480. Transfusión

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Akeyla kom Floukru hermana de la Comandante de la Sangre y Heda de los Catorce Clanes a la cual habían atacado y herido gravemente, permanecía de pie en una de las salas de la enfermería aún con la angustia metida en el cuerpo, temblando y pendiente del estado de su hermana a través de una acristalada pared.

Luna, líder del Clan Floudon Kru seguía sentada en una camilla con una aguja enterrada en su brazo mientras la Sangre Nocturna que compartía con Lexa recorría una fina manguerita que terminaba en una bolsa en lo alto.

En su estado, Lexa necesitaba toda la sangre posible para sobrevivir y estaba claro que su hermana, no podía ser una candidata ahora mismo dada su medica condición.

Akeyla se sentía devastada, impotente ante aquella situación. Tan inútil e insignificante como se había venido sintiendo siempre entre su gente.

Raven que tras inyectar a Luna se apartó de la camilla se dirigió a la puerta de un pequeño refrigerador, sacando de él varias bolsas de suero con el sello del Monte Weather aún estampado en su transparente exterior, empezó a disponer todo sobre una bandeja para atender a Luna tras la transfusión.

Agradecía que este nuevo embarazo no se pareciese demasiado al anterior ya que el olor a antiséptico, a fresca sangre y a desinfectante, le hubiese provocado nauseas desde el primer instante y lo ultimo que necesitaba, era sentirse una carga más dada la situación.

—Jackson ha dicho que debemos mantenerte hidratada en el caso que hiciese falta algo más de sangre cuando después —dijo Raven con manos temblorosas escuchando todo aquel barullo fuera.

Los gritos de Bellamy se colaban por el pasillo y los sonoros golpes de sus puños mientras este trataba de abrir alguna puerta.

La muerte de Lincoln había sido algo inesperado, fortuito y trágico que les había tomado a todos por sorpresa.

—No deberías sentir dolor por la extracción pero es posible que te sientas algo débil y mareada —advirtió la skykru acercándose después a la camilla colgando el suero en lo alto del soporte disponiéndose a introducirle el suero a través de la via de su mano.

Luna que apenas había dicho nada, tenía la mirada fija en la gruesa capa de cristal frente a ella, podía ver a Lexa aún anestesiada tendida sobre la camilla y los constantes pitidos de los monitores controlando su pulso y su respiración.

—Vuestro sanador es igual de bueno que Abby, ¿verdad? —preguntó a tientas Akeyla con la emoción y la preocupación llenando sus ojos.

—¿Jackson, dices? —preguntó Raven sintiendo algo de dolor al pronunciar aquel nombre evitando mirarla y concentrándose en la via—. No es Abby pero si, supongo que si.

—¿Cómo ha podido pasar algo así? —volvió a decir Akeyla sin dejar de mirar a su hermana a través del cristal—. Existe un riesgo, siempre existe un riesgo pero lo que ha ocurrido es... ha hecho mucho por todos nosotros, no se merecía algo así.

—Se pondrá bien, tranquila —murmuró Raven queriendo tranquilizarla desde su sitio ajustando el goteo a Luna—. Jackson ha hablado con Abby y ha dicho que por ahora está fuera de peligro.

Akeyla que se sentía de lo más sobrepasada se paso la mano por la cara presa de la angustia y del dolor.

—¿Cómo voy a decírselo a Jarek?

—No lo hagas —le dijo Raven levantando la mirada para verla desde el centro de la habitación—. No tiene porque saberlo.

—Pero ella es su sangre, su hermana y...

—Es un niño, Keily —la interrumpió Raven quedándosela viendo—. No tiene porque saber esto, no tiene porque sufrir si podemos evitárselo.

—¿Me estás pidiendo que le mienta, Raven? —le preguntó la floukru volviéndose a mirarla un tanto incrédula.

—Te estoy pidiendo que le protejas de la realidad —la corrigió la ingeniera mirándola con sinceridad.

Akeyla no supo que decir a ello y algo aturdida y angustiada trago volviéndose a ver a su hermana con dolor.

Tal vez Raven tuviese razón, tal vez debía evitarle aquel sufrimiento a su hermano menor. En el mundo en que vivían tanto los niños como los adultos compartían la verdad de cada situación. No se les endulzaba, se les preparaba para ser fuertes, para ser férreos, en definitiva intentaban mantener y mejorar cada nueva generación criándolos bajo los preceptos de la ley trigeda y todo cuanto suponía aquella adoctrinación.

—Luna, ¿no crees que en esto llevo razón? —la interrogó Raven bajando la mirada a la líder floukru viéndola sumida enteramente entre sus pensamientos—. ¿Luna?

La Natblida levantó la mirada al oír pronunciar su nombre y después apartó su rostro afectado de ella escuchando los gritos, los golpes y las voces provenientes del pasillo exterior.

—Lincoln ha muerto —susurró apenas para si intentando comprender lo ocurrido.

Akeyla que se volvió al escucharla fue consciente por primera vez de aquel fatídico hecho y tragó mientras sus ojos se llenaban de lagrimas lentamente en silencio.

Comprendía el dolor de Luna, comprendía cuanto lamentaba la perdida del guerrero trikru el cual había sido como un hermano para ella en incontables ocasiones y el cual a lo largo de los años se había hecho un hueco en su corazón.

Raven trago saliva y tampoco quiso pensarlo demasiado, le dolía el corazón.

—Todo va a ir bien, ¿de acuerdo? —se atrevió a decir la ingeniera un tanto afectada tratando de sonar lo más sincera posible—. Superaremos esto, lo superaremos todo.

Quiso creer Raven kom Skykru, necesitando para su bebé que este fuese un mundo mejor.

Continuara...

Asumamoslo, Ahora Esto Es Lo Que Somos 3 ... (#TheWrites)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora