381. "Accidentes"

335 30 30
                                    


El oscuro cielo de la noche parecía más estrellado a medida que se sucedían las horas, Octavia que permanecía sentada sobre la mesa de la sala de mandos aún temblaba mientras que Jackson le examinaba el cuello y los posibles daños sufridos por la falta de oxigeno.

—Octavia, mírame... —le pidió Jackson sacando una pequeña linternita de bolsillo antes de encenderla frente a sus ojos examinando la reacción de sus pupilas y la existencia de petequias—. ¿Puedes seguir la luz?...

Octavia que no dejaba de temblar apenas le escuchó, mientras seguía convenciéndose a si misma de que existía suficiente aire en la habitación para poder respirar y las lágrimas brillaban en sus ojos.

Su mente se encontraba muy lejos de allí, casi tan lejos como le parecía estar su cuerpo de ella.

—Octavia, sigue la luz... —insistió nuevamente Jackson levantándole el rostro por la barbilla viendo una imperceptible reacción al tratar de seguirla fugazmente y bajar luego heridamente la mirada—. Bien, eso está muy bien...

Jackson que volvió a acercar las manos a su cuello se percató de las marcas comprobando una vez más que no hubiese daños en la cervical, en las vías respiratorias, en la laringe o la traquea ya que eso podría ocasionar males mayores y permanentes.

—¿Estás mareada? ¿tienes ganas de vomitar? —preguntó Jackson con preocupación buscando su mirada.

Octavia que se apartó las lágrimas con el dorso de la mano negó imperceptiblemente eludiendo su mirada.

—Podría haber sido mucho peor, ¿lo sabes, verdad?

¿Cómo no iba a saberlo?... Cuando las fuertes manos de Lincoln se cerraron sobre su garganta, sintió que era el fin. Realmente creyó que iba a morir.

Había tenido que enfrentar otras situaciones que habían puesto su vida en peligro o que le habían ocasionado heridas considerables pero ninguna era como aquella.

Ninguna a manos de la persona que más amaba en el mundo, ninguna que la tomase tan desprevenida como la había tomado esa.

Tan solo se había acercado a Lincoln para despertarle y avisarle de que era la hora de cenar, que en el comedor ya todos estaban listos y entonces... ignoraba como su espalda había terminado chocando contra una dura superficie,o como las manos de Lincoln habían apretado su garganta con tanta fuerza que creyó que la iba a romper.

—No creo que vayan a haber daños permanentes pero para serte sincero, has tenido bastante suerte... —dijo Jackson con preocupación guardando la linternita en su bolsillo—. ¿Qué ha pasado?...

Jackson se lo había oído decir a Lincoln, le había oído lamentarse una y otra vez mientras se disculpaba incapaz de dejar de llorar mientras Abigail atendía la herida de su cabeza en un lugar contiguo, antes de que la crisis de ansiedad la obligase a sacarle de allí pero quería oírselo decir a Octavia.

Necesitaba que lo verbalizase en voz alta para asegurarse de que comprendía bien lo que había pasado y para que entendiese la clase de medidas que debía tomar para evitar que se repitiese.

—Octavia, necesito saber qué ha pasado o no podré ayudarte... —volvió a repetir Jackson cautelosamente mirándola con preocupación—. ¿Había ocurrido algo así antes?... Lincoln, ¿te ha hecho daño otras veces?...

Octavia que parpadeo algo aletargada procesó aquellas preguntas antes de levantar la vista aturdida para devolverle la mirada a Jackson negando confusa y contrariadamente.

—Nun...—intentó decir ella sin apenas voz llevándose la mano a la garganta con dolor—. Nunca...

—¿Te duele? —preguntó Jackson fijándose en como apenas podía hablar llevando las manos a su cuello con delicadeza comprobando que la inflamación estaba en su punto álgido—. Tranquila, el dolor y la inflamación remitirá en unos días, trata de no forzar la voz, intenta no hablar...

Asumamoslo, Ahora Esto Es Lo Que Somos 3 ... (#TheWrites)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora