337. Estoy Bien

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El sol cálido y esplendido brillaba en el horizonte de Arcadia proporcionando las primera luces de la mañana mientras que el comedor de la nave comenzaba a llenarse de más gente de la acostumbrada.

Había sido una noche amena, entretenida pero también complicada para algunos de ellos, especialmente para Octavia.

Bellamy no había conseguido hablar con ella sobre la muerte de Jaha, ni tampoco sobre la posible readmisión de Hannah y Pike entre los suyos.

Su decisión había sido indulgente y determinada.

Antes de que el sol se pusiese, Pike y Hannah habían sido provistos de todo vívere que pudiesen cargar, mantas y ropa de abrigo, y habían sido escoltados fuera del campamento por la guardia de Arcadia ante su propia gente y la de Luna a cuyo gesto no le había pasado desapercibido.

Respetaban a Octavia.

Respetaban sus dotes de mando, su determinación, su liderazgo y su vehemencia.

Su fuerza y rigor les recordaba a Luna, ella tampoco permitiría un acto así sin una severa consecuencia o castigo y el exilio podía llegar a ser peor que la sangre.

Sentado en una de las mesas, Monty no podía parar de pensar en que no se había despedido de su madre a la cual no había vuelto a dirigirle la palabra desde su regreso, y de la cual se había mantenido alejado todo ese tiempo.

Harper que estaba sentada a su lado le acariciaba la espalda intentando reconfortarle un poco por lo ocurrido mientras que Murphy sentado frente a él jugaba con la comida del desayuno distraídamente ajeno a la vorágine de sentimientos que despertaba aquella excluyente decisión de Octavia en él.

Si habían intentado matar a Abby merecían todo aquello.

La sola idea de que Clarke perdiese a su madre después de todo lo que había tenido que pasar le parecía de lo más aberrante y cruel.

Si bien la doctora no despertaba grandes simpatías en Murphy, Clarke la necesitaba y tampoco era que él la odiase en lo más absoluto.

Era una madre. Terca, mandona, preocupada y consternada la mayoría de las veces pero al fin y al cabo una madre.

Una que la quería como jamás nadie le había querido a él, se recordó. Tal vez por eso en ocasiones la relación entre ambas despertase recelos y envidias.

Pocos eran los que conservaban a sus padres allí, pocos por no decir prácticamente ninguno. Que Clarke la tuviese era una cosa bastante buena y a decir verdad, no querría que ella la perdiese en absoluto.

Sería una pena...

Bellamy que llegaba en aquellos momentos suspiró cansadamente con algo de resaca sentándose junto a Murphy dejando su bandeja sobre la mesa.

-Lo siento tio, no he conseguido hacerla cambiar de idea -se disculpó él ante Monty con un resignado gesto.

-Tranquilo, tarde o temprano ocurriría -contestó Monty bajando un poco la mirada a su comida-. Era de esperar que volviesen a estropear las cosas de algún modo.

-Si, pero eso no quita que sea tu madre y que duela -advirtió Murphy con un gesto.

-Ya, bueno -dijo Monty pasándose la mano por el rostro algo sobrepasado por la situación-. Mejor cambiemos de tema.

Harper que estuvo de acuerdo con él se fijó en que muchos de los floukrus ocupaban ya algunas mesas mientras que otros hacían cola para el desayuno.

-He oído que Luna vendrá hoy -comentó ella desinteresadamente-. ¿De verdad creéis que venga?

-No lo sé, está es su gente -se encogió Bellamy de hombros volviendo la cabeza para verles a todos bien-. Imagino que si.

Asumamoslo, Ahora Esto Es Lo Que Somos 3 ... (#TheWrites)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora