La Sirena Terrestre.

16

Hoy es el último día de clases antes de las vacaciones de invierno. Son tan solo dos semanas de descanso, pero es suficiente como para reponerse y seguir con todo.

Últimamente Steven se junta más conmigo. He oído rumores sobre que "somos algo más que amigos", pero desde mi punto de vista no es así ya que solo somos amigos. Thanatos y Luciano no se llevan bien con Steven, pero como no nos juntamos fuera de clase, no dicen nada.

Susana también me dedica parte de su tiempo y cada tanto, nos juntamos en algún parque o en su casa para charlar.

Mi relación con Nerea y Celestina no es tan perfecta como la que tienen entre ellas, pero todo va bien. Hablamos en clase y fuera de allí también. Creo que entre ellas hay algo más que una relación de mejores amigas... Pero no voy a tomar conclusiones apresuradas; en mi zona natal, si te enamoras no importa con quien sea, no importa el género, ni la edad, ni el color de aleta, ni nada.

Mi promedio escolar es bastante alto gracias a las clases especiales que me da Thanatos para que entienda todo. La verdad, no me importa con que nota apruebe, mientras lo haga.

_-_-_

-Hola- dijo Steven, entrando al colegio.

Me detuve a saludarle con un beso en la mejilla, como es costumbre humana. Mi vampiro favorito siguió caminando, sin que nada le perturbe.

-Mari, a la salida del colegio, ¿te gustaría ir conmigo a tomar un helado o algo?- me preguntó Steven, en la entrada.

-Claro- dije, con una sonrisa-. Le preguntaré a America si es que me deja y vamos.

-Bueno, espero tu respuesta- dijo, escuchando la campana sonar.

Entré al aula que me corresponde y me senté en el lugar de siempre. En el recreo le pediría a Thanatos que me preste su caja mágica de comunicación llamada "celular" para pedirle permiso a America.

_-_-_

-Susana... ¿Sabes de algún lugar dentro del colegio que esté con nula cantidad de personas, alejado de todo y con una buena vista panorámica?- le pregunté.

Ella se quedó en una pose pensativa, para luego sonreír.

-La azotea puede ser el lugar indicado- dijo-. O algún árbol muy alto del patio.

-¿Me llevarías hasta la azotea, por favor?- le pedí.

-Está bien- dijo, algo confundida-. ¿Para que quieres ir?

-Es un secreto- dije, con una pequeña sonrisa, apoyando mi dedo índice sobre mis labios, como suele hacer Luciano.

-Vale... Entonces, vamos- dijo y empezamos a caminar.

Dos pisos más arriba, termina el edificio con una zona a la cual nadie va.

El celular de mi amiga comenzó a sonar, por lo que antes de cruzar la puerta, se fue.

Traspasé la puerta, mirando el lugar. Thanatos estaba recostado en la mitad del lugar, mirando el cielo.

Me acerqué y piqué su hombro, llamando su atención.

-¿Sucede algo?- me preguntó.

-¿Podrías preguntarle a America si me deja salir con un amigo a la salida del colegio?- le pedí.

Rápidamente, se sentó, tomando una postura más seria.

-¿A dónde irán?- preguntó, en un tono demandante.

-A tomar un helado- respondí.

-¿Con quién irás?- preguntó.

-Steven- respondí.