74

162 19 1
                                    

Tas sacar mi cabeza para ver a Thanatos, lo vi platicando con tres seres.

Me acerqué lentamente para agarrar a mi pareja de las piernas y llevarlo conmigo dentro del agua de golpe.

Él intentó atacarme, pero al reconocerme, me abrazó. Le di un pequeño beso, sonriendo.

-Vamos arriba- dijo y obedecí.

Lo dejé en una zona que puede caminar por si mismo.

Me quedé oculta, tan solo dejando ver mis ojos.

-¿Qué te pasó?- preguntó uno de los seres, riendo.

-Nada de otro mundo- dijo mi vampiro, escurriendo su cabello-. Tan solo que cierta sirenita me llevó consigo.

Él se giró, mirándome.

-Mar, puedes salir; solo son Benjamín, Eujenio e Isodoro- me dijo Thanatos.

Negué con la cabeza y él suspiró.

Alguien tocó mi cola y me giré.

Dafne estaba allí junto a Merlín.

-¿Les conoces?- me preguntaron.

-Son los hermanos Ottis- dije.

-¿Crees que sean una amenaza?- me preguntó Merlín.

-No lo creo- dije-. Mi pareja es su familia y se que no va a dejar que nos hagan daño.

-Los vimos hoy por primera vez, pasaron cerca de nuestro hogar con esas extrañas capas- dijo Dafne-. Temimos por el lugar entero, así que le informamos a las ninfas. Ellas van a atacarlos en caso de que intenten atacarnos.

-No es necesario- dije-. Vayan a casa, me encargaré de esto.

-Somos los protectores de la zona- dijo Merlín-. Nos quedaremos por si es necesario defender nuestro hogar.

-Los licántropos panteras están cerca también, uno que otro de ellos también está vigilando por si hay amenazas- dijo Dafne.

-Está bien... Iré a solucionar el problema- dije-. No me gusta como están perturbando la paz de todo este lugar, y más por la noche.

Salí lentamente, para transformarme en el momento que el agua me llega por el cuello.

Caminé hasta Thanatos, abrazándolo.

-Disculpen- dije y me miraron-. Están perturbando a este lugar; hay ninfas, licántropos, sirenas y tritones vigilando esta zona por miedo de ataque. Les pido por favor que nos alejemos de aquí. No es ni media noche y hay quienes deben descansar.

-Está bien- dijo Benjamín.

-No dejaré que vayan a mi hogar, no se qué le podrían hacer a mi familia pero podemos ir a algún parque a platicar- dijo Thanatos.

-Parece una buena opción- dijo Isodoro.

Salimos de allí a paso rápido. Ellos parecían no cansarse, pero yo si. Lo bueno de esto, es que en el camino se me secó la ropa.

Fuimos hasta el mar, en donde no había ser que lo cuide si es que estamos sentados en la arena.

-Espero que las ninfas del agua no se vuelvan locas con vuestra presencia- susurré, sentándome entre las piernas de Thanatos.

-Bueno, como les comentaba... Vamos a empezar a ir con ustedes al colegio humano- dijo Benjamín.

-¡¿Qué?!- exclamé.

-Esa misma fue mi reacción- dijo Eujenio.

-Madre quiere que estemos más integrados a ti y tus costumbres, así que, de ahora a que terminemos la etapa escolar, seremos compañeros de Thanatos- dijo Benjamín.

-Es algo tonto esto- dijo Isodoro-. Somos mayores y tenemos más experiencia que los humanos, pero es algo ordenado por la reina y nadie bajo su reinado puede desobedecer, incluso si eres de la familia.

-Aún así, iremos contigo, por nuestro parecido físico, aunque somos por siglos mayores a ti- dijo Benjamín.

-Está bien- dijo Thanatos-. Dentro del colegio no le hablen a ningún humano. No se que tan controlados estén, pero no quiero una masacre.

-No somos tontos- dijo Eujenio, en un tono ofendido-. Comeremos bien antes de ir a lugares humanos, como hoy. Padre y madre no tienen tiempo como para atender una guerra entre humanos y vampiros; nos conviene dejarlos vivos.

-Eso me ofende- murmuré y me levanté-. Thanos, iré a nadar un rato. Cuando vuelvas a casa iré contigo.

Le di un beso en los labios antes de correr y lanzarme al agua, transformándome en el aire como tanto me encanta. Fui hasta la parte profunda, para admirar la flora marina.

Agarré alguna de las algas para hacer un anillo, tomando en cuenta la medida del dedo de Thanatos, ya que es para él.

Hice un collar para Luciano, que lo podrá usar en sus dos formas. Y a conjunto de este, hice uno igual para que le de a su pareja. Esto es muy lindo.

Lo decoré con pequeñas caracolas y algas más brillantes.

Además de todo esto, también hice pequeñas tobilleras para los tres hermanos de mi pareja; así pueden usarlas y no se nota por debajo de sus elegantes trajes antiguos.

Una vez que finalicé, salí del agua para dejar secar los accesorios y caminé hasta Thanatos que sigue hablando con sus hermanos. Todos portan caras serias.

-¿Podrían venir un segundo?- les pedí.

Ellos se acercaron.

Me acerqué a la pierna de cada uno y con rapidez les enganché la tobillera que se secó segundos después.

-¿Qué haces?- preguntó Eujenio, tocando el adorno.

-Se le llama tobillera- dije-. Es un adorno para sus piernas.

-Si, sabemos como se llama- dijo Eujenio-. Solo quiero saber por qué nos las enganchas.

-Es un bonito adorno- dije-. Pensé que les gustaría.

Agarré la mano la Thanatos y la sumergí al agua conmigo, para colocarle un anillo.

-Me encanta- dijo y me dio un pequeño beso.

Sonreí y me transformé, para salir del agua.

-Iremos a descansar- dijo Isodoro, antes de que se retiren los tres.

Él me alzó en brazos para entrar a casa.

-Acaban de decir que les gustó- me dijo y sonreí-. Lo acaban de susurrar. Eujenio dijo que es tierno de tu parte y Isodoro lo golpeó en lo hombro diciendo que se calle. Creo que a él le gustó mucho más que a los otros.

Lo abracé con fuerza.

-Venga, vamos a bañarnos y a la cama, que mañana tenemos otro día que empezar, esta vez con los tres mosqueteros- dijo, con cierta burla.

Reí y me dejé llevar por él.

La Sirena Terrestre.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora