433. Deshechos

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Ecos de los sonidos, la música y las voces que habían acompañado en todo momento la celebración skykru parecían más lejanos ahora que las primeras luces del día comenzaban a clarear en el cielo.

Había sido una buena noche. Una de esas noches mágicas e inolvidables y aunque los skykrus habían tenido la deferencia de invitarla, tal vez se había sentido algo fuera de lugar allí.

Sus brindis, ofrecimientos y dedicaciones parecían no tener fin y aquel elixir casero que ellos mismos elaboraban y poseían, no se parecía en nada a cualquier otra cosa que hubiese probado en su vida.

Quizás no estaba acostumbrada a ello...

Quizás aquella poderosa y amarga bebida se había sumado a todo aquel cansancio acumulado, a todo aquel estres que había sufrido durante tantos y tantos días. Quizás los últimos acontecimientos la habían llevado a un estado que ella misma no creía ni que tenía...

El caso era que Luna había pasado de la serenidad, a la cálida alegría, de la satisfacción al amargo pesar y tras ello, a una sensación que no identificaba como tristeza pero que si se asemejaba mucho a ello. Fuese como fuese, Luna se sentía como nunca antes y sus sentidos le parecían estar algo aletargados por momentos.

Era tanto el dolor que guardaba en su interior, que atesoraba en silencio que quizás este se había colado por algún resquicio queriendo emerger a la superficie.

Había perdido su hogar, un hogar que le había llevado sudor, lágrimas y sacrificio sacar adelante y a pesar de tener uno nuevo, de algún modo seguía sin sentirse parte del todo de él. Había recuperado el afecto y la amistad que Lexa una vez le profeso y aún así, verla comandar era un constante recordatorio de como y porque, la muerte de otros como su hermano antes que ella las habían conducido allí.

Por otro lado, había dado refugio y abrigo al padre de Lexa ignorante del todo de los crímenes cometidos en su turbio pasado y que él, había tenido a bien no contarle. Había fracasado estrepitosamente al tratar de cuidar a Akeyla, pues esta no solo había empeorado sino que su enfermedad parecía haber evolucionado a peor y había tenido que recurrir a la medicina skykru para tratarla.

Había visto a muchos de los suyos perecer, fracasar y volver al mundo al que una vez prometieron no regresar y del cual habían huido acudiendo a ella para la expiación de sus almas.

La partida de Lincoln, tan dolorosa como inesperada la había tomado por sorpresa y aunque jamás admitiría esto ante Octavia, no solo la había decepcionado sino que el acto que le había llevado a tomar tal decisión, le había causado estupefacción y horror.

Este mundo, no era el mundo que un día abandono y cada vez tenía menos claro si el lugar que Lexa le había otorgado en él, era el adecuado...

Con aquellos pensamientos en mente, se dirigió por el pasillo hacia la enfermería. Quería asegurarse de que los suyos estuviesen bien pero sobretodo, Akeyla y Murphy el cual había acogido bajo su protección.

Desconocía el motivo por el cual lo había hecho y sabía el rechazo que ocasionaría en Derrick pero aquel chico la necesitaba y ella se sentía en la obligación de estar ahí para él.

Por aquellos para los que una vez no estuvo, por aquellos para los que estuvo y fracaso, por todos aquellos que la necesitaron un día y a los cuales falló...

Seguía sin entender porque se sentía así, porque ahora después de tantísimo tiempo soportando el dolor, evadiéndolo, disipándolo, ¿por qué ahora, de repente había hecho su desoladora y completa aparición?...

¿Qué le ocurría?...

Nada más entrar por la puerta de la enfermería todo aquel olor a antiséptico logró desorientarla vagamente, tanto que al intentar apoyarse de una bandeja auxiliar por poco la tira al suelo. Apartó las manos de inmediato ante el metálico y estruendoso sonido y se apresuró a tratar torpemente de colocar los instrumentos que se habían desorganizado con el brusco movimiento.

Asumamoslo, Ahora Esto Es Lo Que Somos 3 ... (#TheWrites)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora