-Mami- me llamó Kaito y le miré-. ¿Puedes decirle que deje de mirarme así?
-Dile tu- dije, animándole a que hable.
Hizo un pequeño puchero y reí, por lo que miró a su padre.
-Napomuceno, deja de mirarlo así- le regañó Thanatos.
-Thanos- le regañé yo.
-Si nuestro pequeño no quiere hablar, no podemos obligarlo- le defendió el padre.
-Pero si habla perfecto- dije.
-Yo no le entiendo- se quejó Napomuceno.
-Es mi idioma natal- dije, sonriendo.
-¿Y cómo haré para entenderle? ¿Y si tiene hambre?- dijo, con una tierna preocupación.
-Pues te enseñará los colmillos e intentará atacarte- dijo su padre, sonriendo orgulloso-. O tan simplemente lo dirá y le daremos algo.
-¿Y si quiero que me deje de molestar?- preguntó Kaito y le miré.
-Pues se lo dices- contesté y volvió a hacer un puchero, concentrándose en sus juguetes.
-¿Qué dijo?- preguntó Napomuceno.
Mi pequeño lanzó a volar sus juguetes, mostrando los colmillos, alterado.
Napomuceno se alejó un poco.
-¿Hambre?- preguntó, confundido.
-¡El cubo no entra!- se quejó, con el cubo en mano.
Sonreí y busqué la caja, para señalarle donde va el cubo.
-Oh... Mucho mejor- dijo, ya tranquilito, jugando de forma pacifica.
-Iré a por algo para comer...- dijo Napomuceno, levantándose de suelo-. ¿Quieren algo?
-No gracias- dijo Thanatos y sonreí, dando a entender lo mismo.
-¿Y mi pequeño sobrino hermoso?- preguntó.
-Que dejes de molestarme- declaró, alzando el cubo.
-No quiere nada- dije, sonriendo.
En cuanto se fue, Thanatos se acercó a mi y me abrazó de lado.
-¿Por qué eres malo con tu tío?- le preguntó Thanatos.
-No quiero que se acerque a mamá- dijo-. Puede hacerle daño.
Sonreí y besé su frente.
-Él no lo va a hacer- dije-. Además, tu padre nos cuida.
-Pero mamá no es tan fuerte...- dijo y reí-. El veneno de una mordida puede matarte.
-Tengo poderes- dije, tomando una taza con té que dejó Juana antes de irse a atender un asunto.
Elevé el líquido, haciendo una forma de corazón, para devolverlo a la taza.
-Pero no es lo mismo...- dijo, haciendo un pequeño puchero.
Lo abracé.
-No te preocupes y se bueno con tu tío- le dije, revolviendo su cabello.
Juana entró a la habitación.
-Disculpen mi ausencia- dijo y se sentó en el sofá, mientras una sirvienta trae otra tetera y le sirve algo.
-No es nada- dije-. Napomuceno estuvo jugando con nosotros hasta recién que fue a por algo de comer.
-Está bien- dijo-. Thanatos, me gustaría hablar contigo.
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La Sirena Terrestre.
FantasiEl rey de la zona convocó a sirenas y tritones que estuvieran dispuestos a subir a la superficie para poder ver si hay más zonas habitables más allá de lo que podemos ver. Una sirena madre desesperada, ofrece a su hija y esta va a la zona terrestre...