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-¿Lista para sorprenderte?- me dijo Thanatos, sonriendo.

Faltaba una hora para que caiga el sol y era hora de prepararnos.

-Claro- dije, sonriendo.

Él me tapó los ojos con una venda y me ingresó a su habitación.

-Quítate la bata- ordenó.

Hace unos momentos me bañé por lo que me quedé en bata, para facilitarle a Thanatos el que me prepare, ya que no quiere que vea absolutamente nada.

Dejé la bata caer al suelo y seguí las ordenes que me dio.

_-_-_

Tras un largo rato, ya estaba cambiada, peinada y maquillaje (de esto último se encargó America).

-Ahora si, puedes abrir los ojos- me dijo y obedecí.

Estaba frente al espejo de la habitación de America, que es grande.

Tengo puesto un vestido hasta un poco más arriba de la rodilla, de falda campana y más arriba ajustado, que continúa hasta el inicio de mi cuello. Todo es una tela que parece ser escamas doradas, incluso los guantes que llegan hasta un poco más arriba del codo, a pesar de que por dentro es muy suave y calentita.

En mis pies llevo un tipo de zapato que llaman "panchitas", que son ajustadas, de una tela parecida a la del vestido, pero con escamas más pequeñas y también en dorado

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En mis pies llevo un tipo de zapato que llaman "panchitas", que son ajustadas, de una tela parecida a la del vestido, pero con escamas más pequeñas y también en dorado.

Mi cabello está en su mayoría suelto, teniendo en un lado un tipo extraño de flor hecho con mi propio cabello, dejando el resto caer de forma ondulada, al natural. En la parte de la flor, hay un brillo dorado extraño que no se despega.

Tenía un maquillaje suave, que hace que mi rostro se vea peculiarmente más adorable, resaltando mis características infantiles a la vez que me da una pinta seria. Es como ver a una pequeña abogada, o algo así; seria pero adorable.

Miré a Thanatos; lleva un traje que llaman smoking de color dorado con detalles en negro, camisa negra y corbata dorada. La parte dorada brilla y combina con mi traje. Lleva una rosa dorada en el bolsillo de su chaqueta.

-Esto es fantástico- dije.

-Realmente te has lucido- le dijo America a Thanatos, sonriendo.

-¡MAMÁ! HAY UNA LIMUSINA AFUERA- avisó Luciano.

-Es hora- dijo él, tomando mi mano.

Sonreí y salimos juntos, tras despedirnos de la familia quienes nos desearon suerte.

En frente a casa, hay un auto que tiene una parte trasera muy larga, con muchas puertas.

Un señor vestido como los mayordomos de las películas, nos abrió la última puerta y entramos.

-Señorito Ottis, esto se lo ha dejado la reina- dijo el señor, entregándole una carta a mi vampiro, antes de cerrar la puerta.

Mientras Thanatos abre la carta, miré mi alrededor. Esto más que un auto parece una mini habitación con una barra y elegantes sillones blancos que contrastan con las paredes negras y los vidrios negros con marcos blancos.

-Juana dice que eligió el vehículo que creía más moderno, para que nos sintiéramos cómodos- dijo él, cerrando la carta-. Yo hubiera preferido un deportivo, pero está bueno esto. ¿Quieres algo de comer? Allí también habrá comida, pero no se si tienes hambre ahora o no.

-No tengo hambre ahora... Tengo nervios como nunca antes- dije, mirando mis verdes uñas.

Él tomó mi mano, para besar el dorso.

-Ya te lo dije, todo estará bien- sonrío y sonreí-. Así me encantas; sonriendo, feliz.

Me sonroje y me senté lo más pagada a él que pude.

-¿Cómo lograste que esta tela sea tan suave por dentro?- pregunté-. Ninguna de mis ropas son así.

-Son las algas que me diste- dijo y le miré sorprendida-. Logré pasarlas a unos hilos y luego de ahí las hice tela. Por eso me demore tanto en preparar esto. Quería lo mejor para ti.

Sonreí y le di un pequeño beso en la mejilla.

-Gracias- dije, apoyando mi cabeza contra su hombro-. Eres el mejor vampiro que he conocido en mi vida.

Él tomó mi mano, uniéndolas.

-Estamos por llegar- avisó el chófer.

Mis nervios volvieron pero la risa suave de él me tranquilizó a la vez que me confundió.

Besó la punta de mi nariz y sonrió.

La puerta fue abierta y bajamos, vi una alfombra roja que iba desde en donde estamos al inicio de la casa.

No me detuve mucho tiempo a mirar, ya que tuvimos que avanzar. Pequeños flashes de cámaras nos iluminaron y vi varias personas al rededor nuestro por los lados de la alfombra.

Entramos al lugar e ingresamos al living, en donde estaba la familia del rey, todos vestidos de dorado y negro.

-Pensé que la temática es blanco y negro- le susurré a Thanatos.

-Lo es, pero la familia real debe resaltar- me dijo, antes de pararse frente a su familia-. Juana, feliz cumpleaños.

-Me llena de alegría el que hayan aceptado venir- dijo la mujer, vestida con un gran vestido pomponoso dorado con brillos en todos lados.

-Pasen, los invitados ya deben de estar por llegar- dijo Kodran y pasamos todos juntos a la sala.

Nos acercamos a unas sillas raras que parecen tronos hechos con colmillos de diversos animales realmente enormes. Ambos reyes y sus hijos están sentados en los asientos, mientras que detrás de ellos están paradas unas mujeres que comparten la misma elegancia, usando ropa blanca con plateado. Incluso Napomuceno tenía su propio asiento a pesar de que a penas sabe sentarse sin caerse y detrás de él hay dos mujeres que lo sostienen.

Me paré detrás de Thanatos, tal cual me dijo Juana, siguiendo con las costumbres de este lugar.

Varias personas ingresaron de a una y tras ser presentados, dejan su obsequio, besan la mano de la reina e ingresan a la sala. Estuvimos largo rato en aquel lugar, con las presentaciones y todo el ritual, hablando únicamente el presentador, el ser que deja el regalo y Juana que agradece por venir a algunos.

Una vez que terminaron de entrar todos, hicimos un brindes para iniciar la fiesta, alzando una elegante copa que contiene una bebida burbujeante de un color rojo suave.

Antes de poner mi copa entre mis labios y beber, Thanatos me detuvo.

-Eso es alcohol a un grado super fuerte mezclado con sangre de conejo- dijo y miré la bebida con asco-. Ven, vamos a buscar otra bebida, no pienso ponerme en pedo tan temprano.

-¿Qué es ponerse en pedo?- pregunté con curiosidad.

-Algo que te va a pasar si tomas muchas bebidas alcohólicas, cosa que te hará daño- me dijo.

-Está bien- dije, con una pequeña sonrisa, antes de caminar a la extraña barra, en donde Thanatos pide dos vasos con bebida gasificada sabor lima limón.

La Sirena Terrestre.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora