Asumamoslo, Ahora Esto Es Lo Que Somos 3 ... (#TheWrites)

406. Tolerancia Al Dolor

El pequeño Jarek lucía emocionadisimo mientras la tormenta se desataba fuera. Subido de puntillas sobre unas apiladas cajas de madera, con sus pequeñas manitas aferradas al alfeizar de la claraboya de la habitación que compartía con Dayon y su hermana, contemplaba curioso y entusiasmado como la lluvia golpeaba incesantemente el grueso cristal formando grandes gotitas que se deslizaban por él como un torrente.

Akeyla que salía en aquel momento del baño terminando de atarse el claro vestido largo que llevaba puesto, no pudo evitar fijarse en él al pasar por su lado.

—Cuanta agua Keily, mira —murmuró el niño con fascinación alargando su pequeña manita para tocar el cristal donde la lluvia golpeaba con fuerza sus dedos sin tocarlos—. Es como si el mar estuviese del revés...

Akeyla que se sentó en el borde de la cama tuvo que sonreírse escondidamente al oírle, antes de llevar las manos a su largo cabello para arreglarlo un poco.

—¿Habrá peces gigantes allá arriba también? —preguntó el pequeño cayendo en la cuenta de pronto antes de volverse a mirarla emocionado.

Akeyla que le miro fugazmente medio sonrió al escucharle.

—¿Entre las nubes?

—Si, navegando por entre las nubes —dijo él moviendo la manita como si esta nadase arriba y abajo por entre las nubes—. Como así y así...

Keily que tuvo que reírse bajó la mirada al vestido anudando lo que le quedaba.

—Me parece que no, Jarek... —se sonrió ella suavemente con un gesto—. ¿Qué dirían las nubes?...

Jarek que se quedo pensando en ello se sonrió al volverse a mirarla.

—Son nubes, Keily —reprendiéndola evidente—. Las nubes no hablan...

Akeyla que tuvo que esconder una risita al escucharle asintió con la cabeza como dándole la razón. Sintiéndose algo sofocada por momentos con una sensación rara en el cuerpo.

—Oh, por supuesto que despistada soy...

La posibilidad de peces gigantes en las nubes era toda una realidad en su pequeña mente pero nubes parlantes no, tenía todo el sentido del mundo.

—¿De qué te ríes? —preguntó sin entender Jarek acusador.

Akeyla se dispuso a contestarle cuando el sonido de la puerta la interrumpió, haciendo que volviese la cabeza.

—¡Voy yo! ¡Voy yo! —gritó Jarek con una vocecita bajándose casi de inmediato a trompicones de las cajas ante la esperada visita de su apreciada Heda.

—Con cuidado, con cuidado Jarek —dijo Keily al verle precipitarse tan deprisa hacia la puerta—. Despacio...

Jarek que llegó sonriente a la puerta se puso de puntillas abriéndola de golpe esperando encontrar a la mujer más poderosa de la Tierra ante él pero en lugar de eso encontró a otra persona.

—¡Bellamy! ¡Hola! —se sonrió él entusiasmado abrazándose a sus piernas cariñosamente—. ¿Has visto a los peces del cielo? ¡El mar está al revés!

Bellamy que estaba algo confuso y desconcertado se dio cuenta de la expresión de su cara al separarse y enseguida le siguió la corriente.

—Oh, desde luego los he visto —dijo él quedamente llevándose la mano a la nuca algo incomodo—. ¿Está tu hermana aquí?...

—¿Cuál de las dos? —preguntó Jarek con una sonrisita entusiasmada—. Ahora tengo dos, ¿sabes?...

Akeyla que se acercaba a la puerta en ese instante la abrió aún más fijándose en que Bellamy estaba allí de pie y de que no traía muy buena cara.