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Tras un buen rato de viajar, llegamos a la manada de panteras, siendo recibidos por Ikaris y Jack, quienes corrieron para abrazarnos.

-Que ternurita, ¿él es su hijo?- le preguntó Jack a Thanatos, quien lleva en brazos a Napomuceno, ya que se cansa cada tanto de caminar con su pequeño cuerpo.

-Es mi hermano- dijo Thanatos riendo-. Tiene ocho años, pero ya crecerá.

-¿Se rebeló como tu?- le preguntó Ikaris, tomando en brazos a su ya no tan pequeña pareja.

-Así es- dijo Thanatos, orgulloso-. Enano, él es Ikaris.

-Un gusto en conocerte, soldado- le dijo Napomuceno.

-Veo que has escuchado la historia- dijo Ikaris-. Creo que sobran presentaciones, entonces.

-Me alegra verlos juntos- admití-. ¿Cómo ha estado todo por aquí?

-¡Rebecca está embarazada!- dijo Jack, con gran felicidad, para luego taparse la boca-. Ups.

-Se supone que es un secreto, pero si, es cierto- dijo Ikaris.

-¿Me voy por un tiempo y la loca se embaraza?- dijo Thanatos, riendo-. Ya era hora de que se consiguiera a alguien.

-Más bien fue algo no deseado, pero bueno- dijo Ikaris.

-Oh- dije.

-¿Puedo ir a verla?- le pregunté a Thanatos.

-Últimamente desde que se le nota la pancita no quiere ver a nadie, pero si lo logras te daré un premio- dijo Ikaris, sonriendo.

-Yo digo que lo logra- dijo Thanatos, desafiándole con la mirada.

-Ya, nada de apuestas- dije-. Solo vamos.

-Está bien- dijo Thanatos-. Yo me quedaré a cuidar a Napomuceno. Se que está ansioso por charlar con Ikaris y Jack.

-Estaremos en el claro, por si quieres venir- dijo Ikaris y me dejaron frente a la casa de Rebecca antes de seguir con su camino.

Toqué la puerta y Alba abrió.

-¿Marina? Que sorpresa verte aquí- dijo, sonriendo-. ¿Cómo has estado?

-Todo bien, por suerte- dije-. Pasamos a visitarlos y quise saludar a los hermanos, pero no los encontré. ¿Están en casa?

-Solo Rebecca está, Steven fue a pasear junto a su mate- dijo-. Si Rebecca quiere, te dejo pasar. Está algo rara últimamente.

-Claro- dije.

Ella se retiró y al ratito, una mano apareció, tirando de mi para hacerme entrar a la casa de golpe.

Me colocó contra la pared de al lado de la puerta y me abrazó con fuerza.

-Hola Rebecca- dije, acariciando su cabello-. ¿Cómo estás?

-Te extrañé- dijo, ya soltándome-. Mamá, estaremos en mi habitación.

-Claro, en un rato voy a llevarles algo de comer- dijo Alba.

Ella tomó mi mano y me llevó hasta su cuarto.

-¿Cómo te fue en todo este tiempo?- preguntó, sentándose en la cama, abrazando un almohadón.

Me senté frente a ella, sonriendo.

-Todo bien, por suerte- dije-. El hermano de Thanatos está empezando a vivir conmigo porque se rebeló de la madre, así que ahora volvimos a ser tres en casa.

-¿Ya recuerdas lo de...?- preguntó, dejando incompleta la oración.

-¿Lo de Kaito?- pregunté y asintió-. Así es, pero estoy mejor que antes, se que no era su momento y lo acepto.

La Sirena Terrestre.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora