467. No Solo En Mi Mente

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Un pequeño escalofrío recorrió a Aranae que asomada a una de las terrazas de la imponente torre de Polis, observaba alejarse en silencio a la tormenta.

Había sido una noche fría marcada de malos sueños e inexcusables ausencias.

Últimamente, aquello era algo que abundaba en la torre, las ausencias. Primero la Heda de los Catorce Clanes, luego su consorte, después su primogénita y mucho más tarde Aden.

Tenía un mal presentimiento sobre todo aquello.

Gente entraba y salía de la torre a todas horas, pero ninguna con tanta relevancia como Heda y la verdad es que la necesitaban. Con todo lo que estaba ocurriendo, necesitaban su guía y su entereza.

¿Entonces por qué no estaba allí? ¿qué asuntos tan apremiantes requerían de la atención de Lexa como para abandonar las comodidades de su hogar y dejarles huérfanos de su presencia?

No entendía nada, no entendía siquiera como Halena, su hija, su primogénita y heredera no reclamaba en Polis a Lexa.

Habían llegado noticias de Azgeda, y no habían sido buenas. Habían llegado algunas otras de Arkadia confirmando que la Comandante seguía estando allí y no parecía tener intenciones de regresar por el momento. Algunos escoltas, guerreros trikrus que conformaban la guardia personal de la Heda de los Catorce Clanes habían arribado a Polis, hablando de un padre perdido, una familia y unos juicios que Aranae desconocía qué tenían que ver con Heda.

Un gran mal se cernía sobre su gente, podía notarlo, podía sentirlo correr por sus venas.

Algunas voces desconocidas de los antiguos Comandantes le habían mostrado imágenes en sueños, algunas demasiado horribles para creerlas, pero debían ser ciertas puesto que Treior había despertado a su lado con aquella misma sensación, con aquella certeza.

Al principio no quería creerlo pero algo en su interior, algo arraigado y profundo dentro de su ser, le indicaba que aquel mal que estaba por venir era cierto y que si no hacían algo para remediarlo, pronto su gente pagaría el precio.

Su pequeña arribaría a un mundo en ruinas sin esperanza alguna y con el aliento de la muerte rondando sus cuellos.

Continuara...

Asumamoslo, Ahora Esto Es Lo Que Somos 3 ... (#TheWrites)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora