Jonás
—Eso es horrible, no me imagino como podría sentirme si al llegar a casa encuentro a mi mejor amiga de esa forma. —yo podía imaginar a mi hermana, ella aún conservaría el shock y ya con solo ver la sangre se desmayaría.
—Ambos sabemos como te sentirías Elisa, estarías tan fuera de control que terminarías en el hospital.
—Eso sí, para que intento engañarme, no tolero la sangre.
—Creo que desde ahora tampoco la toleraré, no olvidaré este día nunca. —Faith llevo la taza de café a su boca, dando el último trago.
—No tienes que preocuparte Faith, de mi corre que no tengas que volver a enfrentarte a nadie. Ya te he dicho, aún no se si ese maldito esta detrás de ti también, debo mantenerte cerca de mi.
—Eso es solo una excusa Jonás, ya te he dicho que soy una loba, no le será tan sencillo derrotarme. —¿Es que tan malo era dejar que la cuiden?
—Acabas de transformarte en una loba, estas adolorida y lo estarás por los próximos días. Si te enfrentas a él, tú saldrás perdiendo. —Le recordé, provocando un bufido molesto en respuesta.
—Además pueden estar tratando con otro lobo. ¿O no? No es tan difícil encontrar a nuestra especie por aquí. —mi mirada viajo hacía mi hermana y esperaba que se equivocará.
Si se trataba de un lobo seria mucho más difícil atraparlo. Somos meticulosos, calculadores y rara vez cometíamos un error. A menos que algo nos sacara de nuestro control y por el resultado en el apartamento, no lo había perdido aún.
Se trataba de alguien cuidadoso, que no había dejado ni un indicio y había logrado entrar y salir sin ser visto.Sí, podía ser el novio de la chica, pero ahora lo dudaba. No sería tan tonto para dejar a Faith con vida, no sabiendo que sería al primero que señalaría.
Ella misma había mencionado su mala relación y el maltrato hacia la occisa, que el chico provocaba, no debía ser un genio para saber que ella lo echaría de cabeza al pozo.—No lo había pensado, pero ¿Porqué un lobo la atacaría? —preguntó frunciendo el ceño. —Simona era algo callada, demasiado tímida, nunca molestaría a nadie.
—No hay que pensar en ello ahora, tenemos que entrevistar sospechosos, seguir recaudando pistas y ahí podremos saber algo. —no quería que mi compañera siguiera pensando en lo mismo, ahora debía descansar, fue un día difícil
—¿Por qué tratas de mantenerme en la oscuridad Jonás? Podre ser tu compañera, pero aún no estamos juntos y como sigas ocultando cosas nunca lo estaremos.
—Este es mi trabajo, no puedo actuar solo con conjeturas, necesito hechos y pruebas. Hasta que no tenga alguna de ellas, te mantendré lejos de preocupaciones. ¿Quieres enojarte? Hazlo, serás tú quien luego deba calmarse y ver que no lo hago con maldad o por subestimarte, sino porque no quiero mentirte.
—¿Dónde dormiré? Creo que ya es tarde y necesito pensar en todo. Tengo que ver que haré de ahora de adelante.
—¿Dónde más? En mi cuarto. —Faith clavó su mirada molesta en mi, mientras mi hermana se reía.
—¿Estas bromeando?
—Claro que no, ahí te sentirás más cómoda. Si estas preocupada porque tengamos que compartir la cama, te recordaré mi anterior promesa, no te tocaré hasta que me lo pidas.
—Lo que mi hermano quiere decir, de una manera un poco extraña, es que su habitación ya esta arreglada y ahí estarás más cómoda. Él puede arreglarse en alguna de las demás. —Entonces Elisa volteó a mirarme. —Deja de provocarla, ha tenido un día duro y necesita descansar. Ya tendrán tiempo para coquetear mañana.
—Esta bien hermanita, ahora vamos cariño, te acompañaré. —Al ver que no se ponía de pie, rodé mis ojos y negué. —Solo te guiaré y tomaré un par de cosas para ponerme cómodo.
—Hasta mañana Elisa, gracias por todo. —Las vi compartir un pequeño abrazo y me pregunté si estaría dispuesta a despedirse de la misma manera de mi. No lo creía, al menos no aún.
—Trata de descansar un poco, no pienses en nada, aunque va a ser difícil.
Comencé a caminar, con Faith tras de mi. Sus pasos eran vacilantes, aún temerosa de quedarse a solas conmigo.
Era un comportamiento extremista, no era un asesino, ni un violador. Es decir, mi hermana estaba en la otra habitación, nunca le haría daño.—Faith ¿Por qué me tienes miedo?
—No te tengo miedo. —voltee y la observe con mi ceja alzada— Es solo que aún trato de hacerme a la idea de lo que representas. No estoy lista para un compromiso tan grande, ni siquiera estoy lista para una relación. Créeme soy horrible en ellas.
—Soy alguien paciente cariño. Pero hay algo que no puedes disimular, ni negarme. —dije entrando al cuarto y haciéndome a un lado para que pase.
—¿Qué cosa?
—La atracción que sientes. No soy tonto, note los celos al creer que Elisa era mi pareja. Puedes negártelo, pero te importo.
Ella no respondió por un momento, pero luego se acerco y se posicionó frente a mi.
—Es mejor que vayas a descansar Jonás, no es correcto estar a solas en una habitación con alguien que te atrae demasiado. ¿No crees?
A pesar de que trataba de sonar sarcástica, no era lo que en verdad demostraba. Y si por lo menos me hubiera indicado que se sentía nerviosa o intimidada, me hubiera alejado, pero no era así. No, ella se mostraba en verdad interesada.
No sabía porque Faith trataba de jugar conmigo, de a momentos se mostraba reacia a acercarse y otros me provocaba para hacerlo.—Tienes razón, no soy un caballero y aún así planeó mantener mi palabra.
—Entonces veté.
Cansado de sus juegos me acerqué, llevando mi mano a su mejilla, mientras acercaba mi rostro al suyo. Por un momento sé que creyó que la besaría, pero antes de unir nuestros labios, voltee, acercándome a su oreja.
—No me gustan los juegos Faith, hace tiempo pase esa fase, pero estoy dispuesto a jugar si es eso lo que quieres. Ahora, tienes que tener muy en claro que me atraes y que te deseo. Quiero estar contigo y quiero enterrarme tan profundo en ti, que al terminar, cada uno de mis malditos vecinos sepa a quien le perteneces. —ella abrió la boca, pero no salió nada. Creo que la había tomado por sorpresa, pero debía dejar las cosas en claro desde ahora. — Espero no haberte asustado cariño, solo quería ser sincero contigo. Ahora trata de descansar.
Me forcé a alejarme de ella, aunque eso era lo último que quería hacer.
Ya había dejado en claro lo que sentía y por el cambió en su respiración, no era algo que no le había afectado. Ahora solo debía esperar a que decidiera aceptar lo que quería y dejar de resistirse.

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Pocas pulgas
Manusia SerigalaLibertad... Laurie Adams había ansiado llegar a la ciudad desde pequeña. Las cortas escapadas que hacia junto a sus padres para visitar a sus abuelos, no eran suficientes para satisfacerla. Pero ahora con dieciocho años recién cumplidos y lista para...