368. Amabilidad y Gentileza

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A medida que las primeras luces del alba clareaban el horizonte de Arcadia, Akeyla avanzó por el pasillo con Dayon profundamente dormido entre sus brazos siguiendo a Bellamy que cargaba con Jarek dormido entre los suyos para conducirla a su nueva habitación, la cual podría compartir más cómodamente con los niños ya que Clarke iba a regresar a la suya, la cual Akeyla había estado ocupando hasta su regreso.

-Aquí estaréis bien, mi habitación no está muy lejos, ni la de Raven -dijo Bellamy en voz baja para no despertar a ninguno de los dos abriendo la puerta para que entrase-. Si necesitáis algo más, Octavia os lo proporcionará, tú solo tienes que pedirlo. Buscaremos una habitación cerca para tu padre, así no estaréis lejos de él ni de tu gente. Y la enfermería está cerca así que Abby y Jackson acudirán si lo necesitas.

Akeyla que echo un vistazo a la sencilla habitación con dos camas y una especie de extraña cama pequeña con barrotes le miró.

-¿Eso es una celda para niños?

-¿Qué? -preguntó Bellamy al volverse a mirarla tras acostar a Jarek con cuidado en la cama dandose cuenta de que se refería a la vieja cuna que alguien había tenido a bien conseguir.

-Oh no, no es... es una cuna... -dijo él acercándose a ella para posar la mano sobre el pequeño y mullido colchón-. Se usa para que los bebés duerman sin caerse, en el Arca no solíamos tener muchas pero con el paso del tiempo algunas se fueron conservando. Pruebala..

Akeyla que pareció desconfiar al principio un poco finalmente se inclinó sobre la cuna dejando suavemente a Dayon sobre el colchón que enseguida se hundió suavemente sobre su peso y plácidamente pareció seguir dormido.

Bellamy que no pudo evitar que su mirada fuese a parar infímamente a su escote al inclinarse más para cubrirle con las suaves sabanitas tuvo que apartar la mirada sintiéndose un tanto acalorado y abochornado por momentos.

-Parecen confortables, ¿verdad?... -se sonrió Akeyla suavemente al fijarse en como Dayon se aferró a la sabanita dulcemente rodándose hacia un lado.

Bellamy que levantó la mirada pillado en falta se precipitó como siempre en su conclusión.

-No las miraba -se defendió Bellamy rápidamente-. No...

Akeyla que levantó la vista, le miró sin entender de qué hablaba.

-Me refería a las sabanas -se sonrió débilmente algo desconcertada ella.

Bellamy que enrojeció al escucharla se dio cuenta de que ella no se refería a lo mismo que él.

-Y... y yo, claro... -contestó precipitadamente Bellamy sonriendo algo nervioso-Y yo.

Santo cielo, ¿pero por qué no se estaría calladito?...

Akeyla no entendió aquel nerviosismo medio sonrió bajando la mirada hacia la cuna.

-Jareh, su padre labró una cesta para él -murmuró con una pequeña sonrisa al recordarlo-. Algo pequeño y al parecer no tan cómodo como él creyó que a Dayon no le gustó.

Bellamy nunca la había oído pronunciarse sobre él la escuchó reír en voz baja.

-Lloraba cada vez que intentaba meterle en ella y las pocas veces que no, se las ingeniaba para darse la vuelta queriendo volcarla para que le cogiese.

-¿Y dónde está ahora? -preguntó Bellamy con curiosidad.

-¿La cesta?

-Su padre -respondió él con un escueto gesto mirándola.

-No estaba hecho para esa vida -se sonrió ella con cierta tristeza-. Era un guerrero y quería morir como tal así que un buen día se despidió de nosotros y se marchó. Su gente había acudido a Luna en busca de un lugar seguro donde recuperarse tras una dura batalla entre el Pueblo Arbóreo y Azgeda. Se quedaron algún tiempo con nosotros, Dayon ya había nacido cuando partió.

-¿Y no le echas de menos? -se arrepintió de preguntar Bellamy al instante en el que las palabras abandonaron su boca.

Akeyla que sonreía aún dulcemente fijándose en el niño se encogió de un hombro con cierta tristeza y conformidad.

-A veces si...

-Lo siento, no he debido preguntar -repuso él al instante no queriendo que se pusiese triste ni nada así-. Es que me sorprende que no se quedase.

-¿Por Dayon, dices?

-Por ti... -dijo Bellamy más sincero de lo que pretendía.

Akeyla que se sonrojó ligeramente bajó la mirada sonriéndose algo apenada.

-Oh no, nunca fui digna de él en realidad... -reconoció ella con cierta resignación y pesar-. Merecía alguien más valiosa, alguien capaz de enfrentar otro tipo de vida a su lado. Pudo haberse llevado a Dayon y me permitió quedármelo, estoy más que agradecida por ello.

Bellamy que se la quedo viendo realmente no entendía como ella podía ser tan "imperfecta" a ojos de los terrestres si a ojos suyos, Akeyla parecía perfecta.

Tampoco podía entender cómo ella misma no se daba cuenta de lo increíble que era.

-Luchar no lo es todo en esta vida, Keily -repuso él acercándose un poco a ella para verla a los ojos-. El verdadero valor está dentro de ti, no en tu piel-dijo Bellamy sincero-. Unas marcas no definen lo que eres, tu sangre si. Y tu sangre revela que eres tan trigeda como el resto de tu clan.

Akeyla que no lo había visto jamás de esa manera se sonrió dulcemente al escucharle bajando un poco la mirada conmovida, Bellamy era siempre tan considerado con ella...

-Tu amabilidad no parece tener fin... -contestó Akeyla sincera al verle hablarle de esa manera-. Sé que no he tenido ocasión de darte las gracias por todo lo que has hecho por mi pero me gustaría mucho dártelas. Has sido muy gentil con todos nosotros desde que llegamos y sé lo difícil que te ha debido resultar.

-¿Por qué dices eso? -preguntó Bellamy desconcertado por esas últimas palabras.

-Porque nos odias -repuso Akeyla algo apenada bajando la mirada.

El rostro de Bellamy que se desencajó cambió súbitamente.

-¿Quién te ha dicho eso?

-He escuchado a tu gente hablar, tranquilo entiendo que nos desprecies -dijo Akeyla comprensiva al levantar la vista y mirarle-. Has perdido a muchos de los tuyos a manos de los míos y eso la paz no lo puede cambiar, solo espero que algún día puedas perdonarnos y alcanzar la serenidad que necesitas para seguir adelante.

Bellamy que fue a decir algo escuchó como alguien asomaba a la puerta interrumpiendo la conversación.

Akeyla que vio aparecer a Luna se sonrió dulcemente algo cansada.

-Luna, hola... -murmuró dirigiéndose a ella-. ¿Qué haces aquí?...

El semblante de Luna parecía más ensombrecido y turbio que de costumbre e hizo que la sonrisa de Akeyla poco a poco se borrase.

-He venido a quedarme con los niños, tu padre necesita hablar contigo. Te está esperando fuera.

-Oh, si claro -había olvidado que su padre se había herido en el rostro con algo antes de que Bellamy la llevase a ver a Jackson-. ¿Está bien?

-Ve -fue lo único que acertó a decir Luna entrando en la habitación.

Akeyla que asintió se sonrió un poco disponiéndose a salir de allí antes de detenerse y acercarse a Bellamy posando los labios sobre su mejilla agradecida.

-Gracias por todo, hablaré con mi padre sobre lo del tratamiento. Que descanses, Bell.

Bellamy que apenas tuvo ocasión de decir nada en cuanto la vio salir comenzando a alejarse por el pasillo se volvió hacia Luna.

-¿Vais a explicar Octavia y tú qué es lo que está pasando con ella?

Luna que volvió la cabeza devolviéndole la mirada hizo un sereno gesto.

-Pronto lo averiguaréis tú y el resto.

Continuara...

Asumamoslo, Ahora Esto Es Lo Que Somos 3 ... (#TheWrites)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora