Asumamoslo, Ahora Esto Es Lo Que Somos 3 ... (#TheWrites)

438. Horror

El sonido de unos sordos pasos por el pasillo hicieron que tanto Marcus Kane, ex Canciller de Arcadia y Eric Jackson, el que hasta ahora había sido medico de confianza del Arca bajo la supervisión de Abigail Griffin, la doctora al mando y miembro del Consejo levantasen la cabeza.

Los guardias que custodiaban el pasillo se apartaron a lo lejos, y Abigail se dirigió a la celda sin abrir la puerta escrutándoles a ambos a través del cristal.

—Abby... —murmuró Kane poniéndose en pie nada más verla.

Abigail que en aquel instante no podía ni mirarle a los ojos dirigió su mirada a ambos.

—Sabéis porque estoy aquí, ¿verdad?

—Abby, lo siento muchísimo yo...—comenzó diciendo Kane con gesto sentido que la buena doctora deshecho al instante.

—No quiero oír tus disculpas, no quiero oír nada de vosotros dos que no sea dónde está esa niña —le interrumpió Abby a mano alzada para frenar sus palabras de disculpa.

Kane que trago despacio miro a Jackson y después a Abigail bajado la mirada al suelo.

—Fue... fue todo tan complicado, si me dejases explicarte, si me dejases...

—No —repuso Abigail duramente sintiendo su corazón golpear con fuerza bajo su pecho. Necesitaba respuestas, no disculpas. Harper las necesitaba aún más.

Jackson que parecía preocupado por ella tragó despacio.

—Abby, tu corazón...

Abigail que ignoró su suplica le dirigió una dura mirada.

—El de esa niña y el de su madre, me preocupan aún más, ¿qué hicisteis con ellas, Jackson? —le interrogó la doctora con dolor en la voz incrédula al no reconocer a quienes tenía delante—. ¿Cómo fuisteis capaces?...

Jackson que apartó la mirada vio a Kane bajar la suya al suelo.

—Warren Larson era amigo nuestro, Marcus. Creció con nosotros, conocía a Clarke desde que era una niña... —escupió entre lágrimas de rabia Abigail pensando en las innumerables veces que estuvo cerca de su hija, cerca suyo en su casa sin saber el monstruo que realmente era—. Y vosotros... yo confíe en vosotros, confiaba en que erais buenos, en que...

—Abby, por favor debes escucharme creí que era lo mejor, que era... —la interrumpió Kane angustiado al verla así.

—No sabíamos que clase de repercusión tendría si... —intentó Jackson de otra manera.

Abigail que se apartó las lágrimas de bruscas maneras sacudió la cabeza, de ningún modo iba a caer en eso. Se les acabó el juego.

—¿Dónde está la niña? ¿qué hicisteis con ella?

Marcus que bajo la mirada sacudió la cabeza débilmente con vergüenza.

—Yo... me desentendí, no quise saberlo.

La mirada de Abigail paso de ser de enfado a decepción antes de posarse inquisitivamente sobre Jackson que tardo varios segundos en reunir valor para mirarla.

—La tiene... la tiene Margot... —admitió él con voz trémula bajando arrepentido la mirada—. La tienen Neil y Margot Macallan...

Los ojos de Abigail se abrieron súbitamente entre la sorpresa, la indignación y la contrariedad. Neil había sido y era uno de los guardias del Arca, uno de los mejores amigos de Larson, casi como un hermano para él. Y Margot era... era tan dulce, tan...

—Ella no sabe nada —confesó Jackson con verdadero dolor al atreverse a enfrentar su mirada, viendo el rostro de Kane encararse con él—. Cree que su madre murió en la Estación Alfa al nacer ella y que a su padre le flotaron.

El rostro de Abigail se contrajo entre las dudas, la rabia y el dolor. Aquella pobre mujer estaba criando a una hija que no le pertenecía y a la cual estaba brindando desinteresadamente su amor, ¿y su marido no contento con mentirle, había sido cómplice de aquella absurda sin razón?...

—Creo que voy a vomitar... —murmuró Abby sintiendo las amargas lágrimas en sus labios mientras miraba a los monstruos mentirosos, manipuladores y viles que tenía ante ella sin reconocerlos.

—Abby...

—No puedo creer que... no puedo... —no, no le cabía tanta locura en la cabeza, sencillamente no le cabía—. ¿Cómo habéis podido hacer una cosa así? ¿cómo podéis seguir respirando y durmiendo sin que la conciencia os torture de esta forma? ¿cómo... cómo no... cómo no pensasteis en que lo que hacíais era tan poco correcto? ¿qué clase de personas sois?...

—Abby, escucha...

—Sabía que Margot la cuidaría bien, lo siento...

—Cállate —casi le gritó Abigail sumida en el dolor, había revisado constantemente a aquella pequeña igual que a todos los niños supervivientes del Arca y jamás ni remotamente se le pasó por la cabeza quién era realmente—. No quiero oírlo, no quiero oíros a ninguno de los dos. Lo que habéis hecho no tiene nombre, no tiene perdón y espero... no...—dijo Abigail entre lágrimas con dolor en el corazón—. Deseo que Lexa, haga justicia con vosotros por ello...

El rostro de Kane cambió, y el de Jackson vacilo pues ambos no la creían capaz de no interceder ante la poderosa Heda por ellos pero ahora... ahora ya no estaban tan seguros de ello y les separaba un solo paso de la muerte.

—Abby...

—Por favor...

—Que os floten a los dos —escupió ella sin pesar alguno sacudiendo la cabeza con la más profunda decepción antes de dar media vuelta y marcharse de allí.

La suerte no había forjado su tempestuoso destino, sus decisiones si y ahora ambos debían enfrentar las consecuencias con la misma cobardía con la que llevaron a cabo tal artimaña y acto atroz.

Sintiéndolo en el alma, con ella ya no contarían, no...

Continuara...