49

199 16 1
                                    

-Siento mucho haber terminado así- me dijo Thanatos, sentado en una silla, algo lejos de la cama.

-No es nada- dije, sonriendo con tranquilidad.

Alguien tocó la puerta y luego pasó.

-¿Ya está?- preguntó Didac y nos miró-. Veo que ya estás mejor, Marina.

-Eso creo- dije, mirando en donde ya no tengo un agujero, para luego mis uñas-. Pero mis uñas están así desde hace rato.

Mis uñas brillaban en un rosa que nunca antes había visto, es como si tuviera pequeños destellos de diferentes colores rosas, aunque siempre suele ser un solo tono.

-Es normal, no te preocupes- me avisó-. En un par de días se irá.

-¿No habrá riesgos?- preguntó Thanatos, con preocupación-. Digo, soy un vampiro, no un tritón o una sirena.

-Lo se, pero no creo que haya riesgos, nunca se ha documentado nada- dijo el médico.

-Está bien...- suspiró.

-¿En cuánto podré volver a mi forma humana?- pregunté-. Ahora mismo no estoy logrando hacerlo.

-Dentro de unas horas, es lo más probable- dijo él-. Debo irme, cualquier cosa, me avisan.

-Gracias- dije y lo vi retirarse.

-Iré a por algo para comer, ¿quieres algo?- preguntó el vampiro.

-¿Tienes hambre?- pregunté, sentándome en la cama, para ofrecerle mi sangre.

-No, no. Solo quiero algo de comida humana- dijo-. ¿Te traigo helado de algas?

-Bueno- dije.

Él se fue a paso nervioso y me recorté boca abajo.

Me sentía rara, quizás es por lo hecho recién.

_-_-_

Tras comer helado junto a Thanatos, él me avisó que iba a salir.

America llegó poco después, por lo que no me quedé sola.

-¿Sabes a dónde va a ir Thanatos?- me preguntó y negué-. Salió de casa con el ceño fruncido.

-¿Puedo perseguirlo?- preguntó Luciano.

-Déjale un rato a solas- dijo America.

-Está bien- dijo el pequeño-. ¿Puedo ir a jugar con los cangrejos?

-Ve con cuidado- dijo la mujer y el niño se fue corriendo con alegría-. ¿Te encuentras bien?

-Claro, ¿por que no?- dije, sonriendo.

-Tus uñas...- dijo y miré.

-No pasa nada, ya van a volver a su color normal- dije-. No te preocupes.

-Está bien... Aunque siempre me voy a preocupar por ti- dijo y sonreí-. Iré a hacer el almuerzo.

Sonrió y se retiró, dejándome sola.

Me acomodé en la cama, y aproveché para dormir un poco.

_-_-_

En cuanto desperté, me sentía extraña, en términos humanos "vacía". Mis uñas estabas de color celeste y no supe la razón. 

Me levanté, ya en forma humana, empezando a caminar, sin saber muy bien a dónde voy.

Todo el lugar estaba oscuro, había un plato vacío sobre la mesa, junto a todos los elementos para comer.

La Sirena Terrestre.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora