-Se ven bien- dijo la mujer, en cuanto nos enfrentamos en el pasillo.
-Gracias- dijo Thanatos, tomando mi mano.
-Me gustaría poder hablar contigo- dijo la mujer-. A solas.
-No dejaré a Mar sola con ustedes- dijo él.
-Luego hablan, es hora de bajar- dijo el señor y nos acercamos-. Bienvenido a la familia, hijo- dijo, apoyando una mano sobre el hombro de mi Thanatos.
Nos acercamos a las escaleras y empezamos a caminar.
-No temas, estaré contigo- me dijo Thanatos, abrazándome por la cintura.
-Gracias- dije, sonriendo.
Al llegar a la parte baja de la escalera, el padre bajó primero, luego los niños, después la mujer con el bebé y al final nosotros.
-Les presento nuevamente a mi hijo; Thanatos Ottis- dijo el señor.
Bajamos las escaleras, para ir junto a los hermanos. Al segundo todos hicieron una reverencia frente a nosotros, para luego aplaudir y caminamos a la par de los otros, yendo a un lugar desconocido para mi.
Resultó ser un salón con una orquesta a un lado, una mesa con bebidas y comidas múltiples cerca de la puerta y mucho espacio en el centro, con mesas a los lados.
La habitación era blanca con extrañas columnas en los lados, con decoraciones exóticas y varias candelabros araña de color dorado brillando en el techo.
Cientos de vampiros entraron a la habitación, empezando a hablar con los reyes.
-Ven conmigo- me dijo Thanatos, empezando a caminar hacia la barra con comida-. No has comido nada en todo el día, no es sano.
-Estoy bien- dije-. Además, no creo poder comer nada con esto puesto.
-Lamento que tengas que usarlo- me dijo y se acercó al hombre que atendía-. ¿Tienen sushi?
-Claro, su majestad- dijo el señor-. Vayan a sentarse, en seguida le llevaremos su pedido.
-Gracias- dijo Thanatos.
El hombre lo miró confundido, pero al segundo empezó a trabajar.
-Ven- dijo mi vampiro y caminamos hasta la mesa más cercana, en donde nos sentamos-. Ponte cómoda, no es necesario que estés completamente recta.
-El corset no me deja- me quejé.
Los hermanos de Thanatos se nos acercaron, con una elegancia innata, con el pequeño bebé en brazos.
-Bienvenidos a la familia- dijo el que parece ser el mayor.
-Mar, te presento a Benjamín, Eujenio, Isodoro y el bebé no se como se llama- dijo Thanatos, señalando a cada uno.
-Padre lo ha llamado Napomuceno- dijo Benjamín.
-¿En serio los reyes no pensaron en un mejor nombre?- dijo Thanatos, riendo.
-Respeta. Son tus padres también- dijo Eujenio, con enfado.
-Ya hago lo que quiero- dijo Thanatos.
Me levanté y me acerqué al bebé.
-¿Puedo cargarlo?- pregunté.
-Marina- me regañó Thanatos.
-Solo un ratito- dije, mirándolo.
-Está bien- dijo-. Si te llega a atacar, ni lo vuelves a ver.
-Tranquilo- dije y agarré en brazos al pequeño Napomuceno, quien rió-. Es muy tierno.
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La Sirena Terrestre.
FantasyEl rey de la zona convocó a sirenas y tritones que estuvieran dispuestos a subir a la superficie para poder ver si hay más zonas habitables más allá de lo que podemos ver. Una sirena madre desesperada, ofrece a su hija y esta va a la zona terrestre...