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-Si la solución es que Mari se case, me casaré con ella- dijo Luciano, acercándose a nosotros, para agarrar mi mano.

-Eres solo un bebé. ¿Qué edad tienes? ¿25?- dijo mi madre.

-7 añitos, nada más- dijo él, sonriendo-. Y no soy un bebé, ¡soy un niño grande!

-Tienes que tener más de 50 años para casarte- dijo mi madre, riendo-. No tienes escapatoria, Marina Kira.

-Yo tengo 33 años, por si no sabías- dije y sonreí victoriosa-. No puedo casarme aún, no tengo la edad.

-Están intentando comprometer a una menor... ¡El rey se va a enterar!- dijo un hombre que no tenía traje de guardia pero es desconocido para mi.

-Esto es un error. Ella miente- dijo mi madre, con una mueca de enfado-. Tiene 53 años.

-Vamos a resolver esto por las buenas, por favor, déjame ver tu aleta- dijo el desconocido.

Estando al lado de Thanatos y de Lucio, fui hacia la orilla, para tocar el agua.

Una vez que las piernas fueron remplazadas por la aleta, casi me caigo al suelo, pero mi vampiro favorito me sostuvo antes de tiempo, para luego dejarme apoyada tranquilamente en la arena.

-Permiso- dijo el desconocido, para luego empezar a contar las rayas que tiene el final de mi cola, en la parte que es triangular-. 33 en total. Tiene 33 años, no 53 años como se había informado.

Todos se giraron para ver a mi madre, con una expresión de asombro.

-Además de mandar a una menor a una misión importante mintiendo con su edad, ha intentado comprometerla con un desconocido y ha engañado a ley, logrando que desperdiciemos tiempo- dijo el hombre-. Como representante del rey, ordeno su arresto y el juicio se hará para determinar su condena.

Los guardias, le ataron las manos a mi madre con una especie de soga hecha de las algas más duras y tóxicas de las profundidades.

-Todo lo que diga puede ser usado en su contra. Por favor, manténgase en silencio- dijo el representante del rey y dos guardias se llevaron arrastrando a mi madre-. En cuanto a los menores, hijos de esta mujer, deberán ir con su padre de forma permanente. Menos de 100 años de condena no le darán a esa sirena.

-No tenemos padre- dije, con tristeza, ganándome un abrazo de Luciano-. Murieron defendiéndonos.

-¿Tienen familiares?- preguntó.

-No... Cortaron lazos hace años por problemas personales- dijo uno de mis hermanos, tomado de la mano de otro de mis hermanos.

-¿Alguien que se haga responsable de ustedes?- volvió a preguntar.

-America Urretavizcaya y Hunter Mitsikt son mis responsables temporales, por orden del rey- dije.

-Solicitamos sus presencias en la corte real para debatir la tutela de Marina Kisa Briseida- dijo él.

-Son humanos, no respiran bajo el agua- dije, con obviedad.

-Entonces, el rey vendrá para aquí. ¿Tienen sala de reuniones?- preguntó.

-Supongo- dijo Thanatos, sonriendo.

-Perfecto. A través de la caracola le informaremos lo siguiente a hacer... Mientras tanto, los niños irán conmigo para seguir el protocolo- dijo-. Doy por finalizado esta situación. Gracias por su tiempo.

Los guardias, junto al representante del rey y mis hermanos se fueron, dando por finalizado este conflicto.

La cajita mágica de comunicación de Thanatos empezó a emitir un sonido musical extraño. El vampiro tomó su aparato y le tocó la pantalla.

-¿Hola?- dijo el vampiro.

-¡¿Has visto a Lucio?!- gritó America a través de la caja mágica.

-¡No grites!- gritó Thanatos-. Y si, está junto a mi.

-¡¿Cómo que está junto a ti?!- gritó de nuevo.

-¡Si! Llegó hace un rato... Pensé que tu lo habías traído- dijo el vampiro.

-Vine a buscarlo al colegio y me han dicho que no había salido a la hora correspondiente... Hasta la policía llegó para buscar al niño perdido- dijo ella-. Arreglaré los asuntos e iré a casa. Encarguen pizza o algo, Thanatos paga tu, por favor. Luego te devuelvo el dinero.

-¡Si!- gritó Luciano, emocionado.

-Y Lucio, estás castigado. Dalo por hecho- dijo America y se escuchó un "pip".

-Vamos a casa... Pediré pizza. ¿Quieren lo de siempre?- preguntó, agarrándome en brazos ya que no puedo caminar.

-¡Si! Yo quiero de palmitos- dijo Luciano.

Entramos a la casa y Thanatos me dejó en el sofá. Justo en ese momento, mis piernas volvieron.

-Gracias- dije, con una pequeña sonrisa.

-Tu quieres de piña con cerezas, ¿verdad?- me preguntó y asentí-. Entonces, una pizza de palmitos, media de hawaiana, media de jamón y queso, y una de pepperoni.

-Perfecto- dijo Luciano, con una sonrisa.

Thanatos se fue a la cocina a encargar la comida.

-Iré a hacer mi tarea... Avísame cuando llegue la comida- dijo Luciano, para irse a su habitación con la mochila en mano.

-Listo... Llegará en 25 minutos- dijo Thanatos, volviendo hacia mi-. Mañana tendrás que pedirle la tarea a tus amigas, porque no pienso escribirles.

-Está bien- dije.

-Algún día tendrás que aceptar que esto es útil- dijo él, con su caja mágica de comunicación y reí, negando.

-Es algo demasiado raro para mi- dije-. No entiendo esas cajitas mágicas de comunicación.

-Se llama celular- repitió.

-Cajita mágica de comunicación- repetí.

-Si, si. Lo que digas- dijo y reí-. Vamos a poner la mesa.

_-_-_

Tras que llegó la pizza, empezamos a comer. Poco después llegó America y se sumó a comer.

Hunter llegó minutos después, con una cara cansada.

-Pizza, que rico- dijo, sentándose en su lugar.

Terminamos de comer y fui a mi habitación junto a Thanatos, mientras America y Hunter regañan a Luciano, por haber salido antes de tiempo, escapándose de clases. El niño decía que sintió el peligro y en cuanto pudo, vino a ayudarnos; y gracias a eso, solo fue castigado dos semanas sin ver televisión ni computadora.

-Listo. Un problema arreglado, ahora, sigamos contigo- dijo America, entrando a mi habitación-. ¿Qué pasó hoy?

-El rey va a hacer una conferencia en casa para ver el tema de la tutoría de Mar- dijo Thanatos.

-Está bien. Que vengan cuando quiera- dijo ella y me abrazó-. Me alegra que todo haya salido bien... Ahora, a dormir, que es tarde y mañana tendrán clases.

Sonreímos. Ella nos dio un beso en la frente a cada uno y se fue.

-Que día de locos- dijo Thanatos.

-Ni que lo digas- dije, suspirando cansada-. Buenas noches.

-Igual- dijo él, para luego irse, dejándome sola para que pueda dormir tranquila.

La Sirena Terrestre.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora