-Mar... Es hora de volver a casa- dijo Thanatos, entrando a la habitación.
-Shh- dije, colocando mis dedos índice y del corazón sobre mis labios-. Está dormida.
-¿Quieres que te ayude a salir de ahí?- preguntó y asentí.
-Por favor- pedí-. No creo poder salir por mi misma.
Thanatos se acercó a mi y levantó a Rebecca, quien me levantó consigo.
-Esto será más complicado de lo que creí- dijo.
Metió sus brazos al rededor de mi para tironear un poco y sacarme allí.
Suplantó mi presencia por una almohada que estaba allí.
-Listo- dijo.
Le di un pequeño beso en la frente a la pantera, para alejarme de a poco, hasta salir de la habitación.
-Luciano y Fernando estaban jugando hasta hace un rato, pero les entró el cansancio- dijo Thanatos, señalando a los pequeños durmiendo en el sofá, el oso sobre la pantera.
-Que lindos se ven juntos- dije, sonriendo.
El vampiro tomó en brazos a mi hermano, quien se abrazó a él, aún dormido.
-Gracias por invitarnos- dijo Thanatos a Steven, quien estaba parado a un lado.
-Gracias por venir- dijo él, abriendo la puerta.
Agarré las tres mochilas y empezamos a caminar.
Por suerte la mochila de Luciano también tiene correas, por lo que me la enganché en la espalda, colocando mi mochila enganchada de por delante y Thanatos se colocó su mochila con algo de dificultad, pero sin problemas para moverse.
-¿Seguro que puedes?- dije.
-Obvio- dijo-. El niño no pesa nada y mi mochila menos.
-¿Seguro? Mira que tenemos que caminar mucho- dije, preocupada.
-No es nada. Confía en tu vampiro favorito- dijo y asentí con la cabeza, sonriendo.
El pequeño río lo cruzamos saltando, aunque yo no tengo problema con mojarme los pies.
-¿Cómo la pasaste?- me preguntó.
-Genial- dije-. La pizza estaba deliciosa y nadar es una de las cosas que más bien me hacen... ¿Y tú?
-Por suerte estaba Ikaris, sino habría muerto del aburrimiento- dijo, riendo.
-¿Cómo estaban Ikaris y Jack?- pregunté.
-Ambos bien. Hoy jugaron mucho durante la mañana, así que el pequeño estaba muy cansado- dijo-. Aunque me preocupa la alimentación de Ikaris... No consume mucha sangre por estar casi todo el tiempo con el pequeño. Los alimentos humanos le llenan, pero no remplaza.
-¿No puede ir a comer mientras Jack duerme?- pregunté.
-Se lo he dicho, pero dice que está bien y solo va cuando ve a Jack como si fuera una deliciosa pizza- dijo, riendo-. Aún así, es preocupante que llegue hasta ese extremo.
-De seguro Jack no tiene problema con darle un poco de su sangre- dije.
-Ahí hay un problema. Él ya se ha ofrecido muchas veces, pero mi amigo no quiere para evitar hacerle daño o que la manada se enfade- dijo-. Aún así, solo va una vez por mes, mientras su pequeño duerme, pero es muy poco eso... Lo más sano es una vez a la semana.
-¿Y si le doy mi sangre en un frasco?- pregunté-. A ti te alimenta y no tengo problema con alimentar a alguien más.
-Ni creas que te voy a compartir- dijo, en un tono enfadado-. Él tiene a varios donadores humanos, pero aún así, no quiere tomar mucho... Pero bueno, déjale ser. Si no se da cuenta por si mismo, es imposible hacer que se de cuenta.
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La Sirena Terrestre.
Viễn tưởngEl rey de la zona convocó a sirenas y tritones que estuvieran dispuestos a subir a la superficie para poder ver si hay más zonas habitables más allá de lo que podemos ver. Una sirena madre desesperada, ofrece a su hija y esta va a la zona terrestre...