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En cuanto bajamos del auto y empezamos a caminar, Thanatos me pidió que acompañe sola a Luciano, que él tenía algo que hacer.

Obedecí y tras ver como Luciano se junta con Fernando, fui hacia mi salón, encontrándome con Susana en el camino.

-¿Recuerdas los chicos que estaban junto a ya sabes quién?- me preguntó y la miré confundida, por lo que se acercó a mi oído para susurrar-. El dios de la destrucción y sus copias similares.

-Ahh, te refieres a los hermanos Ottis- dije y sonreí-. ¿Qué sucede con ellos? 

-Están todos juntos yendo de un lado a otro como un escuadrón- dijo-. Hasta tienen una mesa propia ahora.

-Que lindo- dije-. ¿En dónde están? Quiero saludarlos.

-Recién se cruzaron los Phantom con los Ottis y hubo una guerra de miradas- dijo Susana-. No se qué habrá pasado, pero parece ser algo fuerte. Nadie se atreve a dirigirles la palabra o la mirada.

-Son hijos de los reyes de las tinieblas- dije, sonriendo.

-Se nota- dijo-. Iré a mi salón que temo encontrármelos y que me muerdan.

Reí y la vi irse corriendo.

Poco a poco todos empezaron a correr hacia sus aulas, en completo silencio. Les miré confundida.

Vi a los hermanos vampiros pasar y les sonreí.

-Hola- dije.

Thanatos sonrió, pero siguió con su paso normal.

Ellos fueron a su aula y yo a la mía.

Pasaron un par de minutos entre murmullos hasta que entró el profesor de la primera hora.

-Que extraño verlos aquí desde tan temprano- comentó y se sentó en su lugar-. Saquen tres hojas, hay evaluación sorpresa.

Escuché como todos se quejaron. Esta es mi primera evaluación sorpresa; suena emocionante.

_-_-_

Subí a la azotea en donde me encontré a los hermanos.

-¿Estás bien?- me preguntó Thanatos-. Tus uñas están celestes.

-El examen sorpresa no fue tan divertido como pensé- dije y me senté a su lado, dejando que me abrace.

-Los exámenes se suponen que no son divertidos- dijo Benjamín.

-¿Has aprobado? Madre dice que eso es lo importante- dijo Isodoro.

-Tengo un 9,75 de nota final- dije.

-Es una nota muy buena- dijo Thanatos-. ¿Qué te trae así?

-Solo que pensé que iba a ser divertido- dije y escuché su risa.

-Venga, que así es la vida- dijo él.

-¿A nosotros nos tomarán ese tipo de evaluativo sin aviso?- preguntó Eujenio.

-Claro que si- respondió el menor de los hermanos-. No por ser nuevos van a pasarse por alto todas las reglas comunes.

-Oh- dijo.

-Tampoco es que sea tan complicado para nosotros- dijo Thanatos y me miró-. Tu sabes que puedes pedirme tutorías cuando necesites.

Sonreí y me levanté del suelo.

-Iré a charlar con Susana, parece estar muy interesada por los nuevos alumnos- dije y tras despedirme de todos, caminé hacia la puerta.

-Marina- me detuvo la voz de Eujenio y lo miré-. Gracias por los adornos. Son bonitos.

-Me alegra que les guste- dije, con una pequeña sonrisa, antes de retirarme por completo.

Bajé de forma apresurada las escaleras, ya que tengo que terminar una tarea que dejé pendiente porque me había olvidado. Espero que Thanatos no se enfade por esto.

_-_-_

Una vez que salimos, los hermanos se fueron en la gran camioneta conducida por su mayordomo, bajo la mirada atenta de todos.

-Que genial sería irnos así- comentó Fernando.

-¿Sabes? Tengo algo que ellos no tienen en ese super auto- dijo Luciano.

-¿Qué cosa?- preguntó su pareja, con curiosidad.

-A ti- dijo y lo abrazó-. Eres mucho mejor que ese super auto.

La pequeña pantera se sonrojó y le devolvió el abrazo.

-Eso es muy tierno- dijo Rebecca-. Necesito una pareja para que me diga cosas lindas.

Sonreí, abriendo la boca para decirle algo, pero Thanatos me tapó la boca.

-Ni se te ocurra- me dijo-. Te conozco lo suficiente como para saber que le estabas por dar un piropo, pero tu eres mi novia, no la suya.

Sonreí y le lamí la mano, haciendo que la quite.

-Chicos, hoy va a nacer uno más en la manada. Están invitados a la fiesta de bienvenida- dijo Steven y sonreí.

-Con gusto iremos- dije, sonriendo.

-Los esperamos- dijo, antes de que los tres se vayan.

-Mamá dijo que hoy no iba a poder venir, así que... A caminar- dijo Thanatos y asentí con la cabeza, para iniciar una tranquila caminata hasta casa.

_-_-_

-¿Crees que le pase algo a mamá?- le pregunté a Thanatos, mientras vemos como otros pequeños niños corren y juegan, ansiosos de la llegada del nuevo integrante.

-¿Por qué lo preguntas?- dijo, mirándome.

-Se la pasa mucho más tiempo fuera de casa y se la pasa trabajado... He notado que está más cansada, aunque es igual de alegre que siempre- dije-. ¿Tu sabes algo?

-Se que si le pasa algo, pero aún no se bien qué es...- me contestó-. Tan solo espero que no sea algo malo. Soy vampiro, puedo curarla, pero necesito su permiso.

Todas las panteras empezaron a hacer un ruido extraño.

-¡Ya nació!- me informó Jack, quien llegó corriendo junto a Ikaris-. ¡Vamos a darle la bienvenida!

Corrimos junto al resto para amontonarlos cerca de la puerta de la casa en donde está el recién nacido.

Thanatos me abrazó, rozando su nariz contra mi cuello. Vi a Ikaris, quien abrazaba a su pequeño, oliendo su cuello.

-¿Pasa algo?- le pregunté, con preocupación.

-El olor a sangre es fuerte- dijo, besando mi cuello-. Esto es tan solo una distracción para evitar problemas.

Dejé que me abrazara y siguiera con lo suyo.

-La madre no va a sobrevivir por mucho si no la ayudan- susurró, apretándome contra su cuerpo, para luego de unos segundos liberarme-. No, no... Ya está bien.

Sonreí con alegría. Sería muy trágico que la criatura indefensa esté sin su madre.

-Hagan espacio, por favor- dijo el alfa, ingresando a la casa, tras que le den lugar.

Segundos después, salió con un bebé envuelto en mantas.

-¡Bienvenido sea Tylor!- gritó.

-¡Bienvenido seas Tylor!- gritaron todos a coro y empezaron a aplaudir.

Llevaron a la criatura con su madre y nos alejamos en poco de la puerta.

-¡Vamos a celebrar!- dijo el alfa y todos festejaron en alta voz.

La Sirena Terrestre.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora