385. Explicaciones Que Ya No Sirven

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No importaba lo tarde que era, Luna que estaba de pie en una de las vacías salas del Arca necesitaba una explicación, una realmente buena porque no podía entender que había llevado a Zaffron a mentir de aquella manera.

—Les has hecho mucho daño a las dos, no has debido mentir así Zaffron —repuso Luna indulgente mirandole a los ojos mientras permanecía sentado en un banco—. ¿Tienes una idea de cómo deben sentirse? ¿La tienes?

Zaffron que apartó la mirada cerró sus ojos con pesar.

—¿Y Jarek? ¿Se te ha ocurrido pensar en como Jarek lo va a tomar?

—Jarek admira mucho a Lexa, lo sabes Luna... —la interrumpió Zaffron al escucharla algo a la defensiva—. No quería mentirte, cuando... cuando llegamos a la plataforma, confíaba en nunca más tener que regresar a tierra, esperaba poder olvidar el pasado y dejarlo atrás.

—Pero no fue eso lo que dejaste atrás, dejaste a una niña pequeña que te necesitaba —le espetó Luna con dureza—. ¿Sabes qué intentó matarla cuando te marchaste?...

Zaffron que sintió su mirada teñirse de vergüenza la bajó algo afectado.

—Algo oí sobre ello... pero... pero luego le fue bastante bien, ¿no?... —se defendió un poco él haciendo el amago de mirarla—. Anya la acogió como su protegida, la entrenó y...

—¡Eso da igual, Zaffron! —elevó la voz Luna con dureza como nunca hacía callándole con ella—. ¡El caso es que la dejaste sola con esa odiosa mujer sabiendo lo que le hacía y no intentaste protegerla!

—Lo sé, y ahora me arrepiento... —murmuró Zaffron afectado mirándola—. No debí mirar para otro lado, no debí hacerlo...

—Creía conocerte bien, creía que me respetabas y que jamás me mentirías de la forma en la que lo has hecho y ahora descubro esto, ¿tú entiendes en la posición en la que me coloca esto? ¿en la que nos coloca a todos?

Lexa era justa, pero tenía bastante temperamento y una palabra suya bastaría para aniquilar todo un clan si se lo propusiese. De ser otra persona, seguramente ya lo habría hecho pero el engaño, la mentira, el sufrimiento... eso no podía perdonárselo, la conocía demasiado bien como para no saberlo.

—¡Nos has puesto a todos en peligro, Zaffron!—le espetó Luna con dureza —. ¡Si Lexa hubiese sido otra, ahora todos estaríamos muertos, y yo la primera por acogerte bajo la protección de Floudon Kru!

—Cometí un error, no debí ocultarte eso —se excusó Zaffron afectado con un gesto mirándola implorante—. Tú sabes que la clase de hombre que era al llegar allí, no tiene nada que ver con lo que soy ahora—insistió él con un dolido gesto—. Siarah me cambió. Tardé mucho tiempo en hallar mi verdadero camino junto a ella, me brindo amor, me brindo paz... comprensión... No podía seguir soportando a Kalina, creí que al irme y tener tan solo a Lexa tal vez las cosas cambiarían para ella. Que estarían bien, que se acostumbraría y la querría...

Luna que le escuchó incrédula tan solo sacudió la cabeza. Nada más llegar a Polis, había oído terribles historias sobre la protegida de Anya, la mayor parte de ellas, rumores que cuchicheaban en voz baja quienes servían en la Torre para Heda. Con el tiempo, a medida que el duro entrenamiento avanzaba fue conociendo más y más de ella, retazos de la persona que había sido y retazos de lo que ahora era.

Si la mitad de ellas eran ciertas, no comprendía como aún tenía fuerzas para enfrentar esa clase de vida cargada de responsabilidad, injusticia y violencia.

Zaffron había sido un cobarde por no haber sabido enfrentarse a Kalina, por no haber sabido imponerse con ella, por no haber intentado proteger a Lexa.

—Eso no es excusa, la dejaste aún a sabiendas de lo que podría hacer ella. Era una niña, Zaffron, una niña pequeña. ¿Cómo te hubieses sentido si alguien le hubiese hecho daño así a Akeyla?

El rostro de Zaffron se endureció y un duro brillo amenazador apareció en sus ojos.

—¿Cuál es la diferencia?...—insistió sin entender Luna al referirse a Lexa y a Akeyla.

—Lexa no está indefensa... —repuso Zaffron tocado—. Keily si...

—¡No hablo de este momento y lo sabes! —se enfureció aún más Luna al escucharle dando dos amenazadores pasos hacia él señalándole—. ¡La dejaste sola con ella! ¡La dejaste sola con ese monstruo y eso casi acaba con ella!

Derrick que entraba en la estancia en ese momento cambió la expresión de su rostro acercándose a ella para calmarla. No era habitual encontrarla tan exaltada y mucho menos de aquella manera.

—¡Luna, ya basta! —dijo Derrick apartándola de él para pararla, Luna que se zafó señaló a Zaffron con severa dureza—. Más te vale no volver a dañarla de ninguna otra forma, o vas a conocer lo que es la irá de una verdadera Natblida...

Luna que se apartó de ellos salió de la habitación maldiciendo el haber dado cobijo a alguien como Zaffron. Creyó sus palabras, creyó que huía de la guerra entre Azgeda y el Pueblo Arboreo con su mujer embarazada aguardando a su primogénita y lo que encontraba años después era que le había mentido en su propia cara, le había mentido a sus hijos y que encima no tenía excusa alguna para escudarse en nada de todo aquello.

Anya debió haberlo encontrado en su momento y haberlo castigado como hizo con Kalina, como debió haber hecho la propia Lexa. Como haría Luna si se acercaba a ellas...

Continuara...

Asumamoslo, Ahora Esto Es Lo Que Somos 3 ... (#TheWrites)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora