367. Yo Debí Protegerla

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Las primeras luces del día clareaban el cielo cuando Clarke kom Skykru, embajadora del Pueblo Celeste en Polis y legendaria Wanheda entró en uno de los salones del Arca portando entre sus manos una humeante taza de té.

Lexa que continuaba sentada en un raído sofá tal y como la había dejado mantenía la mirada puesta en el suelo inmersa en los recuerdos y en sus pensamientos.

Clarke que se la quedó viendo largos instantes finalmente se acercó agachándose a su lado cautelosamente.

—Eh, Lexa... —susurró llevando la mano a su rostro al tiempo que le ofrecía la taza con preocupación—. Ten, te sentará bien...

Lexa que aún temblaba alargó sus manos cogiendo la taza pero está tembló tanto que Clarke acabó retirándosela.

—Vamos a dejar que se enfríe un poco, ¿vale? —le propuso con miedo de que se le resbalase y se quemase con la infusión dejándola a un lado en el suelo.

La poderosa e imponente Heda de los Catorce Clanes parecía un animalillo asustado e indefenso, nada a lo que Clarke estuviese acostumbrada a ver.

—Lexa... —murmuró Clarke con preocupación acariciando su rostro al tiempo que buscaba sus ojos con los suyos y ponía su mano sobre las suyas unidas ahora sobre su regazo que no podían dejar de temblar—. Cuéntame qué te pasa, habla conmigo por favor...

Lexa que apenas pudo levantar la mirada y enfrentar sus ojos mientras los suyos se llenaban nuevamente de lágrimas de dolor intentó abrir la boca pero ningún sonido abandonó sus labios en aquel momento.

—Vale, vale... —murmuró Clarke rodeándola con sus brazos para envolverla cálidamente con su cuerpo y poder reconfortarla—. Cálmate, no pasa nada... todo está bien... todo está bien...

—No, Clarke... —musitó sin apenas voz Lexa entre lágrimas—. Nada está bien...

Clarke que se separó unos centímetros de ella al escucharla la tomó del rostro para verla a los ojos con preocupación.

—¿Quién es ese hombre?...—quiso saber ella viéndola tan afectada por él.

—Es... es mi... es mi padre... —musitó Lexa sin dejar de temblar entre lágrimas queriendo apartar la mirada avergonzada por mostrarse así ante ella.

El rostro de Clarke al entender lo personal que era todo aquello para ella entonces. Nunca antes se le había pasado por la cabeza que Lexa pudiese tener padres. Era la clase de persona que al verla, parecía haber llegado tal como era al mundo y por más que lo intentases no podías imaginarla siendo una niña pequeña.

—¿Tu padre? —repuso Clarke presa del asombro tragando con fuerza—. Yo... yo creía que...

Vale, no sabía qué creía exactamente que Zaffron era para Lexa, tal vez un guerrero, un traidor... algún viejo camarada, algún asesino o algo peor, pero jamás pensó que se tratase de su padre.

—Su hija... esa... esa chica... ella... —la voz le tembló y las lágrimas llenaron aún más sus ojos—. De saber que existía yo podría haberla protegido de él...

El rostro de Clarke cambió súbitamente al oír aquello preocupándose aún más.

—¿Protegido? —murmuró sin entender aunque sospechando algo turbio que no sabía si quería descifrar.

—Yo podría haber hecho algo por ella, yo...—continuó Lexa sumida en el dolor y la incomprensión—. Si tan solo... si lo hubiese sabido... —murmuró Lexa mirándola de repente entre lágrimas—. Tú me crees, ¿verdad?... Tú me crees si digo que la hubiese protegido...

Clarke que se quedó de lo más parada al verla así tembló ligeramente sin saber bien qué hacer o a qué se refería ella.

—Claro Lexa, cla... claro...—murmuró Clarke algo afligida al verla así—. ¿Pero de qué la tendrías qué proteger?...

—Tengo que apartarla de él... —murmuró Lexa afectada más que hablando consigo misma que con Clarke—. Tengo que apartarla...

Lexa que se puso en pie para ir a buscarla se tambaleó ligeramente y Clarke tuvo que levantarse para pararla.

—Lexa, espera...

—Tú no lo entiendes, yo... yo tengo que salvarla... —insistió Lexa angustiada aferrándose a Clarke para verla a los ojos asintiendo nerviosamente—. Es mi sangre, Clarke... tengo que... tengo...

Clarke que cayó en la cuenta de que la chica que dormía en su habitación, en su cama y cuyo sueño Bellamy velaba era en realidad hermanastra de Lexa palideció ligeramente.

Fuese de lo que fuese de lo que Lexa insistía en salvarla, había algo que ella debía saber. Algo que Bellamy le había dicho al discutir.

—Tiene un bebé...

—¿Qué? —palideció Lexa al escucharla pasándole miles de malos pensamientos por la mente en aquellos instantes.

—Be... Bellamy me dijo... él... ella estaba en mi habitación porque intentaba dormir a su bebé...

La Heda de los Catorce Clanes que comenzó a temblar aún más tuvo que aferrarse aún más fuerte de ella para no caer.

Un bebé... su hermana tenía un bebé, un pequeño y frágil bebé en manos de... de ese... de ese hombre al que una vez... tuvo la desgracia de considerar padre...

Lexa no pudo evitar llevarse la mano al vientre al pensar en sus indefensos pequeños en manos de alguien como él o como su madre y tuvo que apartar a Clarke necesitando vomitar.

Clarke que la vio hacerlo sobre el suelo sin apenas poder hacer nada para evitarla viendo las lágrimas resbalar por su cara se acercó a ella sujetándole el pelo y acariciando su espalda escuchándola sollozar al cubrirse el rostro con la mano.

—Tranquila, tranquila Lexa... todo... todo va a salir bien, yo les traeré... —prometió ella al verla así realmente afectada.

Continuara...

Asumamoslo, Ahora Esto Es Lo Que Somos 3 ... (#TheWrites)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora