311. Vencedoras y Vencidas

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Cuando Nirrath abrió los ojos estaba sentada y atada con las manos a la espalda en una silla. El moreno cabello de Halena le caía a mechones sobre la cara y sacudió la cabeza hacia atrás acostumbrada a llevar el cabello aún más largo.

Se tocó el labio con la lengua y lo sintió doler, una sonrisa retorcida se dibujó en su joven y hermoso rostro saboreando la sangre de la niña con deleite y satisfacción.

Lo había conseguido.

Lo había logrado, se había apoderado de algo tan preciado para la Heda de los Catorce Clanes que aquello la destrozaría.

Rashesh entró en ese momento en la carpa y se la quedo mirando con dureza. Había intentado matarle.

—Mirra a quién tenemos porr aquí —se sonrió Nirrath fijándose en él—. De no serr porr este acento, hubiese disfrrutado mucho de ese cuerrpo que tanto desea tomarr este en secrreto...

Rashesh que cambió la expresión de su cara súbitamente sabiendo que ella podía percibir ese tipo de cosas cerró el puño con fuerza teniendo que recordarse que ocupaba el cuerpo de Halena y hacerle daño significaría hacérselo a ella.

—Habla cuanto quieras no me importa tenerte que escuchar, sé lo que quieres y no vas a conseguirlo —replicó Rashesh con un airado gesto.

—Oh te equivocas pequeño Noharra, soy más vieja y más poderrosa que tú y que esta ingrrata crría que alberrga mi espírritu —se sonrió Nirrath con un gesto soberbio de deleite—. ¿Crrees que atándome bastarra parra detenerrme?...

—No, yo no puedo detenerte —dijo Rashesh acercándose ella para colocarse a su altura contemplando el pérfido brillo en sus ojos creyéndose vencedora—. ¿Pero Halena...?

La sonrisa en los labios de Rashesh hizo cambiar la expresión en los ojos de Nirrath y su sonrisa se deshizo con premor.

—Ella está esperando por ti... —le susurró más allá de la complacencia y la satisfacción Rashesh al vislumbrar el terror en sus ojos cuando acercó su mano a ella.

En cuanto Nirrath sintió el toque de sus dedos sobre su rostro sus ojos se cerraron y cuando los abrió se encontraba en un sitió de piedra pequeño y oscuro. Halena estaba allí, podía verla a través de las imponentes rejas donde ella la había encerrado.

—Halena... —se sonrió Nirrath nada más verla encerrada allí dando dos pasos hacia la jaula—. Ahorra mismo estaba hablando de ti...

Halena que endureció su rostro al verla se acercó a los barrotes agarrándose de ellos con fuerza.

—Tú me has hecho esto, este era tu plan desde el principio, ¿verdad? —la acusó ella con un gesto—. No te interesaba el alma de Clarke, querías la mía.

—Significas mucho más parra Lexa de lo que significa ella. El amorr de madrre es un amorr distinto me lo enseñó la mía harrá ya mucho tiempo...—se sonrió con desprecio Nirrath disfrutando de verla enjaulada—. Heda harría cualquierr cosa porr ti y yo harría cualquierr cosa porr hacerrla sufrrir incluso rrenunciarr a mi poderroso cuerrpo...

—¿Tu cuerpo alberga un gran poder? —preguntó Halena asustada.

Nirrath Zarriah que se sonrió aún más al ver su temor alzó la barbilla orgullosa.

—Incluso mayorr que mi alma —se enorgulleció la anciana mujer al deleitarse con ello—. ¿Sabes la de poderr que lo ha alimentado durrante tanto tiempo?

El temor en el rostro de Halena de pronto desapareció y en su lugar una sonrisa se instauró en sus labios plenamente satisfecha.

A Nirrath eso la confundió.

—¿Porr qué sonrríes ahorra?...

—Porque me has dicho todo cuanto necesitaba saber sin necesidad de insistir en ello —se sonrió Halena retrocediendo unos pasos de los barrotes—. ¿De verdad crees que me has ganado?

La duda y la impotencia al igual que el desconcierto hicieron temblar a Nirrath que se abalanzó para alcanzarla chocando contra los barrotes metiendo la mano entre ellos queriendo arrancarle la garganta.

Halena echó la cabeza hacia atrás y dejó escapar una carcajada que resonó por el estrecho y húmedo lugar.

—Oh vieja bruja, te has metido con la arpía equivocada —le espetó Halena endureciendo ahora su cara con desprecio antes de dar dos nuevos pasos hacia ella bajando la voz—. Prueba otra vez...

Nirrath que sintió una opresión de angustia en su pecho se aferró con fuerza a los barrotes y cuando miró a su alrededor y levantó la mirada se dio cuenta de que no era Halena la que estaba encerrada tras las rejas, era ella.

El miedo invadió su cuerpo y la indignación la hizo lanzarse con más fuerza tratando de liberarse de los barrotes.

—¡¡Me has engañado, zorra!! —trató de sacudir inútilmente los barrotes para arrancarlos—. ¡¡Me has engañado!!

Halena que se sonrió más que satisfecha al oírla se dio la vuelta para irse pero se detuvo un segundo antes volviéndose a mirarla de reojo levantando abierta su mano.

—Las Wadeshas somos traicioneras, tú me lo enseñaste...

Halena que cerró el puño con fuerza sintió a Nirrath caer de rodillas mientras la vida la abandonaba y su alma concentraba toda su energía volando hacia su mano en una especie de negra esfera que Halena contempló.

—Ya nunca volverás a dañar a nadie y mucho menos a mi madre.

—No... —suplicó Nirrath sintiendo la vida escaparsele por entre los barrotes tratando de extender su mano hacia ella en un vago intento por recuperar su preciada alma—. Por... favor...

—Clarke te suplicó lo mismo y no tuviste piedad con ella, yo no la tendré contigo —dijo Halena con dureza cerrando el puño con fuerza mientras la oscura alma de Nirrath estallaba en miles de pequeños fragmento desvaneciendose en el aire.

La anciana mujer gritó desgarradoramente y el agudo alarido traspasó la fina línea que la separaba de la realidad resonando por todo el desierto.

Rashesh se estremeció y Aden, al igual que Darshan elevaron su vista al oscuro cielo que se ennegrecía fuera de la tienda.

Cuando Halena logró abrir los ojos de vuelta a la realidad continuaba atada a la silla y le costaba respirar pero una sonrisa asomó a sus labios con esperanza y ensueño.

—Lo he conseguido...

Rashesh que tenía fé en todo cuanto le había enseñado durante el ritual se acercó a ella para comprobar que se encontrase bien y se tranquilizó al observar sus ojos y su sonrisa comprobando que realmente fuese ella.

—He vuelto...

Halena no solo había destruido el cuerpo de la vieja Nohara sino también su alma para que no siguiese causando males en este mundo ni aprovechándose de sus poderes para ellos. Ahora estaba completamente sola en su cuerpo, y ni Lexa, ni Clarke ni nadie volverían a tener que tener miedo de ella.

Habían ganado, lo habían hecho...

Al fin, estaban libres de ella...

Continuara...

Asumamoslo, Ahora Esto Es Lo Que Somos 3 ... (#TheWrites)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora