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-¿Estás segura de que falta poco?- preguntó Susana, mientras caminábamos hacia el río que nos lleva al lago.

-Claro- dije-. Vengo aquí muy seguido.

-Se nota- dijo, cansada-. ¿Eso que oigo es agua?

-Te lo dije- dije, divertida.

Pasos después esta el río, que fluía con gran calma y tranquilidad.

-¿Te das cuenta que es la primera vez en todo nuestro tiempo de amistad que nos juntamos fuera del colegio?- dijo y reí.

-Tienes razón- dije.

Nos quitamos las zapatillas y sumergimos nuestros pies en el agua fresca.

-Normalmente con mis amigas me junto en el centro o por ahí, pero este lugar es mucho más genial- comentó-. Nunca creí que hubiera un arroyo en la ciudad.

-Pocos conocen este hermoso lugar- dije.

-¿Cómo es que lo conociste?- me preguntó.

-Por Thanatos- dije.

-¿En serio?- dijo, divertida-. Es impresionante que el Dios de la Destrucción tenga un lado romántico.

-¿Romántico?- pregunté, confundida-. ¿A qué te refieres?

-Este lugar es como de película romántica; el agua limpia fluyendo rodeada de vegetación verde y nada contaminada- dijo-. Si es que un chico me trajera aquí me enamoraría sin pensarlo mucho.

-Pensé que las relaciones se formaban teniendo en cuenta la personalidad del otro sobre todas las cosas- dije.

-Así es; es que te traen aquí significa que es un romántico y posiblemente le guste el aire libre- dijo-. Los lugares elegidos describen también la personalidad.

-Siguiendo esa lógica, ¿cómo soy?- pregunté, recostándome en el suelo.

-Eres una chica tímida, de pocos amigos, un tanto misteriosa, que le gusta el aire libre y nadar, además de que disfrutas de pasar tiempo con tu familia, eres educada y no dudas de tus decisiones- dijo y la miré sorprendida-. ¿Acerté? Supuse todo eso por tu comportamiento en clase y el que me hayas invitado a ver el río, cuando pudimos ir a una confitería o algún lugar así.

-Eres sorprendente- dije.

-Lo se, ya me lo han dicho- dijo, corriéndose su pelo hacia detrás del hombro, riendo-. Ya, ya... La verdad, quizás también seas una romántica empedernida o simplemente te gusta disfrutar la naturaleza.

-¿Lo dices por el río?- pregunté.

-Exacto- dijo, sonriendo-. Hablando de romance, ¿has echado la mirada en algún chico? Eres hermosa, de seguro algún guapote te has conseguido ya en este tiempo. Además de que vi como se te declararon varios.

-¿Pero qué dices?- dije, divertida.

-Zuren, Steven, y vaya a saber cuántos más- dijo.

-A Zuren lo rechacé y Steven solo es mi amigo- dije.

-No has negado mi pregunta...- dijo y se giró, apoyando todo su cuerpo en tierra, a la igual que los codos, mirándome con una gran sonrisa-. ¿Quién es el chico? O chica, no discrimino.

-Pues si, tengo pareja- dije, sonrojándome al pensar en Thanatos.

Un extraño chillido salió de su boca, mientras mueve sus piernas enloquecida.

-¿Cómo se llama? ¿Cómo es? ¿Qué edad tiene? ¿Lo conozco? ¿Cuánto tiempo llevan juntos? ¿Te ha dado algún regalo? ¿Conoces a sus padres?- preguntó, con gran entusiasmo.

La Sirena Terrestre.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora