427. Solo El Tiempo

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La celebración por el compromiso de unión entre el ingeniero Kyle Wick y Raven Reyes, la mecánica de gravedad cero más prometedora que Arcadia haya conocido, se prolongaba demasiado en el tiempo aunque a nadie pareció importarle en absoluto.

No solo Luna, la líder del Clan Floudon Kru estaba invitada al acontecimiento, Clarke kom Skykru, la legendaria Wanheda e incluso la mismísima Heda de los Catorce Clanes con su presencia allí elevaban el listón de la fiesta intimidando a aquellos que tuviesen intención de protestar ante tal magnitud y despliegue.

Pasadas las horas, no solo skykrus y floukrus disfrutaban de la comida y la bebida desplegada para la celebración, sino que miembros de la guardia trikru que acompañaban a Heda y a la delegación skykru en Arcadia se unieron a la celebración.

Hacía una noche increíble ahora que la tormenta se había alejado de allí.

Las estrellas titilaban por todo el firmamento mientras que una gran luna redonda llenaba la inmensidad del bosque con su pálida luz.

Horas atrás, la tensión era palpable en el ambiente, la detención de Marcus Kane, del doctor Jackson había provocado un grave malestar para toda la comunidad pero ahora nadie parecía reparar en ello o casi nadie.

Ocurriese lo que ocurriese allá arriba en la Jaula del Cielo era algo con lo que tarde o temprano todos iban a tener que lidiar pero no ahora, no esta noche.

Esta noche era una noche feliz, esta noche era una gran noche porque por primera vez en mucho, mucho tiempo los skykrus vieron la Tierra como su hogar y la felicidad muy, muy cerca de todos ellos.

Un compromiso como aquel, una propuesta tan sencilla pero tan bonita devolvía no solo la ilusión por vivir sino la esperanza de que algún día todos conseguirían hacerse un hueco en esta Tierra y ser tan felices en ella como podrían haberlo sido si el Arca aún flotase en el universo.

Mirase a donde mirase, Octavia Blake, líder del Pueblo Celeste y actual Canciller de Arcadia veía muestras de jovialidad, alegría y calor.

Sentada sobre un viejo y labrado tronco entorno a una de las hogueras mientras todos bailaban, comían y celebraban a lo lejos no pudo evitar pensar en el amor de su vida.

Era tan triste que no estuviese allí para ella...

Tan, tan triste...

Las llamas chisporrotearon al tiempo que Octavia se llevaba el vaso de elixir a los labios dando un largo trago.

Nunca había tenido demasiada suerte en nada, ¿por qué iba a ser diferente con él?...

¿Es que acaso nunca barajó seriamente el poder perderle alguna vez?...

¿Acaso nunca creyó que lo suyo con él terminaría de una forma u otra?...

Que estúpida...

Estúpida, estúpida, estúpida...

Solía acusar a su hermano de imprudente, de impulsivo y de idiota, pero al parecer era el rasgo familiar más destacable que ambos compartían.

Enamorarse de un trigeda... de un trikru nada menos, ¿quién hacía eso? ¿qué persona cuerda o en sus cabales se rendía tan fácilmente al amor con alguien que a pesar de valer todas y cada una de esas emociones y esas lágrimas, podía convertirse aún más fácilmente en su perdición?...

Elevando la mirada del fondo del vaso la vio allí de pie y no pudo evitar sonreírse sin ganas.

Que irónico...

Por supuesto que no era la única en hacerlo, por supuesto que no era la primera y tampoco la última que lo había hecho. Mayor ejemplo que el suyo, el que la vida le ponía delante...

Asumamoslo, Ahora Esto Es Lo Que Somos 3 ... (#TheWrites)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora