470. Casuales Encuentros

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Le había tomado unos pocos días llegar hasta allí, pero al fin Rashesh el hermano de Darshan, cuyo origen Nohara le mantenía apartado de él y de todo había logrado alcanzar la capital y colarse en la imponente torre de Polis hogar de la Coalición y de la Heda de los Catorce Clanes.

Sabía que su presencia allí al igual que la de los suyos era en buena parte indeseada, pero necesitaba hablar con Halena.

Necesitaba desesperadamente hablar con ella.

Avisarla.

Prevenirla del gran mal que acechaba a los suyos y a Heda.

Mientras atravesaba uno de los pasillos discretamente se dispuso a descender la escalera cuando su cuerpo chocó contra el de Yham que cayó de espaldas dispuesta a ascender por ellas.

—Lo siento —se disculpo Rashesh rápidamente agachándose para ayudarla a levantarse.

—No importa —dijo nerviosamente Yham mirando hacia el fondo de la escalera y después a él—. Yo... yo ni siquiera debería estar aquí, será mejor que vuelva.

Rashesh que se fijo en ella y en lo que le llegaba cambió su expresión ligeramente.

—Eres una Natblida.

—Apenas —murmuró la joven algo avergonzada dispuesta a regresar al templo por las escaleras.

—Espera, ¿qué has visto? —preguntó Rashesh al percibir aquel miedo de ella.

Yham que no supo como aquel chico advirtió aquello, se volvió a mirarle algo asustada por lo que fuese que pudiese ver en ella.

—¿Cómo sabes que he...?

—Soy Nohara —admitió él con certeza viendo la expresión de Yham cambiar y retroceder varios escalones hasta casi caer de la escalera—. No, espera no es lo que piensas. No he venido a dañar a nadie, estoy aquí por Heda.

—Yo he de avisarles, he de... —acertó a decir muy nerviosamente ella.

—No lo hagas, por favor —le suplicó Rashesh con prudencia—. He venido porque necesita mi ayuda su heredera. Solo estoy aquí por ella, por favor, por favor...

Yham no supo porque pero algo dentro de ella le pidió que lo creyera y aunque no terminaba de confiarse del todo, tragó y tembló subiendo a tientas un peldaño de la escalera.

—Si no te delato, ¿prometes no decirle a nadie que me has visto en esta escalera?

—Lo prometo —aseguró el Nohara al momento viéndola largos instantes en silencio—. Necesito tu ayuda para acceder a lo alto de la torre. Tú eres Natblida, podrás llevarle un mensaje a Heda.

—No, no puedo hacer eso —repuso la joven Yham con cierta vergüenza—. A mi no se me permite verla, no estoy iniciada aún.

—Eso no importa, necesito que la veas —insistió Rashesh con vehemencia—. Es cuestión de vida o muerte que avises sino a Heda a su heredera.

Yham que cambió la expresión de su rostro no dijo nada pero en su mente todo encajo súbitamente y supo que ella no había sido la única en ver la muerte de Heda.

Algo verdaderamente grave debía estar ocurriendo si un Nohara se atrevía a cruzar todo Polis y a llamar a la puerta de Lexa.

Algo sumamente trascendental, que quizás cambiaría el destino de la Comandante de la Sangre una vez que aquellas revelaciones llegaran a ella.

Continuara...

Asumamoslo, Ahora Esto Es Lo Que Somos 3 ... (#TheWrites)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora