451. No Pararse A Pensar

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Hacía apenas media hora que una débil llovizna había comenzado a caer sobre las inmediaciones de Arkadia y parte del nuevo asentamiento Floukru.

Era de esperar, pues las nubes llevaban todo el día amenazando sobre el horizonte y la fría brisa que corría no hacía más que atraer olor a tierra húmeda y densa madreselva.

Los trabajos para mejorar las ahora compartidas instalaciones no habían cesado ni un momento bajo el liderazgo de las manos expertas de floukrus y skykrus, más parecidos a un solo pueblo de lo que muchos jamás podrían haber imaginado.

La presencia de Lexa kom Trikru, Comandante de la Sangre y Heda de los Catorce Clanes había sido muy oportuna y apreciada sin duda por todos, dadas las circunstancias que rodeaban aquella beneficiosa unión. A pesar de que para todos era un secreto a voces lo que realmente había traído a Arkadia a la Comandante.

Wanheda.

Nadie esperaba que su aciago pasado fuese a reencontrarse con ella allí en forma de un padre perdido y una familia de sangre que hasta entonces para ella había sido desconocida.

Que inesperadas alegrías e infortunios deparaba la vida, solía pensar a menudo ella.

Había sido tiempo de reencuentros, desencuentros, descubrimientos, conspiraciones, secretos revelados, traiciones desconocidas y otras manifestaciones de lo que es capaz el ser humano bajo las circunstancias apropiadas.

Todo un misterio.

En la plataforma, en el mar que había sido hasta ahora el hogar del Clan Floudonkru las cosas no habían sido fáciles desde luego, pero siempre había prevalecido la verdad, la supervivencia y la lealtad.

Pilares fundamentales para una convivencia próspera y valiosa.

Si, bien cierto era que habían vivido momentos complicados, arduos y duros pero si por algo se habían caracterizado siempre había sido por mantenerse unidos ante cualquier adversidad.

Para Luna kom Floudonkru, ser consciente de que albergaba entre sus filas a un mentiroso, a un traidor, a un paria trikru en el que había depositado toda su confianza creyendo fielmente su palabra junto a Derrick, su mano derecha y compañero, su más leal aliado y quien lideraba junto a ella con mano firme en la plataforma, había supuesto una dura e insidiosa decepción.

A cada minuto que pasaba se encontraba más y más cerca el momento de juzgar a Zaffron por sus crímenes contra Lexa.

Aquello iba a ser un duro golpe para el clan pero sobretodo para Akeyla y Jarek, con suerte el pequeño Dayon no notaría su ausencia dada su corta edad, y posiblemente Derrick lo pasaría mal durante algún tiempo. Para Derrick, Zaffron era como un hermano, un camarada, uno de los primeros en poblar la plataforma y en ayudarles a forjar el futuro del clan dejando atrás un doloroso pasado que enterrar.

Luna sin duda, desconocía cuan deshonroso había sido al acogerle y había confiado en él. Derrick creía entender que también, por lo que aquello no tendría un fácil arreglo. No se subsanaría ni enmendaría sin sangre de por medio y era comprensible que la Heda de los Catorce Clanes, la exigiera para cobrarse justicia por los agravios sufridos.

Había sido una transición dolorosa, primero dejar atrás su hogar, luego Lincoln, después Zaffron y ahora... ahora ella.

Luna cerró sus ojos pesadamente e imploró para si toda la sabiduría y la abnegación de la que otros descendientes de Becca Pramheda habían sido poseedores, y de las que ella creía carecer en aquellos momentos de su vida para si, que la ayudasen a seguir adelante.

Asumamoslo, Ahora Esto Es Lo Que Somos 3 ... (#TheWrites)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora