384. Lo Siento...

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La madrugada había caído sobre Arcadia cuando Monty escuchó el sonido de la cisterna irrumpió a través de la puerta en la habitación haciendo que por unos momentos se desvelase.

Llevaba dos días entregado completamente al trabajo junto a Sinclair, Kyle y Raven y ya casi habían restablecido por completo los suministros de la parte de la nave que al caer había quedado inhabilitada.

Abrazado a la almohada como estaba, miró adormilado el espacio vacío que Harper había dejado en la cama y el ruido de la puerta del baño al abrirse captó su atención.

Harper que apagaba la luz del baño en aquel momento, salió descalza a la oscura habitación tan solo cubierta por su ligero camisón lila cuando regresó a la cama en silencio y se acostó de nuevo.

Sentía el estomago aún revuelto y le temblaba todo el cuerpo. Acurrucándose en el borde de la cama se cubrió con las sabanas y la abrigada manta nuevamente y trató de cerrar sus ojos para tratar de conseguir dormir algo al menos esta vez.

Monty no tenía ni idea de qué hora era, ni prácticamente donde estaba pero ahora que aquel ruido había interrumpido su sueño, la imagen de ella en el umbral de la puerta había sido demasiado tentadora para él que reptando un poco bajo las sabanas pegó su cuerpo al suyo notándola tensarse.

—Mmmm... —susurró Monty muy cerca de su oído posando la mano sobre su brazo bajo la sabana para acariciarla—. Estás tan sexy con ese camisón...

Harper que se tensó aún más ligeramente tragó advirtiendo sus intenciones antes de llevar su mano a su brazo para apartar la suya. Había vuelto a vomitar y no se encontraba nada cómoda en aquel momento.

—Tengo mucho sueño...

Monty que medio sonrió al escucharla creyéndola hacerse de rogar insistió una vez más acercando sus labios a la piel desnuda de su hombro antes de besarla mientras su mano viajaba por encima de su costado antes de acariciarla nuevamente.

Harper que se removió trató de apartarle la mano nuevamente comenzando a sentirse algo sobrepasada.

—Monty, he dicho que estoy cansada...

Monty que la observó unos instantes agazapado tras su hombro se inclinó volviéndola a besar antes de volver a poner la mano esta vez sobre su cadera deslizando poco a poco hacia arriba el bajo de su camisón.

—Oh, vamos... —susurró él en su piel sintiéndola algo tensa—. ¿No te apetece ni siquiera un poco?...

—Ahora mismo no, lo siento...—murmuró Harper devolviendo el bajo del camisón a su lugar sintiendo el pesar de muchos recuerdos recaer esa noche sobre ella tratando de reacomodarse bajo las sabanas.

Monty que creyó poder convencerla intentó nuevamente deslizar la mano por su muslo perdiéndola lentamente bajo la tela.

—¿Ni siquiera si hago esto?...—murmuró muy cerca de su oído al tiempo que sus dedos la acariciaban sobre la tela de su ropa interior.

Harper que dio un respingo en la cama al sentir se volvió hacia él furiosamente.

—¡Te estoy pidiendo que te estés quieto, Monty! ¡Estate quieto!

Monty que se quedo completamente parado al escucharla gritar así se dio cuenta de que algo iba realmente mal y se volvió encendiendo la luz de su mesilla antes de volverse a verla.

—Harper, ¿qué...? —preguntó contrariado y confuso antes de verla apartar la mirada llevándose la mano a la cara algo temblorosa y sobrepasada. Monty que pudo ver ahora a la luz el rastro de humedad que había quedado en sus mejillas se incorporó en la cama con preocupación.

—Lo siento... —se disculpó Harper sintiendo sus ojos llenarse de lágrimas bajo su mano mientras un profundo dolor yacía en su corazón no permitiéndole volver a la realidad de aquel momento—. Lo siento mucho, yo... no sé... no sé que me ha pasado, yo... lo siento...

Monty que se preocupó mucho más aún al verla así se arrodilló en la cama posando las manos sobre sus brazos para atraerla hacia él y abrazarla sospechando ya a qué venía todo aquello.

—Shh... no pasa nada tranquila, Harper... tranquila...

—Lo siento... —repetía Harper compungida sin parar de temblar mientras las lágrimas resbalaban por sus avergonzadas mejillas—. Lo siento...

Monty que la rodeó con sus brazos queriendo darle toda la protección que Harper necesitaba en aquellos momentos comprendió que por nada del mundo debía dejarla sola en aquellos momentos.

Desde aquella fatídica pero no intencionada conversación algo parecía haber cambiado en ella, algo había desaparecido o se había roto. Apenas había podido comer o dormir y mucho menos estar a solas con él y aquello comenzaba a preocuparle.

—No pasa nada, ¿vale?... —intentó confortarla él sintiéndola llorar bajo sus propias manos sin dejar él de abrazarla—. No pasa nada...

Sus palabras sin tener intención de ser nada más que eso, palabras... habían conseguido remover demasiado en ella y ahora lamentaba tanto la estúpida conversación que habían compartido con Raven y Kyle que temía el poder perderla.

Harper no podía continuar así, no podía...

Tenía que hacer algo, algo que la ayudase, algo que la consolase... algo que la hiciese volver a ser la Harper qué ella era.

Su Harper...

Continuara...

Asumamoslo, Ahora Esto Es Lo Que Somos 3 ... (#TheWrites)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora