37

210 24 0
                                    

-Hey, ¿no crees que pasas mucho tiempo aquí?- me preguntó Thanatos, quien estaba sentado en la orilla, frente a mi.

-Me gusta nadar- dije, estando recostada frente a él, chapoteando en el agua con mi cola.

-Es tu naturaleza, después de todo- comentó, sonriendo.

-Es hermoso estar aquí- dije.

-¿No te aburres?

-No mucho, es algo relajante y aunque no haga nada, me gusta.

-Vale...

Él se recostó de costado, con sus brazos detrás de su cabeza, con los ojos cerrados y me giré boca arriba, para apoyar mi cabeza sobre su abdomen mientras aún estoy sumergida.

-¿No te molesta estar al sol?- pregunté.

-La verdad no. Con el paso del tiempo me acostumbré, a pesar de que veo mejor de noche.

-¿No te arde el cuerpo por el calor o algo?

-No, sinceramente casi no lo siento. Además de que esta es una manera interesante de que mi cuerpo adopte una temperatura más humana.

-Y... ¿Qué se supone que haces en vacaciones?

-Pues nada, descansar del estudio, pasarla bien y eso. Algunas familias viajan.

-¿America y Hunter no viajan por vacaciones?

-Hunter por su trabajo no puede salir mucho tiempo... Por eso solo vamos de viaje en invierno.

-Interesante...

-Si es que Rebecca se tira sobre ti, ¿puedo golpearla?- preguntó, aún recostado.

-¿Eh? ¿Por qué lo preguntas?

-Solo contesta.

-No es necesario golpearla.

-Vale... Entonces será mejor que te transformes a humana de nuevo.

-¿Por qué lo dices?

-Tan solo hazlo.

Antes de que siquiera me mueva para transformarme, alguien se tiró sobre mi. Rápidamente reaccioné, lanzando lo que sea que saltó sobre mi hacia un lado.

-¡Gracias por salvarme!- gritó la chica, sonriendo con los ojos cerrados, para luego abrirlos y mirarme sorprendida-. ¿Mari? ¡¿Desde cuándo eres una sirena?! Bueno, eso no es importante. Gracias por salvarme el otro día, eres mi héroe.

Miré mi aleta y me acordé de que ella no conocía así.

-No tiene sentido ocultarlo ahora- dije, suspirando.

-Te lo dije- dijo Thanatos, sin inmutarse demasiado.

-Que raro que has dejado que ocurra- dije.

-Quería ver tu reacción... Fuiste muy lenta- contestó el vampiro, riendo.

-¿A qué día te refieres?- le pregunté a la chica pantera.

-El día ese en el mar, donde casi muero ahogada, pero vi a una sirena allí... Tu me has rescatado de morir ahogada.

-¿Cómo sabes que he sido yo?

-Aquél día vi una aleta de un color gris feo, pero tras mucho buscar solo te he encontrado a ti hoy. Al inicio, no vi tu cara pero debe de ser cosa del destino que me hayas salvado... Por cierto, ¿qué le había pasado a tu aleta? Ahora tiene un hermoso color, pero antes estaba gris.

-No fue nada- dije, con una pequeña sonrisa.

Segundos después, alguien se abalanzó sobre mi, pero antes de dejar caer su peso sobre mí, salió volando hacia el agua.

La Sirena Terrestre.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora