484. Justicia y Sentencia

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Aquellas horas habían sido un completo caos, una vorágine imparable de acontecimientos que habían tomado a todos por sorpresa en Arkadia y que ahora desbordaban a algunos de ellos.

En la enfermería, herida gravemente tras haber sido sometida a una importante intervención Lexa kom Triku, Comandante de la Sangre, Heda de los Catorce Clanes y precursora de la paz, continuaba debatiéndose entre la vida y la muerte.

Aunque estable por el momento, Eric Jackson, medico sanador del Arca y aventajado pupilo de la doctora Griffin seguía muy pendiente de ella y de la evolución de sus niveles en sangre que caían en picado cada poco tiempo.

La sangre de Luna, la Natblida líder del Clan Floudon Kru estaba siendo de gran ayuda por el momento. Lexa aún no había despertado y a decir verdad, tanto Jackson como Abby estaban de acuerdo que lo mejor era que se mantuviese en ese estado por el momento.

Necesitaba tiempo para la curación y dadas las circunstancias, dudaban que una vez despierta Lexa como Heda fuese a mantenerse al margen de aquella nueva contienda.

Habían pasado unas horas y Abigail Griffin, madre de la legendaria Wanheda, ex- Canciller de Arkadia y doctora del Arca se encontraba mucho menos ebria de lo que había estado al principio de aquella tormentosa mañana.

Aunque con algo de malestar y jaqueca, la buena doctora se había puesto manos a la obra junto al joven medico y ambos trabajaban codo con codo para mejorar el estado de la Comandante.

La presencia de Marcus Kane allí después de conocer los detalles que habían llevado tanto a su detención como a la de Jackson o Neil, no era la más propicia y aunque había intentado apoyarla en aquellos momentos e intentar que las cosas fuesen como antes, Abby se había cerrado en banda y se había mantenido distante con él.

Habría un juicio pronto, cuando todo esto pasase y probablemente ninguno saldría bien parado de él, Abby lo ultimo que quería en aquellos instantes era perder a alguien más y sufrir nuevamente por ello.

Su corazón tenía un cupo de dolor y este había sido sobrepasado hacía ya tiempo.

Akeyla kom Floukru, la hermana de Lexa no había querido separarse ni un solo segundo de allí aunque Abby le había insistido en que se marchase a descansar dado que aún estaba recuperándose de su ultima visita medica.

Entendía que Akeyla se sintiese impotente por no poder prestar su sangre a Lexa pero su condición medica no se lo permitía. La joven floukru por todos era sabido que sufría una importante y delicada enfermedad relacionada con la sangre, que la situaba en una no muy buena posición a ojos de su clan en este caso.

No es que no quisiese ayudar a Heda, es que sencillamente no podía.

Jackson llegó con los últimos resultados de los análisis realizados a Lexa, mientras Abby colgaba la ultima bolsa de Sangre Nocturna de la que disponían en el gancho disponiendo a transfundir una ultima vez a Lexa.

—¿Es la ultima? —preguntó Jackson al llegar a ella con preocupación.

—La ultima, si —respondió Abby alargando la mano para tomar los papeles que Jackson le traía, ojeando los resultados con pericia y concentración—. Vamos por buen camino, aun así quiero que le administres mas liquido y que monitorices a los bebés. Repetiremos estos mismos análisis en tres horas. No quiero que se nos escape nada.

—Hecho —dijo Jackson asintiendo antes de separarse de ella para ir a preparar mas sueros y lo que iba a necesitar luego.

—Jackson —le llamó Abby tras pensarlo un momento, él se giro y la miro atento—. Has hecho un buen trabajo con ella, te lo agradezco.

Asumamoslo, Ahora Esto Es Lo Que Somos 3 ... (#TheWrites)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora