Asumamoslo, Ahora Esto Es Lo Que Somos 3 ... (#TheWrites)

320. Bienvenida

A pesar de la cálida luz del sol de la tarde, la arena permanecía tibia y las aguas de la playa que bordeaban la costa de Polis, sosegadas y frías. Solo unas bajas olas provocadas por el incesante movimiento del barco llegaban a la gris orilla rompiendo contra las rocas y dejando en ellas gruesas líneas de lo que parecía ser esponjosa pero acristalada sal.

Sobre la arena de la playa esparcidas por todo el lugar se podían encontrar toda clase de cosas. Grandes y viejas redes cubriendo algunas cajas, cestas y toda clase de enseres. Algunas mantas y ropa, algunas personas y algunos niños que parecían maravillarse con la arena mientras que los adultos transportaban las cosas hasta las carretas de Arcadia.

El traslado estaba siendo un éxito, el barco pronto arribaría a tierra con los últimos habitantes de la plataforma y el clan entero partiría a las tierras próximas de Arcadia las cuales reclamarían como suyas por concesión de la Heda de los Catorce Clanes y por ende, de la Coalición.

Raven que se movió por la playa se llevó la mano a la cadera con disimulo mientras cogía una de las cajas y se la pasaba a otro de los hombres para que la llevase con las otras a la carreta.

Harper que se acercó a ella se sonrió un poco fijándose en cuanta gente había allí.

—Algunos ya han marchado hacia el campamento y lo están levantando ahora. Queda la última remesa y terminaremos aquí.

Raven que se fijó a lo lejos como la marea traía el barco por las nebulosas brisas que se elevaban sobre las aguas asintió fijándose en Bellamy a lo lejos el cual parecía estar colaborando y ocupándose de aquella gente y de que todo saliese bien.

Al principio, no había querido abandonar Arcadia y mucho menos salir de allí. Raven le había convencido de que necesitaba su ayuda porque nada podía salir mal, sabiendo cuan importante era para Octavia que aquello saliese bien. Al llegar a la playa, Bellamy se había mostrado escéptico, apático pero después a medida que aquellas gentes habían ido llegando a tierra, Bellamy se había ido involucrando más y más en la labor hasta conseguirse sentir algo mejor consigo mismo. Y ahora parecía completamente entregado a todo aquello.

—¿Podrías ocuparte de estás cajas que faltan por mi? —le preguntó Raven a Harper con un gesto—. Necesito sentarme un poco.

Harper que se fijó bien en ella ocupó su lugar enseguida.

—¿Te duele la pierna?

—La cadera, pero se me pasará enseguida —contestó Raven mientras se alejaba para acercarse a las rocas y sentarse allí.

Había prometido a Kyle ser sensata y no extralimitarse en esfuerzos. La cadera no podía empeorarle si pretendían tener un bebé.

—¡Aquí ya no queda nada! —gritó Bellamy llevando la última caja hasta uno de los chicos que la trasladó a lo lejos para marcharse de allí—. ¡Ya podéis partir!

Raven que le escuchó viendo a Miller hacerle un gesto de aprobación para poner su carreta en marcha cargada hasta los topes hizo un suave gesto.

—¡Bellamy, eh!

Bellamy que parecía absortó en las tareas se volvió al oírla dirigiéndose por entre las rocas hacia allí.

—Tomate un descanso —le alentó ella con un gesto—. Derrick y los otros no tardarán mucho en venir.

Bellamy que se sentó sobre la arena apoyó cansadamente la espalda contra una roca y pasándose la mano por la frente suspiró.

—¿Imaginabas que habría tan poca gente? —dijo Raven observando a lo lejos—. Cuando hablaban del Clan de Luna imaginaba a una horda interminable de terrestres.