450. Ella Debe Saberlo

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En aquel momento, no le importó.

Le dio igual la traición.

Sabía muy bien lo que ella iba a sentir cuando se enterase, y aún así no pudo ni quiso evitarlo.

Maldiciendo su suerte, Aden jaleó a su caballo, fustigando con fuerza su grupa mientras este atravesaba el bosque a toda velocidad.

Las hojas cayeron a su paso, las ramas crujieron al romperse bajo las veloces y poderosas patas y las gotas de los pantanosos charcos salpicaron todo a su enérgico paso.

Debía darse prisa, llegar a Arkadia antes de que fuese demasiado tarde.

Heda debía saberlo.

Ella debía hacer algo para salvarles.

Halena era responsabilidad suya y ahora mismo más que a nada en el mundo la necesitaba.

Ontari la necesitaba, Roan muy a su pesar la necesitaba.

Aquello era importante, importante de verdad.

Una cuestión de vida o muerte.

Halena había querido mantener a Lexa fuera de todo aquello.

A salvo, lejos de la lucha y la dura contienda.

Para Halena kom Kongeda, Lexa era mucho más que la Heda de los Catorce Clanes, ella era su madre. La única que se había ganado el derecho a reclamar tal titulo y por la cual, Halena moriría una y mil veces antes de poner en riesgo su vida y la de sus pequeños.

¿Quién era Aden entonces para quebrantar aquella decisión? ¿acaso desconfiaba de la palabra o las intenciones de la Anorah al querer mantenerla lejos de si? ¿de verdad iba a traicionar su confianza una vez más acudiendo a la única persona con poder para ayudarla sin siquiera decírselo?

Aden supo exactamente cual era la respuesta a aquella pregunta en cuanto atravesó la linde del bosque viendo a lo lejos en el valle desdibujarse el asentamiento de Arkadia y del nuevo territorio de Floundonkru.

Continuara...

Asumamoslo, Ahora Esto Es Lo Que Somos 3 ... (#TheWrites)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora