435. Tan Frágil

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El sonido de un frasco de cristal al romperse no muy lejos de donde se encontraba Akeyla kom Floukru, hermana de la Comandante de la Sangre, hizo que esta entreabriese sus ojos aletargadamente algo sobresaltada por el ruido.

Intentó incorporarse un poco, ya que el temor a poder cortarse de alguna forma era algo ya innato en ella que la atemorizaba desde que era una niña pequeña, pero no tardó sino unos segundos en sentir una mano sobre su hombro obligándola a permanecer quieta.

En cuanto volvió la cabeza, Bellamy kom Skykru que al parecer había haber pasado la noche junto a ella le devolvió una tranquilizadora mirada algo adormilado aún por el sueño.

—Hey, hey... tranquila... —murmuró él intentando desentumecerse un poco con gesto de preocupación—. Solo ha sido un sueño, estabas soñando...

Akeyla que parecía extenuada estaba segura de que no lo había sido.

—No, he... he oído algo... —repuso ella en un murmullo mirando hacia la puerta con cierta reticencia haciendo el amago de levantarse.

—Eh, no, no... Abby ha dicho que debes permanecer tumbada —respondió Bellamy poniéndose en pie para tratar de calmarla y hacer que se tumbase de nuevo, Akeyla iba a decirle algo cuando justo, otros precipitados sonidos de cosas cayendo hicieron que volviese la cabeza hacia la puerta abierta.

—Te digo que he oído algo —insistió ella posando las mano sobre su brazo algo trastocada y mareada.

Si, Bellamy también acababa de oírlo cosa que le extraño porque la fiesta tenía lugar muy lejos de la enfermería en el patio exterior y el almacén que hacía las veces de comedor y sala de reunión.

Quitando el ruido mecánico y constante de algunas maquinas apostadas por las diferentes camas ocupadas en su gran mayoría por pacientes que así lo requerían, no solía escucharse nada que proviniese del exterior, precisamente el motivo de que asignaran la enfermería allí.

Tal vez, algún paciente necesitaba ayuda, tal vez como Akeyla hubiese despertado confuso y quizás solo y al tratar de levantarse algo hubiese caído en su lugar. Tal vez solamente era que a Abby o a algunos de los pocos aprendices con los que contaba la doctora habría roto algo en el laboratorio o quizás incluso le había ocurrido a la misma Abby.

—Quédate aquí, iré a echar un vistazo —le dijo Bellamy soltando con cuidado su mano sobre la camilla comprobando que ningún cable se hubiese soltado por el repentino despertar.

—Bellamy...

—No pasa nada, solo voy a ver si alguien más necesita ayuda, ¿vale? —le dedico una pequeña mirada él señalando hacia afuera.

Akeyla que terminó asintiendo se sintió nuevamente algo indispuesta y débil, y no tuvo más remedio que reacomodarse sobre la camilla y cerrar sus ojos, sintiendo sus labios y su garganta algo secas. Le estaban transfundiendo sangre aquellos días junto con un compuesto que Abby aseguró que evitaría males mayores, y peores sangrados que aquellos y confiaba en la buena doctora, porque Lexa y el propio Bellamy confiaban en ella.

Bellamy que salió por la puerta alejándose hacia la sala recorrió con la mirada el lugar en busca del origen de aquellos ruidos, había un anciano floukru dormido conectado a una bomba de oxigeno. Algunas camas mas allá, una mujer dormida y un hombre recostado de una silla durmiendo a pierna suelta, y en otras dos salas medicas las puertas permanecían cerradas.

Bellamy que miró el lugar con detenimiento comprobó que realmente todo estaba en calma, y justo cuando se iba a dar la vuelta para regresar a la habitación con Akeyla, escuchó ruidos provenientes del despacho de Abby.

Asumamoslo, Ahora Esto Es Lo Que Somos 3 ... (#TheWrites)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora