Pocas pulgas

20

Aryeh

Los siguientes días los pasamos juntos, ambos éramos conscientes, aunque tratáramos de negarlo, que al llegar sus padres se armaría un gran revuelo.
Podía apostar que Logan la mantendría encerrada y con suerte podría verla, pero esperaba que Sophie se compadezca y nos de una mano. No quería apartarme de Samara, no ahora que había logrado avanzar mi camino.

En cualquier momento llegarían y por eso estaba abrazando a Samara, llenándome de su olor y de su ternura. Esta chica en verdad me ayudo a ser mejor, pero ella ni lo imaginaba.

—Todo estará bien, mis padres lo comprenderán.  No me gusta verte así, tus ojitos se ven muy tristes y sé que lo estas. —a pesar de no querer demostrarlo, ella últimamente podía leerme muy bien.

—Tú también te ves triste. Sé que estará todo bien, pero me acostumbre a tenerte en casa, será difícil no despertar contigo o escucharte decir alguna locura.

—Eres tierno y aunque también me gustaría quedarme unos días más, no puedo. Extraño a mis padres. —levanto su cabeza de mi pecho y me miró— Extrañaré tu café amargo.

No pude evitar reírme de ello, no era amargo, ella le ponía demasiada azúcar, que es diferente.

—Le pongo tres cucharadas colmadas a tu café y sigue pareciéndote amargo.

—Yo le pongo cinco, y crema.

—Ahora lo sé. También sé que prefieres quitarles las orillas a un sándwich y que mientes al decir que eres alérgica a la cebolla, solo para no comerla. —y muchas cosas más que había aprendido de ella.

—No me gusta, sabe feo y huele peor.

—Estudiaras gastronomía y odias la cebolla.

—Odio comerla, no cocinarla. —dijo encogiéndose de hombros.

Seguimos hablando, tratando de olvidar un poco los problemas que se nos avecinaban, pero no fue fácil hacerlo, no cuando Logan llegó gritando el nombre de su hija.

—Creo que ya se enteró. Le pedí a Jack que no se los dijera y al parecer no pudo dejarme hacerlo a mi modo. —Samara comenzó a levantarse del asiento—Tranquilo, intentaré que no te culpe por todo esto.

—Si lo hace, esta en su derecho.

Ella negó y comenzó a caminar hacía la puerta. Al mismo tiempo que la seguí, vi a mis padres bajando las escaleras.
No iba a dejar que regañara a Samara, por esto. Tenía que ser responsable, si fue, fue porque la lleve.

—¡Me pediste que confiara en ti, me dijiste que no harías nada malo y me entero de que casi te matan! ¿Eso es no hacer algo malo para ti Samara? —gruñó Logan, apenas esta abrió la puerta. — Nunca te habías metido en problemas y ahora resulta que debieron ir a sacarte de la cárcel. ¿Qué rayos pasaba por tu cabeza?

—Tampoco le grites Logan. Ella te escuchará bien incluso si no levantas la voz. —lo regaño Sophie, quien venía detrás de él. —Estoy enojada contigo Samara, pero también estoy feliz de ver que estas bien.

—No puedo evitarlo, encima en lugar de llamarnos e informárnoslo, tenemos que enterarnos por este imbécil. —en cuanto señaló a mi padre maldije, se supone que él estaba de nuestro lado.

—Quería hablarlo personalmente y no asustarlos.

—Y yo solo quería que sepan que ella estaba bien. Sí, la detuvieron, pero no porque sea una criminal, sino porque es menor. Y sí, fueron a una fiesta que se descontrolo, pero nosotros también lo hicimos Logan. ¿Recuerdas la cantidad de veces que ambos terminamos detenidos?

—Sí y siempre por tu maldita culpa.

—No te oí quejarte en ese entonces. —si seguía así, mi padre iba a conseguir que Logan se llevara lejos a Samara.

—Siempre te pedimos que dejes las locuras y nunca nos escuchaste, ahora tus hijos lo heredaron de ti. Estaría bien con ello si no arrastraran a mi hija.

—Yo fui porque quise, a mi nadie me obligo. Así que deja de decir que alguien me arrastró papá—Samara debería aprender a quedarse callada, eso le ahorraría muchos problemas.

—Nunca te interesaron las fiestas, ahora si. Me pregunto la razón. —ahora tenía su mirada en mi, y estoy seguro de que en este instante le encantaría poder desintegrarme.

—Sí, yo la invite, me hago cargo de la culpa. No fue mi intención que nada de esto pasara, solo quería que se divirtiera, que pasará un buen rato con amigos y las cosas se descontrolaron. Nunca espere que comenzaran a disparar, pero en cuanto escuché el primero, hice lo posible por sacarla de allí. —¿Qué más podía decirle? Esta era la verdad. —Sabes bien que no haría nada para lastimarla Logan, podría morir por ella.

—No puedo arriesgarme a que esto vuelva a ocurrir, lo siento Aryeh, pero quiero que te mantengas alejado de Samara. Los dos son muy jóvenes aún y no miden los riesgos que sus acciones conllevan. —imaginé que diría eso, pero no hacía que el golpe sea menor.

—Claro que no, no puedes hacer eso papá. ¿Cómo puedes pedirle que se aleje de mi? No estoy de acuerdo. —me acerqué a Samara y le di un pequeño apretón en su mano.

—Solo será por un tiempo, hasta que todo se calme.

—No quiero. Nada de esto fue culpa nuestra. ¿Por qué tengo que alejarme de ti? No quiero.

—Samara esto es lo mejor, pudo pasarte algo. Aún no eres una loba, no sanaras tan rápido. No quiero tener que ser el malo, pero no voy a dejar que vuelvas a exponerte.

—No lo haré, pero no me alejes de él. —entonces volteó a mirarme y vi el dolor en sus ojos, algo que no olvidaría pronto. —Dices que me quieres y no haces nada. ¿Por qué no lo haces?

—Samy, tu padre solo esta viendo por tu bien, no puedo contradecirlo porque ambos queremos lo mismo.

—¿Qué me aleje?

—No, que estés bien. Yo te expuse, quiero cuidarte, hacerte bien y por mi culpa casi termina todo en un desastre. ¿Qué hubiera pasado si una bala te daba?

—¿Por qué piensas en ello? Estoy bien, nada me paso.

—Pero pudo pasar.

—Están siendo injustos, solo ven lo mejor para ustedes ¿Y yo qué? Papá tú estas dejándote llevar por el enojo y Aryeh, yo no te culpo ¿Por qué no dejas de culparte? —no quería lastimarla, pero eso era justo lo que estaba haciendo.

—Samy…

—No, ahora no puedo escucharlos, me iré a casa. —cuando vio que su padre trato de alcanzarla se alejo. —Iré sola.