó a verme.

—¿Es una broma? Tenemos planes, no puedes cambiarlos ahora.

—Las cosas cambiaron Gael, no me iré tan pronto.

—Deberías seguir el ejemplo de tu hermano Gael, un tiempo más aquí seria bueno. De hecho, es una magnifica idea, no hay porque apresurarse. —lo sabía, papá trataría de convencerlo.

—¿Qué demonios pudo cambiar para que ya no quieras viajar?

—No hablaré de ello ahora, ya esta hecho. He cambiado mi boleto, me acerque a la escuela a consultar fechas, no viajaré hasta dentro de tres meses.

—¡Pura mierda! —me empujó, pero esto no cambiaria nada.

—¡Basta Gael! —pidieron mis padres, pero él estaba furioso.

Golpeó la pared y salió, dando un portazo en la puerta principal.

—Ya se le pasará. —dijo mi madre, pero yo sabía que para eso faltaría bastante.

Y eso que aún sabían solo parte de la verdad. ¿Cómo reaccionaría al saber que Samara es mi compañera?






Pocas pulgas    Donde viven las historias. Descúbrelo ahora