Jonás
A pesar de saber que Faith estaría segura, rodeada de todas esas personas que eran como su familia, no la sentía muy cómoda y esa era la razón por la que no quería venir a la comisaria. Sin embargo, cuando Daniel me dijo que había alguien queriendo hablar, no lo pensé, necesitaba saber todo.
Pero mi sorpresa no dejaba de crecer al ver que se trataba de Rubén Maldonado. El amigo y compañero de Dante Monk, había decidido romper el silencio.-Veo que decidiste romper el silencio y admitir tu culpa en todo esto. -espeté, provocando que levantara su cabeza.
-Voy a decir lo que sé y de lo que soy participe, pero no me haré cargo de los crímenes de alguien más. Estoy aquí para ayudar con la investigación, por lo que espero que a cambio me mantengan seguro.
Podía notar en cada movimiento que realizaba o en la cantidad de veces que bajo su mirada, que el chico estaba asustado y tenía razones para estarlo. Si lo que estaba por decir, era lo que yo pensaba, estaría varios años detrás de las rejas.
-No estas en posición de pedirnos nada, pero podemos considerar ayudarte en caso de que tu confesión sea valiosa. -dijo Daniel, sumándose a mi, en este interrogatorio.
-Es que ustedes no lo entienden...
-Entonces explícanos.
-Yo ayudé a Dante el día que asesinó a Simona. Fui quien condujo hacía la ciudad donde él creció, consiguiendo los comprobantes de los peajes y estacionamientos. También hablé con sus padres y les expliqué lo que había sucedido, mientras él se escondía en casa de un viejo amigo. -confesó de forma rápida. Sentía que él sabía que si no lo decía de una vez, podría arrepentirse.
-¿Por qué lo hicieron? -pregunté, queriendo saber que había llevado a dos jóvenes a planificar el asesinato de la novia de uno de ellos.
-Hace unos siete meses, junto con Dante conocimos a un hombre que nos ofreció trabajo. Al principio dudamos, pero era un buen dinero por hacer cosas sencillas. Poco a poco, las responsabilidades fueron aumentando y cuando quisimos acordar estábamos metidos en ese negocio de un modo que ya nos era imposible salir. Dante comenzó a meterse en problemas, a volverse más agresivo y yo, no me enorgullezco de admitirlo, pero me adentre en el mundo de los vicios. No había noche en que no pasará perdido en el alcohol. -de repente y sin previo aviso, agachó su cabeza y se quedo en completo silencio. -Sé que no hay justificación para lo que hicimos, pero quiero que entiendan que nunca quise matar a nadie.
-Continua.
-El día del homicidio, teníamos una entrega importante para hacer, pero Simona encontró la mercancía y amenazó con denunciarnos. La verdad no entendí como se atrevió a desafiarnos de esa manera, cuando era evidente que le temía a Dante. Y no era para menos, ella había sido la receptora de su frustración. -Faith siempre estuvo en lo cierto, Dante era un golpeador. -La cosa es que Dante explotó y trató de golpearla, pero ella escapó, provocando que él la siguiera.
El silencio cayó en la habitación, no hacía falta que dijera lo que había sucedido, estábamos aquí por ello.
-Horas después él llamó y me dijo lo que había sucedido. No sabíamos que hacer, era cuestión de tiempo para que la chica que vivía con Simona llegará y la encontrará, entonces ideamos un plan, yo viajaría y conseguiría una coartada para ambos, mientras él borraría cada huella y se escondería durante unos días.
-Por lo que dices lo tenían todo controlado. ¿Entonces como se les salió todo de las manos?
-Faith no dejaba de señalarnos y Dante enloqueció. Erróneamente creyó que podría asustarla como asustaba a Simona, pero no espero que está se enfrentara a él y mucho menos a golpes. Eso llamó la atención equivocada.
-¿Qué tipo de atención? ¿A qué te refieres?
-Las personas para las que trabajamos no se andan con juegos, teníamos un foco alumbrándonos permanentemente y eso era peligroso. Comenzaron a llamarnos y "sugerirnos" mantener un perfil bajo, pero aunque lo intentábamos no podíamos.
Era extraño que aún ellos siguieran vivos, los años en este trabajo me habían enseñado, que los cabos sueltos no tardaban en atarse.
-El hecho de que Faith continuara señalando a Dante, los enfureció y no tardaron en enviar a alguien a encargarse de ello.
-El ataque de hace algunas noches. ¿Estas queriéndome decir que no tuvieron nada que ver?
-No tengo problema en admitir ser cómplice de Dante en el homicidio de Simona, pero no tenemos nada que ver en el último ataque. Esas dos chicas, ellas no debieron morir, la orden era acabar con Faith, pero al ver el error, lo volvieron un mensaje.
-¿Qué hay del oficial? ¿Por qué volvieron a la escena? -preguntó Daniel, como leyendo mi mente.
-La persona a quien se lo ordenaron olvido su teléfono en el lugar y no le quedo más remedio que volver. Por lo que le dijo al jefe, el policía lo sorprendió y debió atacarlo. No olvido aún como confeso cortar su garganta sin ningún tipo de remordimiento, antes de arrojarlo por la ventana.
-¿Aldo Morgan tiene algo que ver en todo esto? -pregunté recordando al hombre.
-Él fue el encargado de terminar con Faith, fue quien asesinó al policía. Pero él no tuvo tanta suerte, supe que fueron tras él y es por eso que estoy aquí, no soy un tonto como para ignorar que no tardaran mucho en descubrir que no tengo valor, mucho menos cuando me niego a cumplir su última orden.
No me gustaba a donde estaba dirigiéndose mi mente, no había muchas opciones y todas las flechas apuntaban a Faith.
-¿Cuál es esa última orden? -pregunté temiendo escuchar la respuesta.
-Se nos ordeno acabar con Faith y aunque yo estoy en contra, Dante esta decidido a acabar con ella.
No iba a permitir que la tocaran, ni siquiera que se acercaran a ella. En cuanto pueda salir de aquí, iré con ella y ni el mismo demonio me apartará de su lado.
Pero antes debía saber solo una cosa más.-¿Quién se los ordenó? ¿Quién esta detrás de todo esto?
-El nombre de nuestro jefe es Leopoldo Sosa.
Y con eso me levanté. Él y su maldito cartel ya se habían llevado a mi cuñado, no los dejaría llegar a mi compañera.
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Pocas pulgas
WerewolfLibertad... Laurie Adams había ansiado llegar a la ciudad desde pequeña. Las cortas escapadas que hacia junto a sus padres para visitar a sus abuelos, no eran suficientes para satisfacerla. Pero ahora con dieciocho años recién cumplidos y lista para...