Asumamoslo, Ahora Esto Es Lo Que Somos 3 ... (#TheWrites)

413. La Delgada Línea

—Puedes apostar que si.

En cuanto esas palabras abandonaron determinantes la boca de Raven al tiempo que esta deslizaba el seguro del arma con la cual apuntaba a Jackson a la cabeza, este palideció.

—Raven, ¿pero qué...? —preguntó presa del pánico y el asombro mirando por inercia nerviosamente la puerta cerrada tras ella—. ¿Qué estás haciendo?

Raven que se le quedo mirando fijamente, inclinó ligeramente la cabeza antes de contestar.

—No me gustan las mentiras Jackson —comenzó diciendo la mecánica con absoluta seriedad—. De hecho, jamás las he soportado.

Jackson que tragó con fuerza, no entendió demasiado bien de que iba todo aquello, y mucho menos que tenía que ver con Clarke, pero ella prosiguió antes incluso de que pudiese razonar.

—No me gustan los engaños ni los sucios juegos.

Jackson que titubeó volvió a mirar la puerta y una vez más de reojo el cristal que les separaba del resto de la enfermería. Podía ver a Abby entrar y salir mientras que Lexa y Bellamy parecían discutir algo a lo lejos al tiempo que atendían a Akeyla en el interior de la sala medica.

—Raven, si esto tiene algo que ver con Clarke, yo...

—Detesto que me interrumpan —dejo claro ella antes de continuar hablando con voz firme—. ¿Y sabes que otra cosa detesto, Jackson?

Jackson que tragó nerviosamente negó con la cabeza imperceptiblemente.

—Detesto que la gente con poder utilice a la gente que no lo tiene, que la amenacen o la extorsionen injustamente. Odio que la hieran, pero sobretodas las cosas odio que se aprovechen de esa gente inocente.

—Raven, yo... —trató de razonar con ella él intentando hilar rápidamente aquellas ideas—. Yo no sé de que hablas... no... no sé qué ha pasado pero si bajas el arma tal vez podamos... ha... hallar juntos una solución al problema que crees que hay aquí.

Raven que se le quedo viendo largamente a los ojos medio sonrió asintiendo despacio sin dejar de apuntarle a la cara.

—Oh, no tengas duda de que resolveremos esto juntos, Jackson porque yo ya he pensado en la solución.

—¿Ah si? —preguntó el buen doctor tragando nerviosamente.

—Oh si, es muy sencilla. De hecho, sé que te va a encantar.

Jackson que desconfío de aquella sonrisa se tensó aún más aunque ella parecía de lo más relajada.

—¿Y sabes por qué sé que te va a encantar, Jackson? —preguntó ella haciendo hincapié al alzar ligeramente una ceja sin perder la sonrisa—. Porque como no me des toda la información que necesito sobre el paradero de la hija de Harper, te voy a disparar.

Jackson que cambió la expresión de su cara sabiendo ahora el motivo real de tal ataque, tragó con fuerza.

—Raven, por... por favor hablemos, ¿vale? —intentó negociar él—. Eran tiempos difíciles, las cosas estaban tensas allá arriba, no... no podíamos consentir que eso se supiese, los padres de los prisioneros... ellos... hubiesen exigido la liberación de todos, las cosas ya estaban bastante mal, no podíamos permitir que...

Raven que perdió toda la paciencia que le quedaba dio tres pasos hacia él tan rápido que el mismo Jackson solo lo notó cuando sintió el frío cañón del arma presionando sobre su frente.

—He tenido una semana bastante dura, Jackson así que voy a darte exactamente diez segundos para que me digas que hicisteis con esa niña.

—Es... espera...—suplicó Jackson acongojado levantando las manos en señal de paz.