Capitulo 25

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Beau

No entendía qué demonios estaba pasando aquí, el hombre que antes discutía con el chico, ahora era una especie de lobo gigante gruñendo, en completo estado de cólera.  Quería, pero no podía apartar mis ojos de esa enorme bestia, que probablemente nos intentará devorar a todos los aquí presentes.
No sabía que harían ellos, pero yo saldría de aquí junto a Laurie y no pararía hasta ponerla a salvo. Por algo sabía que debía venir hasta aquí, llamémoslo presentimiento, intuición o una maldita obsesión por el jodido peligro.

Pero aunque el lobo era imponente y algo a lo que temer, no era lo que más me sorprendía. No, lo que lo hacía, era la naturalidad con la que todos aquí parecían tomar este hecho.
¡Por el amor de Dios! Un maldito hombre se convirtió en un lobo ¿Y nadie grita?  ¿Nadie huye? Todos lo observaban como si hubieran estado esperando que algo así sucediera. ¿Acaso eran unos malditos suicidas? Él era un depredador y nosotros la jodida presa.

—¿Qué mierda? —pregunté más para mi, que para los demás. —Debo haberme quedado dormido en el maldito auto.

Trataba de convencerme de que había una razón lógica para todo esto. ¿A dónde carajos había venido a meterme?

—Beau…—volteé hacía Laurie, encontrando su mirada asustada. Al menos ella también se veía asustada con esta locura. —No te hará daño, por favor no enloquezcas.

—¿Qué no enloquezca? ¿Acaso no viste lo mismo que yo?

—Te lo explicaré, prometo que te explicaré todo. Solo procura tener la mente abierta y esperar un poco, ahora deben calmar a Ben.

¿Ben? ¿Quién rayos era Ben? ¿El hombre que luego se volvió lobo?  No había manera de explicar algo así.
Mientras que lo único que quería hacer era alejarme de este maldito lugar, lleno de cosas extrañas, todos trataban de acercarse al jodido lobo.

—Benjamín, todos estamos nerviosos, no me hagas esto, no ataques a Gael. Él es como otro hijo para nosotros y él ya tiene suficiente con su conciencia. Nosotros también fuimos responsables, nunca debimos permitirles cruzar la línea, ahora solo vemos las consecuencias de nuestros actos. —aunque la tristeza en la voz de la mujer era clara, no dejaba de acariciar el lomo del animal.

—Summer yo nunca quise que esto pasara, solo no quería lastimarla cuando me transforme. ¿Qué pasaría si ella no es mi compañera? ¿Cómo creen que se sentiría?

A pesar de que el chico respondía, seguía detrás de Michael, el amigo de mi padre, y del hombre con el que discutía Laurie cuando llegué.
Hablaban de transformaciones, compañeras y me sentía un extraño, alguien que no debería estarlos escuchando.

—Lo sé Gael, por eso digo que también somos responsables, nunca debimos permitir que estuviera contigo. Al parecer Faith en verdad se enamoró de ti y esta decepción fue más fuerte de lo que esperó, por lo que prefirió irse y volvernos locos de preocupación.

—Yo también estoy enamorado de ella, no fue sencillo terminar las cosas.

—Vuelve a casa Gael, ahora debemos buscar a nuestra hija y no creo que Benjamín pueda seguir resistiendo las ganas de matarte. Sé que yo en su lugar no lo haría.

El chico parecía querer decir algo al respecto, pero sin embargo fue arrastrado por Michael y otro chico idéntico a él.
Pero a mitad de camino se soltó y regresó. Debía admitir que este chico o era malditamente valiente o increíblemente imbécil. Tenía al lobo con ganas de despedazarlo y aunque la mujer parecía comprensiva, sus palabras transmitían que también lo culpaba por lo sucedido.

Si apostara, apostaría a que ella no tardaría en pastearle el trasero si no se callaba de una maldita vez. Por lo que pude entender su hija huyó y nadie tiene ni una idea de su paradero, desde que él terminó con ella.
Si yo fuera padre y alguien lastima a mi hija también querría hacer que se arrepintiera. Por lo que en lugar del muchacho, no dudaría en mantener mi boca cerrada.

—Sé que me están considerando una basura, yo mismo me siento así, pero no pueden prohibirme que también la busque. Estoy preocupado, no he dormido ni un segundo en estos días, no dejo de repetir todo lo que pasó y culparme una y otra vez. ¡Sé que fue mi culpa! ¿Esta bien? Lo sé, así que no me lo recuerden, lo tengo bastante presente.

—¡Ya basta! ¿Acaso quieres que terminé peleando con uno de mis amigos por defenderte? Ya quédate callado. Por la Diosa cachorro, estas viendo al lobo feroz y lo provocas ¿Acaso quieres morir? ¿Quieres que tu madre me mate por no cuidarte? No se a quien salieron, su madre y yo somos dos personas totalmente centradas y ustedes, unos inmaduros provocadores. —vi varias cabezas voltearse en dirección a Michael y darle una mirada de incredulidad.

—Yo solo quiero saber de Faith.

—Gael, veté, cualquier cosa te llamaré y te informaré. Summer esta mal y Ben fuera de control, si te preocupas por Faith, solo veté a casa. —le pidió Laurie saliendo desde detrás de mi.

—¿Lo prometes? —la vi asentir y solo con eso el chico pareció rendirse y dejar que lo alejen de aquí.

Pero lo malo de que la discusión entre ellos acabara, es que cada persona en el lugar, tenia su mirada fija en mi.

—Laurie ¿Quién demonios es él? —preguntó dando un paso adelante el hombre con el que discutía.

—Papá, él es Beau King. —su padre, ahora entendía porque a veces ella era bastante hostil. —Beau, él es mi padre, Ryan Adams.

—¿Y tú que demonios haces aquí? ¿Qué tanto viste?

—Vi todo, aunque aún estoy tratando de comprenderlo. Y vine por Laurie, no la dejaré sola y menos ahora, aquí están sucediendo cosas extrañas y no dejaré que salga lastimada.

—Somos su familia, nunca la lastimaríamos. Pero no sabemos si debemos protegerla de ti, te repito la pregunta ¿Por qué demonios estas aquí? —si el creía que porque su amigo se transformará en esa bestia me intimidaría y agacharía mi cabeza ante él, desde ahora lo haría entender que eso no pasaría.

—Estoy aquí por ella. Laurie y yo estamos juntos y no la dejaré sola en un lugar lleno de locos y extrañas criaturas que pueden herirla. Puedes ser su padre, pero estabas más preocupado por defender al muchacho, en lugar de a tu hija.

—¿Estas tratando de meterte con mi rol de padre? —en mis planes no estaba pelear con su padre, pero si así lo quería, no me echaría para atrás.

—¡Basta Ryan! Hola , soy Abril, madre de Laurie. —bueno, al menos ella parecía mas acogedora que su padre. —Hija, no nos dijiste que estabas saliendo con alguien.

—Es algo reciente, aún debemos hablar sobre muchas cosas.

—Laurie. —vi a una mujer castaña acercarse junto a un chico de la edad de pececito.

—Megan, él no es peligroso, Beau es mi jefe…—yo no era el peligro aquí, sino el hombre que aún era un maldito lobo. —y también es mi, bueno él es mi compañero.

Era la segunda vez que oía esa palabra y no creía que fuera algo bueno, mucho menos cuando todos jadearon y observaron a Ryan, quien parecía estar tomando medidas para mi ataúd, solo con su mirada.
¿Qué rayos era un compañero aquí?



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