479. Venganza

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Algunos guardias skykrus peinaban el bosque a raíz de lo ocurrido en la celda con Lincoln, cosa que había desencadenado un nerviosismo general y también una situación peligrosa dado que nadie conocía el paradero de Neil Macallan.

Margot se había enterado de lo ocurrido y seguía sin dar crédito de ello.

Harper intentaba consolarla de algún modo a sabiendas de lo que ocurriría cuando le encontrasen, la justicia trigeda.

La guardia personal de la Heda de los Catorce Clanes seguía custodiando, torturando y castigando al trakara por atentar contra la vida de Lexa y está mientras convalecía en la enfermería al cuidado de Jackson, Clarke, Abby y Kane.

Akeyla, su hermana había acudido en cuanto se había enterado de ello y lloraba desconsoladamente por no poder ofrecer su sangre para ella.

Bellamy trataba de convencer a Kyle, a Monty y a Miller de que le ayudasen a encontrar a Octavia antes de que ella encontrase al fugitivo skyrku e impartiese su propia justicia sobre él.

La joven Canciller se había internado en el bosque a caballo hacia ya bastante rato y nadie la había vuelto a ver.

Raven por su parte permanecía junto a Luna a la que Jackson había requerido en la enfermería para una extracción de urgencia que pudiese transfundir a Lexa para facilitar su recuperación.

Derrick y los suyos se preparaban para colaborar en la búsqueda pero entonces un grito atravesó el bosque haciendo que todos volviesen la cabeza hacia su linde.

Octavia le había dado caza no muy lejos de allí, Neil iba a pie y ella... ella era una rastreadora innata que había mejorado mucho gracias a la guía de Lincoln y de los suyos durante el tiempo que habían residido allí.

Murphy que se mantenía sentado en el borde de la pasarela observando la masacre trakara que se llevaba a cabo en el patio exterior, también lo escuchó y dirigió su cabeza hacia los arboles viendo aparecer de entre ellos a una Octavia fría, inclemente e insólita.

Neil estaba atado a una cuerda y tropezaba heridamente con sus propias piernas al tiempo que trataba de seguirle el paso. Octavia jalaba despiadadamente de la cuerda haciéndole avanzar a trompicones sin bajar del caballo y la sangre iba dejando un rastro a su paso ya que una daga cruzaba de lado a lado la pantorrilla del antiguo guardia.

Rápidamente un murmullo se elevó por el campamento y las caras de los reunidos allí paso por momentos de desconcierto, impresión y sorpresa.

Cuando Octavia estuvo lo suficientemente cerca bajo de su caballo con decisión, y se dirigió a Neil tomando la cuerda entre sus manos con fuerza prácticamente arrastrándole hacia el campamento.

En cuanto lo que ocurría llego a oídos de Bellamy, Monty, Miller y él corrieron afuera.

Neil Macallan iba amordazado con un pedazo de tela de la oscura y roja capa de Octavia. La cuerda estaba tan apretada que hacían marca en sus amoratadas y sangrantes muñecas, y sus ropas estaban sucias y manchadas de tierra.

Era evidente que había presentado batalla por su libertad en algún momento y que Octavia le había vencido irremediablemente ahora le arrastraba con crudeza por el patio del emplazamiento en dirección a la asentada nave.

—¡Octavia! —gritó acercándose Bellamy nada más verla de esa manera.

Miller y Monty saliendo tras él se detuvieron al ver la escena comprendiendo ahora lo que ocurría con ellos.

—¡Octavia, para! ¡Detente! —trato de pararla Bellamy llegando a su lado viendo como a Neil le sangraba profusamente la pierna—. Ya está herido. No va a ir a ninguna parte, le tienes.

Octavia parecía completamente indolente, la ira le recorría el cuerpo por entero y no atendía a razones ni siquiera viniendo de él.

John Murphy se fijo en ellos cuando Octavia avanzó por la pasarela, más no intervino. Había matado a Lincoln y si Octavia quería venganza, era cosa suya. Además, a su entender después de conocer todo cuanto había hecho Neil Macallan a gente inocente, ese capullo se lo merecía.

—Octavia, sé lo que sientes pero no tienes porque hacer esto —trató de interponerse Bellamy para que no entrase en la nave viéndola avanzar por la pasarela seguida a trompicones por el herido hombre sabiendo que no podía permitirla cruzar ese limite—. Lexa le juzgará, le hará pagar por ello.

—Quítate de mi camino, Bellamy —le ordenó ella fríamente.

—Octavia, por favor detente —insistió él no pudiendo evitar retroceder unos pasos por su avance—. Mírale, ya está herido. Tú no quieres hacer esto.

—¡He dicho que te apartes! —gritó Octavia al tiempo que le soltaba un duro golpe en la cara, tan duro que Bellamy cayó inesperadamente al suelo junto a Murphy que parpadeo con sorpresa.

Octavia jalo de la cuerda con fuerza y Neil que imploraba a gritos que le soltase bajo la mordaza abrió sus ojos con sorpresa.

Nadie le impediría cobrarse venganza, absolutamente nadie ni siquiera Bellamy.

—Menudo golpe —comentó Murphy desde el suelo junto a la pasarela de la que viendo a Bellamy sangrar por el labio tratando de ponerse en pie—. Tío, ¿estás bien?

Bellamy ni siquiera respondió logró ponerse en pie y seguirles llegando a ellos justo cuando Octavia le metía un empujón a Neil dentro de la primera puerta cerrándola con fuerza.

—¡Octavia! —gritó Bellamy golpeando la puerta con el puño para que lo abriera—. ¡Octavia, no! ¡Déjale! ¡Octavia abre la puerta! ¡Octavia!

Haciendo caso omiso Octavia ya dentro de la sala se volvió hacia Neil, soltando la cuerda llevándose la mano al cinturón antes de sacar una de sus dagas y apretarla en su mano con fuerza.

Ahora no estaba nadie allí para interceder por él, como no hubo nadie en la celda que abogase por Lincoln.

Al darse cuenta de su situación, los gritos de Neil brotaron bajo la mordaza y este se volvió hacia la puerta con las manos atadas arañándola desesperadamente pudiendo oír los golpes y los gritos de Bellamy.

Su suerte estaba echada.

Continuara...

Asumamoslo, Ahora Esto Es Lo Que Somos 3 ... (#TheWrites)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora