El sol brillaba en lo más alto cuando Clarke kom Skykru, embajadora del Pueblo Celeste en Polis y legendaria Wanheda, Cazadora de la Montaña cruzó con paso firme el largo pasillo de una de las altas plantas de la imponente Torre que coronaba la capital de la Coalición.
La Heda de los Catorce Clanes había sido convocada a una reunión para acordar con el resto de embajadores la transición de mando que convertiría a los jóvenes Natblidas en líderes de cada clan y la formación de nuevos consejos para ayudarles a prestar tal servicio a sus gentes.
Cuando llegó a la habitación de Halena y llamó a la puerta, esta se abrió y la niña ya la estaba esperando sentada en el borde de la cama. En cuanto Clarke cruzó el umbral, Halena levantó la mirada y la enfrentó poniéndose en pie.
Al devolverle la mirada Halena vio como Treior, Aranae y Aden también estaban allí y eso la confundió.
—Halena, ¿qué...? —preguntó ella sin entender nada—. ¿Qué es lo que pasa?
—Clarke, necesito que me escuches muy atentamente, ¿vale? —le pidió la niña cogiendo sus manos para verla a los ojos—. Necesito que creas lo que te voy a decir, necesito que confíes en mi.
—Si, claro Halena... —murmuró quedamente ella si entender a qué venía todo aquello—. Confío en ti.
Aranae que apartó la mirada sintió la mano de Treior posarse en su espalda alentándola y de reojo vio como Aden daba dos pasos hacia ellas.
—Os he mentido, ¿vale? —confesó la niña viéndola directamente a los ojos—. Hashelee no está muerta. Sigue con vida y ha ido a buscar ayuda para derrocar a Ontari y hacerse con el ejercito de la Nación del Hielo.
El rostro de Clarke cambió súbitamente y retrocedió un par de pasos confundida.
—Lo conseguirá, matará a Ontari y se hará con él —dijo firmemente Halena viéndola a los ojos—. Lo he visto y cuando lo tenga, enviará a alguien a por mi madre a Polis.
—Halena, eso no es... eso... tu madre sabe defenderse, ella no permitirá...
—No, escúchame bien Clarke —insistió la niña con vehemencia—. Necesito que saques a mi madre de Polis hasta que yo resuelva esto, llévala a Arcadia. Llévala lejos a cualquier lugar pero no puede estar aquí cuando ellos lleguen o morirá.
Clarke que no supo porque pero la creyó a pies juntillas tragó poniéndose algo más nerviosa antes de hacer un gesto.
—¿Y tú qué vas a hacer? —comenzando a negar se llevó la mano a la cara mirándola y mirando al resto, eran niños. Hashelee era una niña, ¿como era posible que realmente supusiese tal amenaza para Lexa? No, definitivamente no lo entendía—. Halena, ¿si dices que hay peligro aquí como crees que vamos a dejaros solos?
—Podría obligarte a ello, ¿sabes? —advirtió Halena quedándosela viendo unos instantes—. Podría obligarla a ella, pero te estoy pidiendo que si de verdad la amas la saques de aquí.
Aden que se acercó a Halena poniendo la mano sobre su hombro para apoyarla en aquellos duros momentos levantó la vista para ver a Clarke.
—Nosotros cuidaremos de ella —prometió solemnemente él refiriéndose a Halena—. Y nos encargaremos de Hashelee y de lo que está por venir.
Clarke que se dio cuenta de que todos estaban al tanto de aquello y de que parecían tener claro qué hacer y qué no hacer al respecto egoístamente le preocupaba más el bienestar de Halena que el de ninguno de los chicos que pudiese haber en aquella sala y así se lo hizo saber.
—Halena, si te ocurre algo... —comenzó diciendo Clarke tomándola del rostro con preocupación sintiendo la emoción subirsele a los ojos—. Lo que sea, yo...
—Nada malo me ocurrirá, estaré bien —insistió la niña suavemente inclinándose para abrazarla y calmar cualquier temor que tuviese—. Estaré bien, pero no debes decirle nada a ella. No ahora o no se irá de aquí.
—No quiero mentirle, no quiero mentir a nadie nunca más —admitió Clarke entre lágrimas sintiendo un amargo sabor a despedida en aquellas palabras de ella—. Te prometo que regresaremos por ti, te lo prometo.
—Sé que lo haréis —murmuró Halena devolviéndole aquel abrazo con fuerza—. Mantenles a salvo por mi...
—Te quiero mucho, pequeña —murmuró Clarke no pudiendo dejar de admirar su valentía y su entereza después de todo lo acontecido.
—Y yo a vosotras —murmuró Halena sintiendo una lágrima deslizarse en silencio por su cara al sentir todas aquellas abrumadoras sensaciones inundar la habitación.
—¿Seguro que estarás bien? —dijo Clarke al separarse limpiándole las lágrimas del rostro antes de enfrentar nuevamente sus ojos llena de angustia y preocupación.
—No me ocurrirá nada —prometió la niña sonriéndole tierna y tristemente cargada de tanto amor queriendo memorizar aquel rostro que a su madre hacía tan feliz.
Clarke que se inclinó besando su cabeza dulcemente cerro sus ojos deseando con todo su corazón que así fuese antes de separarse de ella dándoles una mirada a todos antes de salir afectada de allí.
Aden que permanecía de pie junto a Halena vio alejarse a Clarke cerrando la puerta antes de mirarla.
—Le has mentido...
—Es mejor así —reconoció Halena reteniendo las lágrimas al mirar fijamente la puerta por la que Clarke había salido.
—Halena...
La joven Anorah levantó su mano haciéndole callar en ese instante,no queriendo ni pudiendo enfrentar nada más en aquel momento.
Clarke obedecería, se llevaría a su madre lejos y así ambas estarían a salvo.Y sus futuros hermanos lo estarían también.
Nada de lo que le ocurriese a ella, debía cambiar eso.
Continuara...
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Asumamoslo, Ahora Esto Es Lo Que Somos 3 ... (#TheWrites)
Fanfiction#1º Premio The 100 Awards 2016. #Premio Prime 2017 Distinción Fluidez En La Trama. #1º Premio Fanfic PremiosParati17. #Nominación Triologías Premios Pluma 2017. #3º Premio Fanfic Saturno Awards 2019. Grandes...