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-Adoro esto- dije, disfrutando de la malteada.

-Sin duda es delicioso- dijo Laustin, sonriendo-. ¿Qué le hechas para que esté tan delicioso?

-Lo normal, algas, GoldFish mezcla, un poco de leche, azúcar de caña- dijo Thanatos, enumerando con sus dedos-. Y a la bebida de Mar siempre le coloco una gota de mi sangre.

-Así queda delicioso- dije, sonriendo.

-¿Puedo probar?- me dijo y negué con la cabeza.

-Es especial para mi- dije y sonrió.

-Mikael, ¿me das tu mano?- preguntó Laustin.

Mikael obedeció y Lastin murmuró algo, para luego morderle el dedo y dejar que una sola gota de sangre caiga dentro de su vaso en donde está la dichosa malteada.

-Si serás malvada- dijo Mikael y murmuró otra cosa, aunque no le vi ningún cambio ya que su herida ya estaba sanada.

Laustin revolvió su bebida y le dio otro trago.

-Tienes razón, así queda mucho mejor- dijo ella y sonreí.

Napomuceno se movió, abriendo un ojo, mirándome con cariño.

-Tengo hambre- susurró, sentándose, mientras acaricia mi pecho, sobre mi pulmón.

-Ten- dijo Thanatos, dándole una mamadera.

El más pequeño empezó a quejarse pero luego de un rato lo aceptó y empezó a tomar de esa manera.

-Es adorable- dijo Mikael.

-Esto no se lo dices a nadie- le advirtió Napomuceno antes de seguir tomando.

-Ni pensaba hacerlo, cada consulta es un secreto- dijo Mikael.

Sonreí y agarré su mamadera para sostenerla mientras él apoya su pequeña mano sobre una de las mías y la otra mano la deja sobre su panza, ya relajado.

Una vez que se terminó su bebida, se recostó contra mi pecho y volvió a dormirse.

-Que raro que duerma tanto- dijo Mikael-. Ya tiene ocho años, no debería.

-Yo lo ayudo a que se duerma- dijo Thanatos, con una sonrisa rara.

-Tu si que eres malvado- dijo Laustin, abriendo la mamadera y oliendo el interior-. Le has echado medicamentos para dormir.

-Lo se, es genial- dijo Thanatos.

-¿De dónde sacas medicamentos para dormir?- pregunté-. Nunca pensé que los necesitabas.

-No lo requiero, pero desde que llegó Napomuceno empecé a comprar para cuando se pone insoportable y no me deja estar contigo- dijo Thanatos, antes de levantar su taza y darle un sorbo a su té.

-Por cierto, ¿cómo les fue en su visita al mundo marino?- dijo Laustin.

-Fue genial- dijo Thanatos-. Aunque pasamos tres semanas haciendo nada porque Mar recordó todo lo de Kaito.

-Oh- dijeron ambos.

-Se lo tomó bien por suerte- dijo mi vampiro, abrazándome por encima de los hombros-. Luego de eso fuimos a Bermudas.

-Allí hay un parque acuático gigantesco y genial- dije-. Es super divertido.

-Algún día iremos para allí- dijo Mikael-. Y no se preocupen, no les diremos nada a los reyes de que Napomuceno está aquí.

-Gracias- dijo Thanatos-. Aunque solo sea un niño, lo entiendo; yo pasé por lo mismo y lo entiendo.

-Me alegra que al fin conozcas a uno de los de tu club de fanes- dijo Mikael, divertido.

La Sirena Terrestre.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora