En cuanto la música se acabó, abrí los ojos.
-¿Por qué sacaron la canción?- pregunté, con cierta molestia.
-Ya llegamos- dijo Thanatos y sonreí.
Desperté a mi pequeño y salimos del auto que ya está estacionado.
Hay bastantes personas yendo y viniendo, de un lado a otro.
Caminé de la mano de mi pareja, quien carga a nuestro hijo en brazos.
-No nos separemos mucho o nos perderemos- dijo Thanatos-. Cualquier cosa, griten el código clave y los encontraré.
-¿Cuál es el código clave?- pregunté.
-¡Bienvenidos sean todos al nuevo parque acuático del océano en tierra!- dijo una voz en altavoces.
Entramos al lugar tras pagar una entrada, nos registramos. Nos recomendaron un par de juego y tras engancharnos unas pulseras de color celeste claro en la muñeca, avanzamos.
-¡Quiero ir ahí!- señaló Kaito el tobogán más grande del parque.
-Iremos de a poco- dijo Thanatos-. Este lugar está abierto todo el tiempo, incluso a altas horas de la noche.
Caminamos juntos, yendo a una que otra atracción, donde hay toboganes de diferentes alturas y formas, un carrusel donde cae una pequeña lluvia de colores desde el techo, dándole un aspecto mágico, y varios juegos más.
Al final, por insistencia de Kaito, subimos al tobogán más grande de todos, que da varias vueltas por el parque y desemboca en una de las piscinas en las que no hay muchas personas para evitar riesgos.
Subimos las largas escaleras hasta la cima, en donde me dio algo de miedo mirar hacia abajo.
-¿Estás bien, Kira?- me preguntó Kaito, con preocupación, tras que mire hacia abajo.
-No acostumbro a estar a grandes alturas, siempre he estado por debajo del nivel del mar- dije, sonriendo y revolví sus cabellos-. No te preocupes, ¿si? Vamos a divertirnos.
Esperamos a que sea nuestro turno y nos preparamos para lanzarnos.
-Siguiente- dijo el guardia del juego y subimos a la plataforma, en donde hay unos gomones para diferentes cantidades de personas-. ¿Alguno es una criatura de agua?
-Nosotros dos- dije, mientras Kaito levanta su mano.
-¿Quiere un gomon, señor?- le preguntó a Thanatos y esté negó.
-¿Podemos tirarnos los tres juntos?- pregunté.
-Claro- dijo-. Siéntense aquí.
Nos sentamos en la parte inicial que va hacia el tubo que le da inicio al juego. Me transformé junto a mi pequeño que está sobre mi regazo. Thanatos se sentó detrás de mi y me abrazó como si fuera un koala, aferrándose de brazos y piernas a mi, poniendo sus manos por encima del inicio de la aleta de nuestro hijo, abrazándole también.
-¿Listos?- preguntó el cuidador.
-¡Si!- respondió Kaito, energético, mientras que con mi pareja solo asentimos con una sonrisa.
-¡Allí vamos!- dijo el guardia, tirando de una palanca, que hizo que una gran cantidad de agua que viene desde detrás nos arrastre.
Empezamos a deslizarnos en el tobogán de paredes casi transparente, viendo todo lo que pasa abajo.
-¡Esto es genial!- exclamó Kaito, mientras vemos como pasamos por encima de un barco tipo pirata.
Vimos cada atracción desde arriba, pasando por en medio de una montaña rusa que tiene diversos puntos donde te mojas completamente.
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La Sirena Terrestre.
FantasyEl rey de la zona convocó a sirenas y tritones que estuvieran dispuestos a subir a la superficie para poder ver si hay más zonas habitables más allá de lo que podemos ver. Una sirena madre desesperada, ofrece a su hija y esta va a la zona terrestre...