El niño temblaba como una frágil hoja al viento acurrucado contra la esquina de la gélida y destartalada habitación.
La fiebre le hacía estremecer y tiritar presa de la conmoción y la sangre que resbalaba pesadamente por su rostro y su cuello.
Ante él, con trémulas manos una muchacha unos pocos años mayor sostenía a duras penas una espada mientras enfrentaba a tres de los guardias de la Fortaleza del Hielo que la habían atacado. Otro, yacía muerto en el suelo no muy lejos de ella.
—¿Por qué no te rindes ya?
—¡Vamos, niñita...! —la alentó otro espada en mano—. ¡No tienes nada que hacer, la reina Nia ha ordenado que...!
La chica que escuchó el nombre de la cruel reina, escupió sobre la cara del hombre y con un rápido movimiento le golpeó en la cara con la empuñadura de la espada aprovechando el descuido de él al soltar la suya y llevarse las manos a los ojos.
Los otros dos guardias intentaron reaccionar pero ella se agachó al tiempo que ambos se precipitaban hacia ella chocando el uno con el otro.
—¡Suficiente! —tronó la autoritaria voz de Nia alzando la mano con un gesto hacia sus hombres que se disponían a levantarse para atacarla.
La chica levantó la mirada rápidamente temblorosa aún espada en mano y se tensó reconociendo la imponente figura. Tras la gélida reina, Roan que tendría más o menos su misma edad acompañado por tres de sus guardias se detuvo.
—Así que tú eres la pequeña ladrona que tantos estragos ha causado entre mis filas —murmuró reflexivamente Nia, observando detenidamente a la muchacha—. Pero si eres una cría...
Roan que se tensó al escuchar como el tono de voz de Nia se crispaba con puro despotismo contempló la fiereza en los ojos de la joven y a la figura herida que había tras ella, la cual parecía tratar de proteger.
—¿Os ha podido una cría? —preguntó Nia con sorna volviendo ligeramente la cabeza hacia sus hombres con una cínica sonrisa—. Solo por eso, mereces que te permita vivir y a ese... engendro harapiento que hay tras de ti...
—¡Se llama Keryan y no es ningún engendro, zorra arrogante! —contestó la chica dando un paso feroz hacia ella—. ¡Tiene mucho más valor y coraje de lo que nunca va a tener ese cobarde malcriado tuyo! —añadió ardiendo en deseos de que la provocase y poder así cortarle el cuello con sus propias manos.
El rostro de Nia se enervó enrojecido de pura cólera pero a pesar de que sus guardias se dispusieron a actuar ella les detuvo con otro gesto.
—Así que crees que ese estúpido crío vencería al mío, ¿eh?...
Roan que tragó saliva conociendo bien a su madre, supo antes incluso de que reparase en él que iba a hacerlo.
—Roan, ¿qué tienes tú que decir a eso?
Roan supo que debía quedarse callado porque dijese lo que dijese su madre, ya tenía tomada de antemano la decisión.
—Esta cría te está desafiando, a ti príncipe de la Nación del Hielo —anunció ella con una gélida sonrisa—. ¿Crees que debes permitirlo?...
La expresión en el rostro de la chica mermó pues supo en aquel preciso instante que había cometido un error fatal que colocaba a su hermano en la posición más delicada ahora mismo.
—¡Contesta, cuando te hable! —le reprochó Nia a su hijo que se sobrecogió de puro miedo.
—No, madre.
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Asumamoslo, Ahora Esto Es Lo Que Somos 3 ... (#TheWrites)
Fanfiction#1º Premio The 100 Awards 2016. #Premio Prime 2017 Distinción Fluidez En La Trama. #1º Premio Fanfic PremiosParati17. #Nominación Triologías Premios Pluma 2017. #3º Premio Fanfic Saturno Awards 2019. Grandes...