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Al despertar, Thanatos ya no estaba pero me encontraba abrazando una almohada.

Me levanté y fui a desayunar junto al resto de la familia.

-¿Cómo durmieron?- preguntó America-. Vi que salieron a la noche.

-Fuimos a nadar un rato- dijo Thanatos.

-Está bien, la próxima vez avisen antes, por favor, aunque tan solo sea escribir una nota- dijo ella y ambos asentimos.

-Lo sentimos- dijimos a dúo.

-Ven, siéntate a comer- me dijo America y asentí, sentándome en mi lugar, preparándonos para un nuevo día.

_-_-_

-¿En serio van a ir?- preguntó Luciano, emocionado, con un pequeño brillo de destello en los ojos.

-Claro, total, ellos nos invitaron- dijo America.

-¡Esto es genial!- exclamó el menor y se escuchó como sonó el timbre-. ¡Yo voy!

El pequeño salió corriendo hacia la puerta, abriéndola de golpe, encontrándose con otro pequeño que saltó para abrazarlo, terminando ambos en el suelo.

-¡Vamos!- gritaron a dúo, apurándonos a salir.

Salimos y nos encontramos con Rebecca, Steven y una pareja que iban a la par. Ni siquiera dejaron que nos presentemos, los niños corrieron hacia el autobus que siempre está en el colegio llevándolos a todos lados.

-Hola, me llamo Abel y ella es mi esposa Alba- dijo el hombre, estrechando su mano con Hunter-. Ellos son mis hijos, Rebecca, Steven y Fernando, que creo que ya lo conocen.

-Soy Hunter- dijo él.

-Me llamo America, es un gusto conocerlos- dijo ella.

-Yo soy Thanatos- dijo el vampiro-. Y ella es Marina.

-Es un placer- dije, sonriendo.

-Hemos escuchado cosas sobre ustedes, son famosos allí, igual que Ikaris- dijo Abel, divertido.

-¡APÚRENSE!- gritaron a dúo Fernando y Luciano, desde una ventana.

-Vamos en marcha- dijo Alba y empezamos a caminar.

-Te extrañé- dijo Rebecca, abrazándome, mientras caminamos detrás de nuestros padres.

Thanatos, se colocó entre nosotras, separándonos.

-Es por seguridad- dijo él y escuché la risa de Steven-. Tu calla gatito.

-Soy una pantera- se quejó él, antes de empezar a subir.

Nos sentamos en la parte de adelante, mientras que los adultos van del otro lado de la fila de asientos y los más pequeños en el fondo.

-¿No te molesta tener al vampiro siempre detrás de ti?- me preguntó Rebecca, que está sentada detrás de mi.

-No está siempre detrás de mi- dije divertida.

-Está sentado al lado tuyo, cuando debería sentarse con Steven y charlar cosas de hombres- dijo la pantera, con leve enfado.

-Tranquila fiera- dijo el vampiro-. Es solo para evitar que le pase algo. No lleva mucho tiempo en la superficie, no me gustaría que le pase algo.

-Yo puedo cuidarla- reclamó.

-Casi la violas- rió Steven.

-Tu calla- le amenazó su hermana-. Nos vemos en el claro.

-Cuando quieras- dijo él.

La Sirena Terrestre.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora