314. Lo Entiendo

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Durante la madrugada, las temperaturas habían descendido un par de grados en el desierto de Nakshatra pero ahora que el alba cosquilleaba en el horizonte apenas parecía notarse en el cargado ambiente.

Aletargadamente Aranae consiguió abrir al fin los ojos lentamente aún embriagada por la sensación de dolor. Una aguda punzada recorrió su vientre irradiando el dolor al resto del cuerpo cuando sin querer se movió y la manta con la que la habían cubierto para protegerla del frío del lugar rozó con su descubierta herida.

Un bajo siseo escapó de sus labios al tiempo que sus manos buscaron el origen del dolor bajo la curtida tela y cerró sus ojos notando la zona aún caliente.

¿Qué había pasado?, se preguntó sin entender.

¿Cómo había ocurrido aquello?...

¿Cómo había terminado así?...

¿Cómo?...

Treior que levantó la vista del suelo al escuchar su siseó cambió la expresión de su cara con mayor preocupación y se sonrió débilmente al verla de nuevo despierta.

—Hey, hey Aranae... —susurró suavemente él apartándole un poco la manta para que pudiese moverse mejor y no se hiciese daño—. Hola...

La morena Natblida le devolvió la mirada aún algo adormilada y tembló ligeramente al ver a Treior allí mirándola con cariño y preocupación.

—Treior...

Treior sonrió suavemente al ver que le reconocía y llevó la mano a su rostro acunándole la mejilla contento de verla despierta.

—¿Creías que podías irte sin despedirte primero de mi? —bromeó en voz baja él para hacerla sonreír un poco—. Porque tienes que saber que no te librarás de este idiota tan fácilmente...

Los ojos de Aranae que se llenaron de lágrimas lucharon por no derramarlas mientras una triste y contenida sonrisa asomó a sus labios sintiéndose verdaderamente patética por haber resultado herida de aquella forma tan torpe.

—Mi... mi hermana...

Treior que tragó un poco intentando no pensar demasiado en Hashelee en aquel momento puso buena cara apartándole suavemente las manos del vientre para que no se lo tocase.

—No va a volver, ¿vale?... No te preocupes ahora por eso, ¿vale? —murmuró él sacudiendo un poco la cabeza acercando su mano a la mesilla para coger un vaso con algunas hierbas que Darshan había preparado para ella—. Ten, bebe un poco te sentará bien...

Aranae que se incorporó un poco con esfuerzo mientras las lágrimas le caían por el rostro sintió a Treior acercarle el vaso a los labios bebiendo un pequeño y desagradable sorbo que la hizo arrugar la nariz.

—Demasiado amargo...—musitó ella viendo a Treior acercarlo de nuevo para que bebiese más.

—Lo sé pero te ayudará a sanar por dentro —dijo él viéndola beber amargamente con un agrio gesto.

Aranae tosió un poco y se llevó la mano al vientre sintiendo doliente y tirante la piel.

—Tranquila, tranquila... —la apoyó Treior llevando la mano a su espalda para sujetarla dejando con la otra el vaso en el suelo—. Con calma...

Aranae que exhaló sintiendo el estomago arder desde dentro tragó apartándose un poco las lágrimas con la mano tratando de incorporarse al recordar el motivo que les había llevado a todos allí.

—Halena...

Treior que se dio cuenta de su intención la paró tratando de recostarla de nuevo.

Asumamoslo, Ahora Esto Es Lo Que Somos 3 ... (#TheWrites)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora