La Sirena Terrestre.

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En cuanto pasó medio año de aquel reencuentro volví a aprender a caminar y me devolvieron mis recuerdos por lo que ahora estoy mejor que nunca.

Desde ahí, pasaron unos 107 años. Napomuceno ahora parece tener 10 años humanos a pesar de tener 116 años, Thanatos parece de 22 a pesar de tener 235 años y yo parezco de 45 teniendo ya 149 años. Hemos estado viviendo muy bien juntos y todo está perfecto.

Hace un siglo y algo fue el casamiento de Celestina y Nerea; hicieron una super fiesta a la cual fui invitada, aunque murieron un par de años después, en medio de un terremoto. Steven consiguió pareja a la igual que Rebecca; ambos tienen tres cachorros cada uno son super adorables los seis, aunque estos niños ya tienen bastante edad y tienen a sus propios lazos con los que viven actualmente, estando algunas de las chicas embarazadas. Mi pequeño hermano Luciano a la igual que Fernando ya son más grandes físicamente, más maduros, aún con sus actitudes de siempre; ellos hace unos 23 años se casaron y tuvieron una fiesta hermosa, no adoptaron ningún hijo porque a Fernando no le gustaba compartir a su pareja, nada más. Mikael y Laustin confirmaron su relación y ahora son pareja, ellos lucen igual que siempre gracias a su magia. Ikaris al fin se casó con Jack en el cumpleaños número 50 del menor y allí mismo le mordió por primera vez; ellos hacen un intercambio de sangre por lo que el menor vivirá por muchos siglos más y se sigue viendo como un chico algo joven. Por lo que me enteré, Dafne tuvo varios hijos con Zuren y ambos se fueron junto a Merlín a las profundidades para quedarse a vivir allí. Abel y Alba, los padres de los hermanos Phantom, murieron a causa de la vejez, tuvieron una ceremonia de despedida elegante y enterraron sus cuerpos en un santuario de la zona. En cuanto a los reyes y príncipes vampiros ya no sabemos nada, se olvidaron de Napomuceno y hasta el día de hoy no han venido a reclamarlo, por lo que lo adopté como mi hijo.

-Mañana es tu cumpleaños- me dijo Napomuceno, caminando a mi lado mientras volvemos a casa de ir a comprar.

-Lo se- dije, divertida.

Por pedido de Napomuceno e insistencia de mi vampiro, empecé a celebrar cada cumpleaños mío. En esta fecha, comemos un pastel hecho por Thanatos, invitamos a nuestros amigos a casa y en la noche nadamos todos juntos, aunque lo de nadar lo hacemos cada noche.

Mi vampiro ya aprendió a dominar su aleta por lo que se transforma cuando quiere y no al tocar el agua. Napomuceno quiere también tener una aleta pero Mikael no le permite diciendo que aún es muy pequeño.

-¿Invitaste a los hijos de los Phantom?- preguntó.

-Si, aunque no se si vendrán. La hija mayor de Rebecca está embarazada, sus hermanos se pusieron muy protectores con ella por lo que no la dejan ni tocar el suelo- dije-. Y por parte de Steven, ellos están de viaje, no recuerdo cuándo es que volvían.

-Esos seis son muy revoltosos- suspiró Napomuceno-. Y más con la luna llena; esas bestias se descontrolan.

-Es lindo ver cómo exigen caricias- dije, recordando como fue cuidar a los hijos de los hermanos en una noche de luna llena.

-Dirás pelear por ver quién es acariciado por ti primero- dijo y reí.

-Son adorables- dije, sonriendo.

-Ya quisieras tu que fuera así- dijo él.

-Ven, vamos a preparar algo rico de comer- dije, abriendo la puerta de casa.

Entramos a la casa y empecé a cocinar la cena con ayuda del menor.

-¿Qué preparamos?- pregunté, viendo las miles de opciones disponibles.

Él sonrió con una mirada cómplice.

-Ramen- dijo y sonreí.

Saqué los ingredientes y empezamos a cocinar.

_-_-_

En cuanto terminamos de cocinar, preparamos la mesa y aguardamos a que llegue mi vampiro para servir la comida, dejándola en la cocina para que no se enfríe.

-¿Sabes en cuánto llega Thanatos?- preguntó el menor y miré el reloj.

-No debe faltar mucho, creería- dije-. Ya son las 11PM.

-Esto de crear tantos vestuarios le está matando- dijo Napomuceno y suspiré.

-Aún así no deja que le ayude- dije, algo triste.

-Solamente tiene que hacer once prendas para una boda, no es tanto si lo piensas pero lo hace una sola persona- dijo.

-Luego le doy de mi sangre y estará mejor- dije.

-Que genial es que seas su fuente de energía- dijo.

-Ya tendrás a tu lazo, no te preocupes- dije, revolviéndole el cabello.

Alguien tocó la puerta y con rapidez fui a abrir.

Esperaba encontrarme con mi vampiro con su sonrisa alegre de siempre, pero en cambio me lo encontré con una mueca algo rara.

-¿Qué pasó?- dije, algo preocupada, abrazándole.

-Este idiota tiene un mensaje para ti- dijo, señalando hacia atrás en donde hay un cuerpo tirado en el suelo.

-¿Siquiera sigue con vida?- dijo Napomuceno, divertido.

-Yo lo dejé con vida, si él decidió morir, fue su elección- dijo mi vampiro y me dio un papiro enrollado.

Lo abrí y leí el contenido.

-Ni crean que iré- dije.

Corrí dentro de la casa para tomar un fibrón indeleble, en donde escribí mi respuesta y dejé una gota de mi sangre como firma.

Se lo entregué al mensajero y este, arrastrándose, se fue.

-Bueno, ahora si, a comer- dije, sonriendo-. Thanos, ve a lavarte las manos primero.

-Ya mismo- dijo el mayor, con una expresión más tranquila.

Serví la comida y los tres comimos juntos en un ambiente ameno, charlando sobre cómo estuvo nuestro día y todo eso a pesar de que tan solo llevamos seis horas sin estar los tres juntos.

_-_-_

Tras arropar al vampiro menor, volví a la habitación que comparto con mi vampiro.

-¿Qué decía la carta?- preguntó.

-Nada importante- aseguré, acostándome a su lado-. El rey solicitaba mi presencia pero no pueden obligarme a ir, no soy de su zona ya, llevo un siglo residiendo en otro lugar.

-Está bien- dijo, abrazándome-. Buenas noches.

-Buenas noches- dije, apegándome a su pecho para dormir con tranquilidad.