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Ni bien tocó el timbre del primer recreo, Susana ingresó sin darle tiempo a nadie de salir.

-¿Tu pareja es Thanatos Otto?- dijo, con emoción en sus ojos.

-¿Quién habló de mi?- preguntó Thanatos, desde la puerta, como si lo hubieran invocado.

Automáticamente todos los pocos presentes del salón se retiraron en silencio y en fila; ni con los profesores cerca sucede eso.

-Ay...-susurró Susana, esfumándose la sonrisa de su rostro.

Él se sentó a mi lado, para luego subirme sobre sus piernas, abrazándome.

-Confirmando tu duda; si. Somos pareja- dijo Thanatos, aún sin sonreír.

-Oye, sonríe- le dije, estirándole las puntas de las mejillas.

Él rió divertido, haciendo una pequeña sonrisa.

-No me lo puedo creer- dijo ella y se levantó de su asiento-. ¡Tengo que decírselo a todos! Nunca creí ver al ser más temido del colegio con la niña más linda y buena de todas.

-No te emociones- dijo Thanatos, en su tono serio y la miró a los ojos; vi como ella tembló con miedo-. No dirás a nadie sobre lo nuestro, bajo ninguna circunstancia.

-Está bien- dijo, como si la estuvieran regañando.

-Ahora pírate- le dijo-. No quiero verte.

Ella se fue a paso apresurado.

-Has sido un poco malo con ella- le regañé al vampiro, quien sacó su cara de asesino en serie, para sonreírme levemente.

-No puedo dejar que arruine mi fama- dijo y me abrazó.

Me acurruqué contra él, estando sentada de costado.

-Tienes mal este ejercicio de aquí- dijo y lo miré sin entender-. El resultado es 5,55 no 55,5. Estás calculando cuántos metros de pared puedes pintar; sería casi loco que pintes media cuadra con tan poca pintura.

Miré a donde señala y sonreí avergonzada.

-Iré a mi salón. A la salida te paso a buscar- dijo, besando mi mejilla antes de irse, dejándome sentada en mi silla. 

Tras que cruce la puerta, el timbre sonó.

Lo primero que hice antes de cerrar mi libreta para iniciar con la otra clase, fue acomodar el error.

Todos murmuraban sobre el hecho reciente; el Dios de la Destrucción amenazando a una chica de curso menores. Escuché que se transportó todo porque ella descubrió un secreto del todo temeroso rey de las tinieblas, pero nadie le preguntó por miedo.

La situación me causa ternura, ya que no tiene mucho que ver lo que rumorean con la verdad. Ignorando esto, le presté atención a las clases; la anatomía humana es compleja, creo que más que la de una sirena o un tritón ya sean receptores o dadores en el momento de la reproducción.

__-_-_

A la salida, tal cual me dijo, Thanatos llegó a buscarme y caminamos juntos, sin hablar, en completo silencio, a pedido suyo. Tan solo se escuchaban nuestras pisadas.

-¿Estás molesto conmigo?- le pregunté, en cuanto vi que estábamos completamente solos.

-Para nada, mi sirenita- me dijo, relajando la mirada-. Solo que, bueno, nada... No es nada, realmente.

-¿Seguro?- le preguntó.

-Seguro- afirmó y entrelazó nuestras manos-. Tan solo temo que se metan contigo por culpa mía. Tengo algunos adversarios dentro del colegio por viejos problemas; no me agradaría que te hicieran algo a ti.

La Sirena Terrestre.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora