47

193 16 1
                                    

-Mar... Es hora de volver a casa- dijo Thanatos, entrando a la habitación.

-Shh- dije, colocando mis dedos índice y del corazón sobre mis labios-. Está dormida.

-¿Quieres que te ayude a salir de ahí?- preguntó y asentí.

-Por favor- pedí-. No creo poder salir por mi misma.

Thanatos se acercó a mi y levantó a Rebecca, quien me levantó consigo.

-Esto será más complicado de lo que creí- dijo.

Metió sus brazos al rededor de mi para tironear un poco y sacarme allí. 

Suplantó mi presencia por una almohada que estaba allí.

-Listo- dijo.

Le di un pequeño beso en la frente a la pantera, para alejarme de a poco, hasta salir de la habitación.

-Luciano y Fernando estaban jugando hasta hace un rato, pero les entró el cansancio- dijo Thanatos, señalando a los pequeños durmiendo en el sofá, el oso sobre la pantera.

-Que lindos se ven juntos- dije, sonriendo.

El vampiro tomó en brazos a mi hermano, quien se abrazó a él, aún dormido.

-Gracias por invitarnos- dijo Thanatos a Steven, quien estaba parado a un lado.

-Gracias por venir- dijo él, abriendo la puerta.

Agarré las tres mochilas y empezamos a caminar.

Por suerte la mochila de Luciano también tiene correas, por lo que me la enganché en la espalda, colocando mi mochila enganchada de por delante y Thanatos se colocó su mochila con algo de dificultad, pero sin problemas para moverse.

-¿Seguro que puedes?- dije.

-Obvio- dijo-. El niño no pesa nada y mi mochila menos.

-¿Seguro? Mira que tenemos que caminar mucho- dije, preocupada.

-No es nada. Confía en tu vampiro favorito- dijo y asentí con la cabeza, sonriendo.

El pequeño río lo cruzamos saltando, aunque yo no tengo problema con mojarme los pies.

-¿Cómo la pasaste?- me preguntó.

-Genial- dije-. La pizza estaba deliciosa y nadar es una de las cosas que más bien me hacen... ¿Y tú?

-Por suerte estaba Ikaris, sino habría muerto del aburrimiento- dijo, riendo.

-¿Cómo estaban Ikaris y Jack?- pregunté.

-Ambos bien. Hoy jugaron mucho durante la mañana, así que el pequeño estaba muy cansado- dijo-. Aunque me preocupa la alimentación de Ikaris... No consume mucha sangre por estar casi todo el tiempo con el pequeño. Los alimentos humanos le llenan, pero no remplaza.

-¿No puede ir a comer mientras Jack duerme?- pregunté.

-Se lo he dicho, pero dice que está bien y solo va cuando ve a Jack como si fuera una deliciosa pizza- dijo, riendo-. Aún así, es preocupante que llegue hasta ese extremo.

-De seguro Jack no tiene problema con darle un poco de su sangre- dije.

-Ahí hay un problema. Él ya se ha ofrecido muchas veces, pero mi amigo no quiere para evitar hacerle daño o que la manada se enfade- dijo-. Aún así, solo va una vez por mes, mientras su pequeño duerme, pero es muy poco eso... Lo más sano es una vez a la semana.

-¿Y si le doy mi sangre en un frasco?- pregunté-. A ti te alimenta y no tengo problema con alimentar a alguien más.

-Ni creas que te voy a compartir- dijo, en un tono enfadado-. Él tiene a varios donadores humanos, pero aún así, no quiere tomar mucho... Pero bueno, déjale ser. Si no se da cuenta por si mismo, es imposible hacer que se de cuenta.

La Sirena Terrestre.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora