300. Nuevos Tiempos

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Los rayos del sol esparcían su luz por toda Polis, capital de la Coalición cuando la gran Heda de los Catorce Clanes atravesó con paso firme el gran salón del trono de la imponente y elevada Torre de la ciudad a la que llamaba hogar.

Los embajadores, guerreros de mayor rango y los miembros más distinguidos de las catorce delegaciones se arrodillaron frente a ella inclinando la cabeza en señal de respeto y sumisión cuando tras ascender los breves escalones del trono Lexa kom Trikru, Comandante de la Sangre, Heda de los Catorce Clanes y precursora de la paz y la Coalición se dio la vuelta enfrentándoles a todos.

Con un leve asentimiento de cabeza complacida Heda concedió permiso para que todos ellos se elevasen.

—Embajadores, distinguidos guerreros de la Coalición, os he reunido hoy aquí por un trascendental motivo —anunció ella para atención y desconcierto de muchos—. El regreso de mi heredera se aproxima y eleva mi espíritu llenándolo de paz y gran gozo.

Todos parecieron intercambiar miradas de curiosidad desconcierto y desazón, muchos aún ajenos a la situación.

—Sé que muchos de vosotros no creísteis digna su presencia pero Halena kom Azgeda heredará la Coalición que representáis una vez ponga los pies en Polis.

—Heda —se atrevió a protestar incrédulo uno de los embajadores al oírla y un murmullo se elevó por toda la habitación.

—Ella es Jusheda, Sangre de mi Sangre y nada hará que mis palabras pierdan su valor ni su significado al brindarle tal honor —le interrumpió Lexa afianzando su poder con firmeza—. El hijo que espero en mis entrañas la sucederá algún día dentro de innumerables años cuando Halena abandoné esta orilla y la otra vida reclame su espíritu para unirse al mio en la eternidad que nos espera.

Muchos de ellos que desconocían su estado se miraron y otros la examinaron fijándose por primera vez en la incipiente forma de su vientre difuminado bajo el largo vestido que la ataviaba ceremonialmente.

—Durante estos meses será su mano la que os guíe, será su voz la que ordene y será su sabiduría la que nos muestre un nuevo camino...

Algunos embajadores se exaltaron atreviéndose a elevar sus protestas por el salón. Lexa elevó las manos suavemente endureciendo su rostro al escucharles y mostrándose impertérrita ante su ya tomada decisión.

—Con la maestra adecuada Halena llegara lejos y nada menos que la nueva embajadora trikru para ello —dirigió la mano Lexa hacia su derecha viendo salir de entre las sombras a Luna que ascendió los escalones colocándose a su lado para sorpresa y consternación de muchos que la reconocían de su fallido Cónclave.

—Ella y su clan abandonarán el exilio para unirse a nosotros en estas tierras, y su crimen será perdonado pues juntos lograremos un mayor provecho y labraremos un mejor futuro.

Luna que se mantuvo seria, serena e impasible ante las evidentes protestas y reproches observó a Lexa a su lado totalmente imponente y fría.

—No será ese el único cambio. Los espíritus de los anteriores Comandantes han venido a mi en sueños para mostrarme un mejor camino. No será el Cónclave quien decida quién gobernará tras mi muerte, decidiré yo.

Caras de horror, desconcierto, sorpresa y consternación protestaron pero Lexa continuó hablando con voz pétrea y firme ignorando sus estúpidas bagatelas.

—Los Natblidas de Heda tomarán el mando de cada clan y su Sangre Nocturna les conducirá hasta el mejor de los liderazgos. Todos y cada uno de ellos poseedores de la sangre más escasa y pura conservarán la vida para enseñar a las generaciones venideras y para transmitir con nobleza, lealtad, honor y entereza las enseñanzas pasadas que otros Comandantes han legado a ellos.

Su hijo, su bebé posiblemente nacería con Sangre Nocturna tal y como había nacido ella, no le condenaría a una vida de disciplina, desgracia y prematura muerte por una tradición arraigada y sin verdadero sentido para escoger a un único líder, levantando su posición y consolidándolo en una pila de sangre y muerte.

De ninguna de las maneras si podía elegir otros caminos para ello...

—Los tiempos están cambiando y debemos cambiar con ellos, especialmente ahora que sabemos que una paz real y duradera es posible entre nuestras gentes. Tenéis vuestras dudas, vuestras diferencias, honráis a vuestros clanes y a la tradición que estos confieren, más no os equivoquéis —pronunció Lexa endureciendo su rostro al ver algunas caras de desprecio e incluso de indignación—. La decisión está tomada y no es esta nueva vida que crece en mi quien me nubla el juicio, es la verdad que encierran mis sueños la que conseguirá llevarnos a un nuevo tiempo de paz, unión y progreso. Nuevos y mejores tiempos se aproximan embajadores, comunicadlo a nuestras gentes, se sentirán dichosos al saber que nada deberán temer de los tiempos pasados una nueva era nos espera... y la abrazaremos con esperanza, aceptación y abnegación...—sentenció Lexa con determinación recorriendo la mirada uno a uno frente a ella para su estremecimiento y estupor—. He dicho.

Continuara...

Asumamoslo, Ahora Esto Es Lo Que Somos 3 ... (#TheWrites)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora