En cuanto llegamos, Kaito tocó la puerta y se escondió detrás de Thanatos. Ahora que recuerdo, es su primera vez en esta casa.
Luciano abrió la puerta, estando vestido con tan solo un pantalón y el cabello despeinado, con gotas de agua cayendo de este.
-Oh, bienvenidos- dijo y nos dejó pasar, recogiendo una toalla de sobre el sofá-. Recién me bañe, lo siento. ¿Cómo han estado?
-¿Por qué huele a Fernando?- preguntó mi pequeño.
-Debe de usar el mismo perfume que Fernando- dije-. Debe oler a Fernando por eso.
-Son pareja y acaban de hacer cosas de pareja- explicó Thanatos.
-Oh- exclamó-. ¿Eso que significa?
-Siento que me están insultado- dijo Luciano, haciendo un puchero.
-Está sintiendo la esencia de tu pareja en ti- explicó Thanatos-. Solo preguntó por eso.
-Oh, está bien- dijo, con un ligero sonrojo en sus mejillas-. Mamá y papá ya deben de estar por llegar, dijeron que fueron a comprar pizza... Por cierto, adivinen qué.
-¿Qué?- pregunté, con gran emoción.
-Tienes que adivinar- dijo, riendo-. Pero se los digo, solo porque soy bueno... ¡Gané un concurso!
-¡Felicidades!- dije y lo abracé.
-¿Fue un concurso de comer pizzas?- preguntó Thanatos, divertido, tomando a nuestro pequeño en brazos.
-No, no- dijo-. Era un concurso de pintar en pizzas... Dibujé el rostro de Fer junto a una pantera en salsa y con aceitunas negras, además de queso y uno que otro condimento.
-¿Tienes fotos?- pregunté.
-Tengo la pizza- dijo, yendo hasta la cocina, para sacar una pizza congelada del freezer-. Me gustó mucho como se ve, no me animo a comerla y no quiero que nadie más la toque.
Me acerqué un poco para ver y era como ver una copia exacta del rostro de Fernando con una hermosa pantera que está sobre el cabello del chico.
-Kira- me llamó Kaito y lo miré.
Sus ojitos aguados con esa hermoso y tierno puchero me dio ternura, por lo que lo alcé en brazos, viendo como sonríe.
-Pequeño celoso- dijo Thanatos, divertido.
-Tranquilo enano, ella solo es mi hermana- dijo Luciano, tras haber guardado la perfecta pizza.
El menor le mostró la lengua y se abrazó fuertemente a mi, ignorándole.
-Es un vampiro, es normal que sea así de posesivo- dijo Thanatos, explicando el comportamiento.
-Ni que lo digas- suspiró el licántropo-. Tu eras igual con Mari, no dejabas que nadie la toque, ni que respire cerca siquiera- rió-. Tan solo me dejabas a mi.
La puerta se abrió y entró la pareja de adultos.
-¡Oh! Vaya sorpresa- dijo America-. Hola mis niños.
Me saludó y luego a Thanatos, para centrar su atención en mi pequeño, quien tiene una tímida sonrisa en su rostro.
-Que grande está mi nietito- dijo, acariciando las mejillas de este.
Él sonrió, enseñando los colmillos.
-Es adorable- dijo ella, acariciando la nariz del menor.
-Yo también quiero atención- reclamó Luciano, acercándose lentamente.
Hunter empezó a acariciarle el cabello, riendo.
-Fernando fue a bañarse y a cenar, y volvía para dormir contigo esta noche- dijo Hunter divertido-. Se nota que hace horas no se ven.
-Lo extraño- dijo con los ojos aguados.
-Por eso trajimos la pizza- dijo America-. Vamos a comer.
Nos sentamos en la mesa, colocando una silla más para el más pequeño de la familia ya que sabe sentarse solo y llega bien a la mesa, pero se negó a comer sentando en la silla, solo quería estar en mi regazo, por lo que no me quedó otra que decirle que si, es mi niño mimado después de todo.
_-_-_
-Creo que voy a reventar- se quejó Luciano, recostado sobre su pareja, que están sentados a mi lado.
-Sabes que esto te pasa cuando comes tanta pizza de atún con huevo- dijo Fernando, acariciando el estómago de su pareja.
-Kira- me llamó Kaito, sonriendo con sus hermosos colmillos más largo que el resto de los dientes.
Corrí mi remera hacia un lado y permití que me mordiera cerca de la clavícula.
-¿No te duele?- me preguntó Fernando.
-Para nada- dije, mirando a mi pequeño sin perderme ningún detalle.
-¿No es un poco grande como para alimentarse de ti? Digo, aunque es medio vampiro, puede comer otras cosas como Thanatos- dijo Fernando.
Kaito le miró mal.
-Tan solo tiene un año, sigue siendo una cría pequeña- dije-. Además de que siempre toma mi sangre luego de comer comida.
-No hay nada más nutritivo que la sangre de la madre- dijo Thanatos.
-Con Thanatos siempre tenían un límite, supongo que ya lo enviaron a...- se interrumpió a si mismo por un segundo-. A la basura.
Sonreí y asentí.
-Ya soy mayor, tengo más cantidades de sangre y con eso los alimento a ambos- dije.
-Pero recuerda lo que dijeron Didac y Mikael, no debes abusar- dijo America, llegando con una bandeja con varias tazas de porcelana con diseños de flores japonesas-. Té de manzanilla para Luciano, té de mandarina para Fernando, licuado de alga para Mari, café recargados con gotitas de sangre para Thantos, té de jazmín para mi y café descafeinado con leche para Hunter- mencionó, mientras reparte las tazas.
Hunter llegó del baño que es donde fui por unos intentes y nos sentamos en los sillones, para ver una película todos juntos en familia.
_-_-_
-Mar...- susurró una cálida voz y desperté-. Vamos a la cama, ¿está bien?
Asentí, mientras me levanta en brazos, aún cuando aferro fuertemente a mi pequeño en brazos, quien también está dormido.
-¿La película ya terminó?- pregunté, mientras dejo que Thanatos me quite la ropa para colocarme una remera suya y se cambia de ropa.
Le quité la ropa a Kaito para ponerle su pijama que trajimos en un bolso que dejamos justamente aquí, en la habitación de Thanatos.
Una vez ya listo, nos acomodamos en la cama los tres juntos.
-¿Recuerda las largas noches que pasamos aquí?- preguntó y asentí, sonriendo.
Empezó a acariciar mi cabello, abrazándome con cuidado de no aplastar a Kaito que está en medio de ambos.
-Descansa, yo te protejo de todos los males- dijo, besando mi frente.
Besó la frente de Kaito y me dio un pequeño besito en los labios, antes de arroparnos bien.
-Descansa- dije, sonriendo.
Me aferré a mi hijo y dejé que el señor Morfeo me lleve al mundo de los sueños.
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La Sirena Terrestre.
FantasyEl rey de la zona convocó a sirenas y tritones que estuvieran dispuestos a subir a la superficie para poder ver si hay más zonas habitables más allá de lo que podemos ver. Una sirena madre desesperada, ofrece a su hija y esta va a la zona terrestre...