La Sirena Terrestre.

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-No puedo creer que Luciano al fin tiene 8 años- dije, nadando en el lago.

-Lo se... El tiempo pasa más rápido de lo que uno se imagina- dijo Thanatos, sentando en una roca alta, cerca de mi-. O por lo menos así es para algunos.

-Y pensar que mañana empezaremos las clases de nuevo- dije, suspirando.

-Fue un gran verano- dijo él, sonriendo.

-Lo se, pero aún así, siento que falta algo- dije.

-Un romance de verano- dijo, riendo-. Quizás sea eso.

-No lo se- dije, divertida.

Gracias a las películas, he aprendido ese nuevo término humano.

-¿Crees que haya algo nuevo este año?- pregunté.

-No lo creo- comentó-. Quizás alguno que otro reglamento nuevo, pero más que eso no creo.

-Espera un segundo- dije, antes de sumergirme completamente unos segundos.

Cada tanto, veo cierto brillo extraño en el agua y quiero saber que es.

Fui hasta el fondo, encontrando un extraño collar con una extraña pelotita verde brillante que parecía una extraña perla verde.

Subí de nuevo y se lo mostré a Thanatos.

-Mira- dije, mostrándole el collar.

-Wow... Nunca había visto algo así- dijo él.

-¿De quién crees que será?- pregunté.

-No lo se. No se adivinar eso- dijo.

La perla empezó a brillar, adquiriendo una temperatura mayor, por lo que sumergí el colgante dentro del agua, para que se enfríe sin lograrlo.

Sentí como algo me empujó hacia abajo desde mi cola, por lo que solté el collar, para recuperar estabilidad y mirar mi alrededor.

Una sirena estaba allí, agarró el collar, alejándose con rapidez.

-¡Espera!- dije, antes de empezar a seguirle.

Su aleta es verde y su cabello del color del fuego.

Agarré la parte final de su aleta y se detuvo.

-¿Quién eres?- dijo.

-Marina Kira Briseida- dije.

-¿Eres sirena de nacimiento?- dijo y asentí, para luego sonreír-. Wow... ¿Qué haces aquí?

-Pues estaba nadando- dije, algo confusa.

-¿No deberías estar en el océano?- preguntó.

-Es mi nuevo hogar- dije-. Me adoptó una familia humana tras la misión del rey.

-Nunca antes te he visto aquí- dijo.

-Ni yo a ti- dije.

-¿Cuánto tiempo llevas aquí?

-Un año.

-Ya veo... ¿Quieres acompañarme?- preguntó-. Quisiera agradecerte por encontrar mi collar, invitándote a comer.

-No creo que pueda- dije-. De seguro mi hermano debe de estar preocupado.

-Está bien. Cualquier cosa, búscame- dijo, empezando a alejarse.

-¡Espera! No se ni siquiera tu nombre- dije, deteniendo su paso.

-Cordelia Dafne Schell- dijo, sonriendo, para luego desaparecer.

Volví hacia Thanatos, quien estaba sobre la roca, observando todo desde la superficie.

-¿Estás bien?- me preguntó y asentí-. Que bueno.